Degeneraci¨®n
No se sabe qu¨¦ opci¨®n ser¨ªa peor, si la de prorrogar el mandato de Rajoy o la de buscar una salida a la griega
Ante el fracaso de la legislatura sin investidura, y la consiguiente convocatoria de nuevos comicios, ?estamos ante una segunda vuelta electoral, un balotaje de Rajoy, como pretenden hacer creer sus portavoces? Nada de eso. Solo se trata de una pr¨®rroga del partido iniciado el 20-D, que al final del tiempo reglamentario permanece en empate con el marcador en blanco. Todo porque los partidos no han querido hacer sus deberes y han preferido dejar la asignatura del pacto colgada hasta septiembre. De ah¨ª la necesidad de proceder a un desempate que desbloquee el impasse pol¨ªtico, aunque por desgracia los resultados esperables no podr¨ªan ser m¨¢s desalentadores.
Recordemos el clima de esperanza regeneracionista bajo el que se celebr¨® la pasada campa?a del 20-D, cuando todos nos las promet¨ªamos muy felices pensando que los nuevos partidos emergentes ser¨ªan capaces de llegar a un gran acuerdo multilateral que negociase las urgentes reformas econ¨®micas, pol¨ªticas, territoriales e institucionales que Espa?a necesita. Pero, ?qu¨¦ equivocados est¨¢bamos! Pues ahora, en cambio, tras este trimestre de sectarismos partidistas entrecruzados, la campa?a del 26-J se anuncia bajo el signo ya no de la regeneraci¨®n sino de la regresi¨®n o incluso la degeneraci¨®n pol¨ªtica.
En efecto, ya no queda margen para la esperanza, pues el fracaso de esta legislatura ha cerrado la posibilidad tanto de un gran acuerdo multilateral como la de una salida a la portuguesa liderada por el partido socialista, abri¨¦ndose a partir de aqu¨ª una bifurcaci¨®n cuyos dos ramales opuestos parecen igualmente regresivos. Pues no se sabe qu¨¦ opci¨®n ser¨ªa peor, si la de convalidar y prorrogar el reaccionario mandato de Rajoy o la de buscar una salida a la griega, tras el sorpasso del PSOE a manos de la coalici¨®n Podemos-IU.
Algunos podr¨ªan pensar que la pr¨®rroga del PP, o una salida a la alemana tipo gran coalici¨®n, significar¨ªa un mal menor. Pero olvidan que el inmovilismo de Rajoy es el gran culpable de todos los males que nos han conducido hasta aqu¨ª. Y en este trimestre no solo ha pretendido manipular la funci¨®n de la Corona sino que se ha negado a rendir cuentas sustray¨¦ndose al control parlamentario. Sin olvidar su plena responsabilidad jur¨ªdico-pol¨ªtica por la hipertrofia de corrupci¨®n que hoy infesta al PP. Por eso resulta tan indignante que, pese a todo, su partido pueda recibir una inmerecida recompensa electoral.
Pero la experiencia adquirida en estos meses con la ejecutoria de Podemos no resulta menos preocupante. Gracias a las marrulleras artima?as de su engre¨ªdo e intrigante l¨ªder hemos comprendido que Podemos ya no tiene nada que ver con el esp¨ªritu del 15-M que invoc¨® al nacer. Por el contrario, se sit¨²a m¨¢s bien en las ant¨ªpodas, dispuesto a convertirse en una neo IU: una jaula de grillos paranoides entregados al sectarismo m¨¢s est¨¦ril. Pues lo peor no es la probable pasokizaci¨®n del PSOE, dado el histrionismo medi¨¢tico con que su l¨ªder representa el papel de gran burlador a costa del incauto candidato socialista. Lo verdaderamente tr¨¢gico es que, si aqu¨ª se impusiera una salida a la griega, quienes sufrir¨ªan las peores consecuencias en t¨¦rminos de recesi¨®n y pobreza ser¨ªan las clases populares, hoy seducidas por Iglesias.
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