¡°Con los acosadores escolares se busca la reinserci¨®n, no la venganza¡±
La magistrada de un juzgado de menores recomienda m¨¢s prevenci¨®n en los colegios y evitar los tel¨¦fonos m¨®viles antes de los 16 a?os


La magistrada Concepci¨®n Rodr¨ªguez (Pontevedra, 1961) se ha enfrentado a m¨²ltiples casos de acoso escolar en el juzgado de menores del que es titular. Su experiencia aporta la visi¨®n judicial de una lacra cada vez m¨¢s denunciada en las aulas espa?olas. Rodr¨ªguez es titular del Juzgado de Menores 1 de Madrid, lleva 15 a?os especializada en ese ¨¢rea y casi 30 de carrera. Asegura que lo m¨¢s dif¨ªcil de su trabajo en este tipo de casos es velar por un proceso garantista tanto para la v¨ªctima como para el agresor. ¡°Es complicado porque existe conflicto de intereses. Imagine que la v¨ªctima pide una mampara que impide que el expedientado pueda verle. Se entiende que el acosado conoce al menor pero en ocasiones hay duda sobre identidad de la persona y al no verle, la autor¨ªa est¨¢ cuestionada. Seg¨²n la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el acusado tiene derecho a conocer todas las pruebas. El proceso final es un equilibrio de garant¨ªas¡±.
En conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico, pone el acento para combatir el acoso en el trabajo previo que deben hacer los centros escolares: ¡°No se ha desplegado una pol¨ªtica de prevenci¨®n adecuada. Estos temas se pueden prevenir, hay que educar a los chicos a respetar a los dem¨¢s. Y para eso los profesores necesitan mucha m¨¢s preparaci¨®n, no les puedes re¨ªr las gracias a un alumno que se mete con otro¡±, asegura la magistrada y presidenta de la Asociaci¨®n Foro Judicial Independiente
El pasado 10 de enero se suicid¨® Luc¨ªa, una menor de 13 a?os, despu¨¦s de que sus padres denunciaran que sufre acoso escolar. Su madre, Mar¨ªa Peligros Men¨¢rguez, protest¨® p¨²blicamente porque los dos supuestos acosadores, tambi¨¦n menores de 14 a?os, son ¡°inimputables¡±. Preguntada al respecto, la magistrada defiende ese l¨ªmite: ¡°Hay gente que considera que los menores de 14 a?os deber¨ªan responder penalmente, pero est¨¢ demostrado que a la larga reducir o endurecer la edad no solo no reduce los delitos sino que los incrementa. Lo que de verdad ayuda, y Espa?a tiene una buena ratio de reinserci¨®n, es trabajar educativamente con los menores porque est¨¢n en una edad de much¨ªsima permeabilidad¡±.
La magistrada recuerda que la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o estableci¨® ya en 1989 que los menores de 18 a?os ¡°no tienen la capacidad cognitiva de un adulto ni viven el transcurso del tiempo igual, para un ni?o tres a?os es mucho tiempo y afecta mucho a su vida". La edad penal fijada en Espa?a ¡°est¨¢ en la media de la Uni¨®n Europea. Es un buen l¨ªmite porque cuando son m¨¢s peque?os no tienen entendimiento ni van a comprender qu¨¦ es un juicio. Con los acosadores escolares se intenta la reinserci¨®n, no la venganza¡± a?ade la magistrada, que particip¨® el viernes 27 de enero en las jornadas El Acoso Escolar en el siglo XXI: Aspectos Psicosociales y Jur¨ªdicos, organizadas en Madrid por la Fundaci¨®n Canis Majoris.
La magistrada defiende adem¨¢s la lista de medidas que se pueden aplicar en estos casos: "la libertad vigilada, la prohibici¨®n de acercamiento con la v¨ªctima, lo que obliga a desplazar al infractor de colegio o tareas socioeducativas para que interiorice el hecho, reflexione y no vuelva a cometerlo. En los casos m¨¢s graves, se contemplan medidas de internamiento, en abierto o semiabierto. El acoso tiene autonom¨ªa propia y se sanciona espec¨ªficamente por un atentado a la integridad moral. Si hay lesiones, se sancionan aparte¡±.
La "dura responsabilidad civil"
Rodr¨ªguez destaca adem¨¢s la ¡°dura¡± responsabilidad civil de los progenitores en estos casos. ¡°He conocido padres que han tenido que vender su vivienda para hacer frente a las lesiones de su hijo a un ni?o al que le rompieron el globo ocular. Las consecuencias por un pu?etazo, que dej¨® a otro menor una cicatriz en la cara, fue que los padres tuvieron que pagar casi 7.000 euros. La ley no es nada blanda¡±.
La magistrada comparte que conseguir una mayor sensibilizaci¨®n con estos casos, como ocurri¨® en su momento con la violencia de g¨¦nero, ayudar¨ªa a combatirlos mejor. Preguntada sobre si el personal de los juzgados tiene suficiente preparaci¨®n, asegura que s¨ª porque el trabajo con menores es un ¨¢mbito de especializaci¨®n dentro de las jurisdicciones. ¡°En las encuestas del Consejo General del Poder Judicial, el ¨¢mbito de menores es el que est¨¢ mejor valorado por las familias aunque luego es el m¨¢s criticado en la prensa. Cuando una familia comprueba el trato que se da a su hijo, que el procedimiento es ¨¢gil y r¨¢pido y se enfoca en la reinserci¨®n, entiende que todos estamos muy implicados¡±.
Hay estudios sobre violencia escolar que se?alan el riesgo de pasar de v¨ªctima a convertirse en un acosador. El menor que apu?al¨® a otros cinco estudiantes en Alicante el pasado viernes fue previamente acosado, seg¨²n los primeros datos recabados. Concepci¨®n Rodr¨ªguez asegura, no obstante, que no es la realidad que ella ha vivido en los juzgados. ¡°Lo que s¨ª he visto es que las v¨ªctimas suelen ser personas que no se integran en clase, pero eso hay que aprender a respetarlo porque cada uno tiene un proceso de adaptaci¨®n diferente. En el aula hay que trabajar para que se integre y no permitir que sea objeto de burla¡±.
Cuidado con el m¨®vil
¡°Siempre ha existido el acoso aunque antes se sufr¨ªa calladamente¡±, a?ade la magistrada, que asegura que las redes sociales y el ciberbullying ¡°han cambiado la tipolog¨ªa de los delitos. Desde hace cinco a?os, hay menos delitos callejeros y m¨¢s en internet¡±.
¡°Los padres deben ser muy conscientes de que no pueden dar un m¨®vil a su hijo sin educaci¨®n y madurez. Yo no comparto que se use antes de los 16 a?os¡±. Preguntada sobre si los docentes deber¨ªan tener acceso a los m¨®viles de los alumnos, a?ade: ¡°Se deber¨ªa firmar una autorizaci¨®n que permita que los profesores accedan al m¨®vil de los menores de edad. Y, si no, que no se lleve al colegio. No se les puede entregar como una libertad absoluta. No es un problema la autorizaci¨®n de profesores, el padre lo puede autorizar expresamente para evitar problemas. Si eso no se consigue habr¨¢ que prohibirlo fuera del aula. El ideal no es prohibir, pero no es lo mismo un chico de 12 a?os que de 16. En esa graduaci¨®n tienes que ir educando y responsabilizando. Porque si un menor est¨¢ cometiendo delitos, la responsabilidad de sus padres es civil solidaria y van a responder con todos sus bienes¡±.
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