Manual carcelario para presos VIP
Ignacio Gonz¨¢lez recibi¨® al entrar en prisi¨®n un folleto elaborado por Interior para facilitar a los nuevos reclusos su adaptaci¨®n al d¨ªa a d¨ªa entre rejas
La prisi¨®n, paso a paso. Ese es el t¨ªtulo del folleto elaborado por la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias que reciben todos los presos que ingresan en alguna de las c¨¢rceles dependientes del Ministerio del Interior. Son 36 hojas con "informaci¨®n ¨²til y b¨¢sica" para que los nuevos reclusos conozcan "sus derechos y deberes", "las posibilidades de comunicaci¨®n con su familia, su abogado y otros profesionales" y "otros aspectos del funcionamiento del sistema penitenciario que pueden resultarle ¨²tiles". Ignacio Gonz¨¢lez, expresidente de la Comunidad de Madrid, lo recibi¨® al llegar a la c¨¢rcel de Madrid V, en Soto del Real, pasada la medianoche del viernes. Jordi Pujol Ferrusola lo recibir¨¢ cuando, finalmente, entre en prisi¨®n tras asistir este mi¨¦rcoles al registro en Barcelona de la casa de su padre.
El documento de Interior arranca con un cap¨ªtulo sobre el "ingreso en el centro" en el que se detalla que todo preso reci¨¦n llegado "tiene derecho a comunicar su situaci¨®n a su familia y abogado, de forma inmediata a trav¨¦s de una llamada telef¨®nica gratuita o por cualquier medio", tras lo cual se proceder¨¢ "a su identificaci¨®n personal". Para ello, se comprobar¨¢ su identidad, se le har¨¢ una rese?a de las huellas dactilares y fotogr¨¢fica, se anotar¨¢n sus datos "en el libro de ingresos" y se le abrir¨¢ un "expediente personal que contendr¨¢ informaci¨®n actualizada sobre su situaci¨®n procesal y penitenciaria, de la que tendr¨¢ derecho a ser informado". Finalmente, se incluir¨¢ todo ello en los ficheros inform¨¢ticos de Instituciones Penitenciarias. Inmediatamente despu¨¦s, se le har¨¢ un cacheo para retirarle todos aquellos objetos que porte que no est¨¦n autorizados y se le har¨¢ un primer reconocimiento m¨¦dico. Durante ese d¨ªa y los siguientes ser¨¢ tambi¨¦n entrevistado por un trabajador social y otros profesionales del centro, como un educador, un jurista y el psic¨®logo, que le valorar¨¢n y le propondr¨¢n "las actuaciones inmediatas que ha de realizar, el m¨®dulo en que ha de residir y las ocupaciones que puede tener".
El folleto detalla a continuaci¨®n c¨®mo y cu¨¢ntas veces puede comunicar con sus familiares y abogados, salvo que se le haya aplicado por orden judicial "prisi¨®n incomunicada". Si no es as¨ª, Interior informa a los presos que podr¨¢n comunicar personalmente con "familiares acreditados y amigos previamente autorizados" en los locutorios del centro durante "20 minutos, acumulables en una sola de 40 durante el fin de semana". En estas comunicaciones pueden participar hasta cuatro personas "al mismo tiempo". Adem¨¢s, si no disfruta de permisos, tendr¨¢ derecho a "comunicaciones familiares" al menos una vez al mes con una duraci¨®n de "entre una y tres horas" en lo que denominan "un local adecuado". Tambi¨¦n una vez cada treinta d¨ªas podr¨¢n mantener "comunicaciones ¨ªntimas" con su pareja. En caso de que tuviera hijos menores de diez a?os, el reglamento penitenciario contempla la posibilidad de un encuentro trimestral de hasta seis horas. Si no pudiera disfrutar de nada de ellos en cuatro meses, el preso puede solicitar comunicaciones por v¨ªdeo conferencia.
Prisiones "sugiere" al nuevo recluso que "mantenga una conducta correcta" para poder acceder a beneficios penitenciarios
Adem¨¢s, Interior explica que el preso podr¨¢ hacer un m¨¢ximo de diez llamadas telef¨®nicas semanales de cinco minutos cada una a n¨²meros previamente autorizados por Prisiones. Estas deben "ser abonadas por Usted", destaca el texto junto a la imagen de una cabina. En lo que no hay l¨ªmite de env¨ªo y recepci¨®n es en las cartas, tanto con personas en el exterior como con internos de otros centros. Respecto a los paquetes, Interior admite que se reciban dos al mes durante los d¨ªas de comunicaciones, salvo aquellos presos que est¨¦n en primer grado, el m¨¢s severo, que solo podr¨¢ ser uno.
