Dos a?os de c¨¢rcel para dos acusados por la muerte asistida de una mujer en Avil¨¦s
La fiscal¨ªa ped¨ªa m¨¢s de seis a?os de prisi¨®n por tres delitos; entre ellos, el de cooperaci¨®n al suicidio
Dos personas acusadas por el suicidio de una mujer en Avil¨¦s en mayo de 2012 han sido condenados este martes a dos a?os de c¨¢rcel. Adem¨¢s se les acusaba de haber intentado ayudar a que se quitara la vida unn enfermo terminal de C¨¢diz y por proporcionar medicamentos sin receta. Se trata de dos voluntarios de la Asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente.La Fiscal¨ªa de Asturias ped¨ªa, sin embargo, seis a?os y cinco meses de prisi¨®n por tres delitos; entre ellos, el de cooperaci¨®n al suicidio. Un tercer acusado, el hermano de un enfermo terminal residente en C¨¢diz, ha sido sentenciado a seis meses de c¨¢rcel por haber contactado con los otros dos socios para ayudar a su familiar a que acabara con su vida, siguiendo su voluntad.?
Los sentenciados llegaron a un acuerdo con el ministerio p¨²blico, de tal forma que, con esta sentencia, han evitado la entrada en prisi¨®n. El pacto ha consistido en rebajar la pena de tres a un a?o de c¨¢rcel por el delito de cooperaci¨®n¡ªal considerar que no fueron autores, pero s¨ª c¨®mplices¡ª; por atentar contra la salud p¨²blica se ha modificado de dos a?os de prisi¨®n a seis meses; y en el caso de C¨¢diz se ha rebajado hasta los seis meses cuando la fiscal¨ªa ped¨ªa a?o y medio por cooperaci¨®n al suicidio.
La fiscal¨ªa sosten¨ªa que, en marzo de 2012, la mujer fallecida se puso en contacto con un voluntario de DMD porque sufr¨ªa una fuerte depresi¨®n y quer¨ªa quitarse la vida, algo que ya hab¨ªa intentando en otras ocasiones. Este trabajaba como voluntario en la asociaci¨®n en Catalu?a, lo que le permit¨ªa estar en contacto directo con uno de los sentenciados, m¨¦dico de profesi¨®n, miembro de esta misma asociaci¨®n en Madrid y fundador de la asociaci¨®n ENCASA Cuidados Paliativos. ?l ser¨ªa, siempre seg¨²n el ministerio p¨²blico, quien se encargaba de suministrar al otro implicado distintos medicamentos, a sabiendas del destino que se les daba y con conocimiento del resultado que se producir¨ªa. La otra condenada es una voluntaria de la asociaci¨®n que se encargaba de preparar los paquetes con los medicamentos que le solicitaban.
Tras unos meses, el acusado fallecido y la mujer que se suicid¨® decidieron verse, concretamente el 17 de mayo de 2012 en Valladolid. El motivo, seg¨²n las pesquisas judiciales, ser¨ªa para que el primero entregara a la mujer pentobarbital s¨®dico a cambio de 6.000 euros. Posteriormente, ambos se dirigieron hacia Avil¨¦s y, all¨ª, ¨¦l dej¨® a la mujer, que se aloj¨® en un hotel.
Ya en su habitaci¨®n, ingiri¨® el pentobarbital combinado con un zumo y falleci¨® entre las 19.00 y las 21.00 de ese mismo d¨ªa. En su organismo, seg¨²n la autopsia, se encontr¨® una dosis letal de esa sustancia. La mujer dej¨® adem¨¢s una nota de suicidio.
Aquel caso llev¨® a las otras dos acusaciones. Durante el tiempo que estuvo desaparecida, un familiar de la mujer denunci¨® que no la encontraba, lo que llev¨® a la polic¨ªa hasta su relaci¨®n con el voluntario de DMD. A trav¨¦s de los contactos de este con el hombre condenado, se supo del segundo de los casos investigados. Se trata de un m¨¦dico, que pidi¨® consejo a DMD para sedar a su hermano en C¨¢diz, que sufr¨ªa un c¨¢ncer terminal y ten¨ªa muchos dolores. Como el condenado de DMD ten¨ªa el tel¨¦fono intervenido, la polic¨ªa se incaut¨® del paquete con los medicamentos enviados, que tambi¨¦n llevaba instrucciones sobre c¨®mo usarlos para causar en el enfermo terminal una sedaci¨®n profunda que le evitara los dolores, aunque con la consecuencia de acortar su agon¨ªa.El env¨ªo fue interceptado, y el enfermo falleci¨® a las 24 horas de la fecha en que estaba acordado que su hermano le sedara.
La asociaci¨®n, que prefiere aceptar el acuerdo para no correr "riesgos innecesarios" como que uno o dos de sus socios entren en prisi¨®n, ha precisado, sin embargo, varios aspectos. Es cierto que adquirieron medicaci¨®n que necesita receta por Internet, pero afirma que era "su responsabilidad controlar la fiabilidad de la informaci¨®n difundida por Internet referente a la disponibilidad de la propia vida".
Respecto a la mujer que se quit¨® la vida, afirma que ni siquiera la conoc¨ªan, y que ellos solo enviaron medicaci¨®n a un socio, pero sin saber lo que este iba a hacer despu¨¦s con ella. El voluntario que la vendi¨® a la mujer en Valladolid actu¨® por su cuenta.
Pero de las tres acusaciones, la que m¨¢s les ha molestado es la de cooperaci¨®n al suicidio en grado de tentativa del caso del hombre de C¨¢diz. Ellos insisten en que se trataba de facilitar la sedaci¨®n de un enfermo terminal al que, pese a su estado de sufrimiento sin que hubiera ninguna esperanza de que se recuperara y teniendo la muerte muy pr¨®xima, los servicios de cuidados paliativos que le atend¨ªan no consideraban que estuviera sufriendo tanto como para requerirla, y que tanto el enfermo cono su hermano estaban en desacuerdo con ese criterio.?
De hecho, esta pr¨¢ctica ha sido aplicada por miembros de la asociaci¨®n en toros casos sin que hayan tenido represalias, porque se enmarca ¨Cafirman¨C en una pr¨¢ctica legal y aceptada ¨¦tica y m¨¦dicamente, que es la sedaci¨®n terminal.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.