En busca de la frase redonda

El d¨ªa 14 de diciembre de 2015 Pedro S¨¢nchez se dirigi¨® muy serio a Mariano Rajoy para decirle, mir¨¢ndole fijamente: ¡°Usted no es decente¡±. Y el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP le respondi¨®: ¡°Ha sido usted ruin, mezquino y miserable¡±. Eso qued¨® de ese debate preelectoral. Nadie se acuerda de ning¨²n argumento o propuesta que hicieran el secretario general del PSOE y el l¨ªder del PP.

De la misma forma que del debate del 25 de febrero de 2008 entre el l¨ªder del PP y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero queda la ¡°ni?a de Rajoy¡±, es decir, el personaje que cre¨® el candidato para su intervenci¨®n final. ¡°Yo quiero que la ni?a que nace en Espa?a tenga una familia, y una vivienda, y unos padres con trabajo¡±, dijo interpretando a su manera lo que en comunicaci¨®n se llama storytelling, es decir, la habilidad de contar una historia que resuma el mensaje pol¨ªtico y que permita conectar emocionalmente. Nada m¨¢s qued¨® de aquel debate, porque la ni?a ficticia casi tap¨® hasta el estudiado ¡°buenas noches y buena suerte¡± con el que Zapatero se despidi¨® de aquel debate preelectoral.

El ¡°usted traiciona a los muertos¡± que pronunci¨® Rajoy frente a Zapatero en el debate sobre el estado de la naci¨®n de 2005 tap¨® todo lo dem¨¢s y pas¨® a la historia como una de las frases de los debates.

Cada debate electoral o parlamentario tiene una frase, un gesto o una pol¨¦mica que tapa el resto del intercambio. M¨¢s a¨²n si sirve para definir el tono del debate o la estrategia de cada uno de ellos. Por ejemplo, el de ¡°usted no es decente¡± da idea de la intenci¨®n del l¨ªder socialista de confrontar con Rajoy y poner distancia respecto a la corrupci¨®n y el de las v¨ªctimas demuestra la voluntad de un l¨ªder de la oposici¨®n de hacer de la lucha contra el terrorismo y las supuestas cesiones a ETA el centro del debate.

Por eso los equipos con los que los candidatos preparan los debates dise?an gestos o frases de ese tipo para capitalizar el titular o recuerdo del enfrentamiento, de la misma forma que se dise?an gr¨¢fico que puede mostrar como recurso para reforzar su mensaje el candidato para reflejar, por ejemplo, la subida del empleo o los recortes sociales.

El mejor ejemplo de frase de este tipo es el ¡°?v¨¢yase se?or Gonz¨¢lez!¡±, como an¨¢fora introducida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el debate sobre el estado de la naci¨®n de 1994 frente a Felipe Gonz¨¢lez, entonces presidente del Gobierno.

Hay tambi¨¦n expresiones preparadas que sirven de se?uelos como el ¡°fin de la cita¡± repetido por Rajoy una docena de veces el 1 de agosto de 2013 cuando compareci¨® en el Congreso para dar cuenta del caso G¨¹rtel. La expresi¨®n aparentemente inocua sirvi¨® a los redactores del discurso para desviar la atenci¨®n del inc¨®modo fondo del debate parlamentario.

A veces el gesto o frase no es voluntario, sino m¨¢s bien fruto del error de uno de los oponentes. As¨ª, del cara a cara entre Miguel Arias Ca?ete (PP) y Elena Valenciano (PSOE) en las europeas de 2014 qued¨® la explicaci¨®n del d¨ªa siguiente del candidato popular: ¡°El debate entre un hombre y una mujer es muy complicado. Si haces un abuso de superioridad intelectual, o lo que sea, parece que eres un machista que est¨¢ acorralando a una mujer indefensa¡±. ?Qu¨¦ dijeron en ese debate Ca?ete y Valenciano? De eso nadie se acuerda.

En mayo de 1998, Josep Borrel debutaba como l¨ªder de la oposici¨®n frente al entonces presidente, Jos¨¦ Aznar, en un debate sobre el estado de la naci¨®n en el Congreso y el socialista termin¨® enredado en un concepto complicado: ¡°los criterios de caja y de devengo¡±. Tan enrevesado que Borrell escuch¨® bromas ese d¨ªa y se vio en la obligaci¨®n de dar una rueda de prensa al d¨ªa siguiente para intentar explicar qu¨¦ quiso decir desde la tribuna. Los devengos le derrotaron ese d¨ªa.

M¨¢s recientemente, gestos como el beso en el hemiciclo de Pablo Iglesias y Xavier Dom¨¨nech o la acusaci¨®n ¡°Felipe Gonz¨¢lez tiene el pasado manchado de cal viva¡± pronunciada por el l¨ªder de Podemos queda del debate de investidura frustrado de S¨¢nchez, porque sirve para definir la contundencia frente al aspirante socialista.

Del cara a cara del pasado domingo entre Iglesias y Albert Rivera en La Sexta se recordar¨¢ las gotas de sudor del l¨ªder de Ciudadanos, similares a la transpiraci¨®n del de Podemos en el debate a cuatro del pasado mes de diciembre, con referencias lejanas en el hist¨®rico sudor de Richard Nixon en 1960 que le llev¨® a la derrota frente a John F. Kennedy en el primer debate electoral televisado de la historia.

O quedan circunstancias como el parche en el ojo de Pedro Solbes en el debate frente a Manuel Pizarro en v¨ªsperas de las generales de 2008.

A veces, la frase preparada no funciona. Por ejemplo, el pasado 1 de diciembre, en el cierre del debate a tres organizado por EL PA?S, Iglesias intent¨® con poco ¨¦xito pronunciar la frase del encuentro en el cierre, tras apelar a los sentimientos, con el eslogan con el que acab¨® su intervenci¨®n final: ¡°Muchas gracias 1978, hola 2016¡±. Una semana despu¨¦s, del debate a cuatro s¨ª qued¨® su error al referirse a ¡°House Water Watch Cooper" cuando quer¨ªa decir Pricewaterhouse Coopers, otro ejemplo de que por mucha preparaci¨®n que haya, a veces lo que queda es la equivocaci¨®n.