El beneficio de pedir taxi en el m¨®vil
Las aplicaciones amenazan al sector, pero tambi¨¦n son una oportunidad de negocio y mejoras
Jos¨¦ Luis Teruel ha dado cincuenta vueltas a la Tierra por las calles de Madrid. M¨¢s de dos millones de kil¨®metros desde que empezara a conducir su taxi en 1984. Hace dos a?os y medio se dio de alta en la aplicaci¨®n para m¨®viles MyTaxi y, con una puntuaci¨®n de 4,93 sobre 5 estrellas, ya es uno de los mejores ch¨®feres de la plataforma en la capital. "Comparado a la emisora tradicional en la que estaba antes, es como el d¨ªa y la noche. Ten¨ªas que esperar en una zona determinada hasta que te llegaba el turno, ahora vas circulando y te van saltando los servicios", dice.
Las aplicaciones para solicitar un taxi, basadas en la geolocalizaci¨®n de veh¨ªculos y clientes, como Pidetaxi, MyTaxi y Hailo ¡ªestas ¨²ltimas a punto de fusionarse en Espa?a¡ª, han entrado no sin recelos en un sector amenazado por otras tecnol¨®gicas como Uber y Cabify. "Es una batalla por la movilidad. Muchas empresas que se dedican a vender coches est¨¢n virando y ofreciendo esta clase de servicios", dice Jes¨²s Fern¨¢ndez, vicepresidente de la Federaci¨®n Profesional del Taxi de Madrid. "Se habla mucho de crear una aplicaci¨®n ¨²nica con otras federaciones, pero no tenemos las posibilidades de financiaci¨®n y publicidad de estas grandes empresas", a?ade.
Las restricciones en aumento al acceso de veh¨ªculos privados al centro de las ciudades han hecho de la movilidad urbana un mercado en auge y abierto a nuevos competidores. MyTaxi, por ejemplo, es propiedad de Daimler, fabricante de los coches Mercedes y Smart. En junio del a?o pasado, Arabia Saud¨ª invirti¨® cerca de 3.300 millones de euros en Uber a trav¨¦s de su fondo p¨²blico de inversi¨®n, en su intento por reducir su dependencia del petr¨®leo.
"Hay una tendencia a la exclusi¨®n de la gente que no dispone de esas tecnolog¨ªas", afirma Alfonso Sanz, experto en movilidad, que considera deseable un control p¨²blico de esta clase de servicios. "El transporte urbano tiene que ser un sector regulado. No hay muchos datos todav¨ªa para saber las consecuencias ambientales y energ¨¦ticas, si en realidad se reducen o no los kil¨®metros recorridos por la flota, pero lo cierto es que estas aplicaciones no solo afectan al mundo del taxi, sino al modelo general de movilidad de la ciudad". Un estudio del MIT estima posible una reducci¨®n del 75% de taxis en la ciudad de Nueva York gracias a la tecnolog¨ªa.
Las ventajas m¨¢s alabadas de estas aplicaciones son la relaci¨®n directa entre taxista y cliente, el sistema de puntuaci¨®n de la calidad, la posibilidad de cancelar la solicitud si el veh¨ªculo est¨¢ demasiado lejos o la facilidad de pago. Los taxistas de la flota pagan a MyTaxi un 10% de cada carrera. No hay cuota de acceso, ni permanencia, ni un n¨²mero m¨ªnimo o m¨¢ximo de carreras al mes. "Las tarifas del taxi son de obligado cumplimiento y cuando aplicaciones como MyTaxi ofrecen descuentos del 50% ya se est¨¢ creando una brecha", dice Jes¨²s Fern¨¢ndez sobre las promociones que suele publicar la aplicaci¨®n.
"Si el sector del taxi se pone las pilas y entiende que hay una competencia y que hay que dar un servicio mejor que ellos, ni Uber, ni Cabify nos tienen que preocupar", dice Jos¨¦ Luis Ch¨¢vez, otro de los mejores taxistas de MyTaxi con un 4,96 de nota y un Mercedes que casi siempre obtiene las cinco estrellas. Ch¨¢vez ha abierto una cuenta de Twitter para publicar las promociones del d¨ªa y consejos para sus clientes. Cree que la tecnolog¨ªa ha mejorado su trabajo y sus beneficios, as¨ª como el servicio que recibe el cliente. ?C¨®mo? "Por ejemplo, tener un cargador para la gente que llega del aeropuerto sin bater¨ªa en el m¨®vil".
"No entiendo a los compa?eros que no tienen ning¨²n tipo de emisora, de aplicaci¨®n o que tampoco se pueda pagar con tarjeta, lo cual es ya obligatorio. En mi taxi se puede pagar con tarjeta desde hace m¨¢s de veinte a?os", dice Jos¨¦ Luis Teruel, que calcula la mejora de sus beneficios gracias a la aplicaci¨®n en un 100%, as¨ª como un aumento de clientes habituales. "Me esfuerzo por tener la mejor puntuaci¨®n. En los treinta y dos a?os que llevo en el taxi nunca me he preocupado tanto de limpiar continuamente las alfombrillas. Todo se reduce a dar mejor servicio".
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