Galicia y Pa¨ªs Vasco dan paso a un ¨²ltimo intento de evitar elecciones
Rajoy y S¨¢nchez miden sus fuerzas para reivindicar qui¨¦n forma Gobierno
Antes de decidir si trasladan de nuevo la responsabilidad al electorado general, Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez eligieron darse una tregua y medir la temperatura en Galicia y en el Pa¨ªs Vasco. Hoy a las ocho de la tarde vence el plazo, y nada se ha despejado. El PP no maneja otra opci¨®n que la abstenci¨®n socialista, y conf¨ªa en que un triunfo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o refuerce a un Rajoy debilitado por la corrupci¨®n. S¨¢nchez, a la espera de otras dos derrotas electorales y asediado por los cr¨ªticos del PSOE, se prepara para reeditar un pacto con Ciudadanos y Podemos en el que nadie m¨¢s que ¨¦l cree.
M¨¢s all¨¢ de posibles sorpresas no detectadas por los sondeos, como que el PP no revalide la mayor¨ªa absoluta en Galicia, que el PSOE pueda retener la segunda posici¨®n en esta comunidad o que su descalabro en el Pa¨ªs Vasco no sea tan grande como se anticipa, la suerte parece echada. El cebo con que el populares y socialistas decidieron que lo urgente era esperar ¡ªun PNV necesitado de apoyos que se decidiera a dar su apoyo a Rajoy¡ª parece cada vez menos posible, porque el peculiar sistema de votaci¨®n vasco facilita una investidura en minor¨ªa y porque las preferencias de los nacionalistas miran al PSE, su socio en muchas instituciones.
As¨ª que esta noche los dos principales partidos medir¨¢n sobre todo las cifras absolutas de sus apoyos en las dos comunidades. En el caso de Rajoy, para reforzar su reclamada legitimidad para formar Gobierno. En cuanto a S¨¢nchez, para medir el grado de su derrota en dos territorios que cuenta entre sus aliados en el enfrentamiento interno del PSOE.
Tanto Galicia como el Pa¨ªs Vasco han sido capaces de aislar sus campa?as de la situaci¨®n de par¨¢lisis que impregna la pol¨ªtica nacional y centrarse en sus respectivas realidades. Ya lo anticipaban los sondeos preelectorales que public¨® el CIS: un amplio porcentaje de electores manifestaba estar m¨¢s preocupado por los problemas de su territorio y manifestaba su intenci¨®n de votar en clave auton¨®mica.
El candidato gallego del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que acept¨® a rega?adientes volver a presentarse de nuevo y que sab¨ªa que se jugaba su futuro pol¨ªtico a una sola baza, revalidar la mayor¨ªa absoluta, dise?¨® una estrategia alejada por completo de las siglas del partido y de los estigmas que le acompa?an. Su campa?a corri¨® en paralelo a la de Rajoy, que utiliz¨® la plataforma gallega para cobrar r¨¦ditos de una posible victoria y para reivindicar su derecho a formar Gobierno y acusar a los socialistas de irresponsables y hasta de ¡°antipatriotas¡±.
Diferente fue la presencia de Pedro S¨¢nchez, que se volc¨® en arropar a su candidato, Xoaqu¨ªn Fern¨¢ndez Leiceaga. Hasta seis actos conjuntos, porque el l¨ªder socialista se juega mucho en esa comunidad, no solo en t¨¦rminos electorales sino en la guerra interna que vive el partido. La direcci¨®n del PSOE apost¨® por Fern¨¢ndez Leiceaga en las primarias y modific¨® las listas electorales en detrimento de dirigentes hist¨®ricos del socialismo gallego. Una derrota de Leiceaga ¡ªquedarse en tercera posici¨®n¡ªse interpretar¨¢ como una derrota del propio S¨¢nchez.
El candidato de En Marea, el exmagistrado Luis Villares, ha ido ganando fuerza y presencia a medida que avanzaba la campa?a, y los sondeos apuntan que podr¨ªa lograr colocarse detr¨¢s del PP. Se consumar¨ªa as¨ª el sorpasso que el PSOE logr¨® evitar el pasado 26-J, y vendr¨ªa a sumarse al que las encuestas vaticinan tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco.
El oasis vasco
La campa?a tranquila del candidato del PNV, I?igo Urkullu, alejado de pretensiones independentistas y apostando por ¡°un Gobierno s¨®lido que evite el desaguisado de Espa?a¡± le ha llevado en volandas, seg¨²n los sondeos, a una c¨®moda victoria pero no a la mayor¨ªa absoluta. Se ver¨¢ obligado a pactar, y ya sugiere abiertamente que su aliado preferido ser¨¢ el PSE. La candidata socialista, Idoia Mendia, camufla bajo esa idea, la de que los socialistas sigan siendo una fuerza necesaria en el Pa¨ªs Vasco, la posibilidad asumida de que su partido encaje una derrota hist¨®rica y se sit¨²e en cuarta posici¨®n, por detr¨¢s de la izquierda abertzale y de la candidatura de Podemos. Igual que el candidato gallego, Mendia ha sido una de las m¨¢s fieles aliadas de Pedro S¨¢nchez en su duelo con los dirigentes territoriales cr¨ªticos. Su resultado ser¨¢ tambi¨¦n el del l¨ªder socialista.
Desdibujado de la escena Arnaldo Otegi, tras prohibir los tribunales su candidatura, el debate electoral en el Pa¨ªs Vasco ya no ha tenido la tensi¨®n de otras ¨¦pocas. Frente a un ¡°derecho a decidir¡± que cada una de las fuerzas que lo defiende ha interpretado a su manera, el candidato del PP, el exministro Alfonso Alonso, ha intentado resucitar el discurso constitucionalista, consciente de que ya no existe el ambiente de enfrentamiento que llev¨® a los populares, con Mayor Oreja al frente, a sus mejores resultados.
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