Sobre la estancia en la celda, el documento que se entrega al recluso incide en que se le asignar¨¢ una celda y que se "le facilitar¨¢n los productos necesarios para la limpieza, higiene y aseo, as¨ª como ropa de uso personal y de cama". No obstante, tambi¨¦n destaca que "podr¨¢ tener su propia ropa". Adem¨¢s, se le recuerda que dentro de las prisiones hay zonas de uso com¨²n como "patios al aire libre, zonas deportivas, escuelas, bibliotecas, talleres, el comedor o la sala de estar [...] donde el espacio se comparte" con los otros reclusos. Eso s¨ª, todo ello bajo un estricto horario "para hacer posible la convivencia" que cada centro detalla en sus normas de r¨¦gimen interior.
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Prisiones tambi¨¦n explica a los nuevos reclusos que existen diferentes reg¨ªmenes penitenciarios seg¨²n se les haya clasificado en primer grado (r¨¦gimen cerrado), segundo (ordinario) o tercero (abierto) y que cada uno tiene "un r¨¦gimen de medidas de control y seguridad" diferentes. Eso s¨ª, les informa de que su clasificaci¨®n en uno de esos grados es revisado cada seis meses como m¨¢ximo por las Juntas de Tratamiento de las c¨¢rceles y que sus resoluciones pueden ser recurridas por los presos ante los juzgados de Vigilancia Penitenciaria. En este sentido, les recalca que "la privaci¨®n de libertad" no anula otros derechos, como que Interior "vele por su vida, su integridad y su salud", a que "se preserve su dignidad e intimidad", a recibir "ayudas p¨²blicas" y a "realizar un trabajo remunerado", entre otras. Tambi¨¦n que estar encarcelado les obliga a cumplir una serie de normas, entre ellas "permanecer en el centro a disposici¨®n de la autoridad judicial si es preventivo o para cumplir condena si ya est¨¢ penado", respetar las normas internas y obedecer las ¨®rdenes, "tener todo limpio y bien conservado", "mantener una adecuada higiene personal" y participar "en las actividades formativas, educativas y laborales para la preparaci¨®n de la vida en libertad".
Junto a ello, Prisiones "sugiere" al nuevo recluso que "mantenga una conducta correcta" para poder acceder a beneficios penitenciarios. Por ello, le recuerda que est¨¢ sancionado consumir alcohol y drogas, maltratar a otros presos, despreciarlos por cuestiones de raza o condici¨®n sexual, "divulgar noticias o datos falsos que afecten a la seguridad del centro", faltar el respeto a los funcionarios de prisiones, "organizar o participar en des¨®rdenes violentos" e "intentar o consumar la fuga", entre todos. Todo ello castigado con sanciones que van desde la amonestaci¨®n y la prohibici¨®n a salir al patio hasta el aislamiento en su celda hasta 14 d¨ªas. El folleto tambi¨¦n detalla los tipos de permisos que puede solicitar, c¨®mo tramitar quejas y recursos ante la propia direcci¨®n del centro o ante el juez de vigilancia penitenciaria e, incluso, ante el Defensor del Pueblo.
El folleto concluye con una apartado dedicado a las "prestaciones y servicios penitenciarios" en los que se explica la existencia del economato y c¨®mo comprar en ¨¦l a trav¨¦s de tarjeta magn¨¦tica individual que se recarga con los fondos aportados por familiares a la llamada cuenta de peculio, ya que est¨¢ prohibido tener dinero en efectivo. O que pueden usar la lavander¨ªa y peluquer¨ªa "de manera gratuita", as¨ª como la disponibilidad de "un servicio de salud" general, aunque el preso puede ser atendido por un m¨¦dico particular siempre que el centro lo autorice y el recluso lo pague. Por ¨²ltimo, explica la existencia de un servicio "de empleo y formaci¨®n" y la posibilidad de realizar estudios, desde b¨¢sicos a universitarios, y de que se le faciliten "los medios necesarios para garantizar su libertad religiosa".
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