Su turno, se?or Rajoy

Tras la ¨²ltima espantada de Podemos (con la escenificaci¨®n de la imagen de la ¨²ltima cena por parte de Pablo Iglesias y sus ap¨®stoles), y la constataci¨®n por parte de Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera de que ya no hay m¨¢s margen para el Gobierno reformista a tres, el foco se dirige ahora sobre el presidente del Gobierno en funciones. Es el turno de Mariano Rajoy.

111 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones generales y con dos semanas escasas para poder designar un nuevo candidato a la investidura, Rajoy debe dar un paso al frente y asumir su responsabilidad. Y no porque lo diga yo, sino porque lo ha dicho ¨¦l mismo varias veces. La primera, el 21 de diciembre. Luego, tras hacer un quiebro al Rey en la fase de consultas e iniciarse el periodo de negociaci¨®n de S¨¢nchez, el l¨ªder del PP asegur¨® que si su contrincante no lo consegu¨ªa ¨¦l har¨ªa un ¨²ltimo intento, a su debido tiempo. Y este es el tiempo debido.

Llevamos semanas escuchando que fue el Partido Popular el que gan¨® las elecciones y que lo razonable es que Rajoy presida un Gobierno de gran coalici¨®n que incluya a los partidos llamados ¡°constitucionalistas¡±. Llegaron a decir que el candidato del PP iba a hacer una oferta que S¨¢nchez y Rivera no podr¨ªan rechazar. Pero han pasado tres meses y medio y el presidente no ha movido un dedo. Se ha limitado a hacer campa?a preelectoral.

Es verdad que los socialistas votaron en su comit¨¦ federal no llegar a acuerdo alguno con los populares. Tambi¨¦n es cierto que el l¨ªder de Ciudadanos ha repetido varias veces que no pactar¨¢n un Gobierno con Mariano Rajoy de presidente. Pero en pol¨ªtica, como en el f¨²tbol, el partido no acaba hasta que el ¨¢rbitro pita el final. Y el viernes, S¨¢nchez y Rivera mostraron su voluntad de sentarse con Rajoy.

Ayer, en otro acto electoral en Barcelona, los l¨ªderes populares jugaron distintos papeles. Mientras que el presidente insist¨ªa en que la gran coalici¨®n ¡°es lo ¨²nico viable¡±, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa ped¨ªa abrir un di¨¢logo ¡°sincero y real¡± y Mar¨ªa Dolores de Cospedal sacaba la artiller¨ªa al afirmar que estaban hartos de tanto ego y tanto espect¨¢culo. Entre bastidores, los fontaneros de G¨¦nova dec¨ªan que para que el di¨¢logo fuera posible, Pedro S¨¢nchez ten¨ªa que hacer un gesto y que las conversaciones nunca se celebrar¨ªan antes de que Podemos realice su plebiscito.

Estamos ya en los minutos de descuento y no tendr¨ªa mucho sentido que el PP deje que corra el reloj esperando un milagro de ¨²ltima hora. No hay tiempo que perder y merece la pena hacer un ¨²ltimo esfuerzo. Por mucho que las encuestas les muestren una evoluci¨®n favorable en unas hipot¨¦ticas elecciones el 26 de junio, no se entender¨ªa que siga arrastrando los pies el candidato que gobern¨® durante los ¨²ltimos cuatro a?os, que obtuvo m¨¢s votos el 20-D y que asegura que volver¨¢ a presentarse a los comicios.

?Qu¨¦ puede hacer el presidente? Por lo pronto, no esperar a recibir la llamada de S¨¢nchez o Rivera, sino tomar la iniciativa y convocarles a dialogar cuanto antes. Aunque para eso es necesario algo m¨¢s que cinco propuestas generales. ?Cu¨¢l es ese proyecto que no podr¨ªan rechazar? ?Existe o no era m¨¢s que una hip¨¦rbole para llenar el tiempo de espera?

Los expertos dicen que, hoy por hoy, las encuestas no pueden ser precisas porque los ciudadanos no est¨¢n todav¨ªa en modo elecciones. S¨ª parece que la mayor¨ªa de los espa?oles prefiere que se llegue a alg¨²n acuerdo que evite unos nuevos comicios. Y no hay que descartar que en unas nuevas elecciones aumente la abstenci¨®n y se castigue a los que no se han esforzado en buscar un pacto. Hasta ahora, solo PSOE y Ciudadanos han hecho ese esfuerzo.

JAVIER AYUSO