El manto de piedras que no dejan ver la arena en la playa de Ondarreta
San Sebasti¨¢n comienza a retirar los cascotes del arenal para dejarlo apta en la temporada de ba?os
Las piedras se han convertido en los ¨²ltimos a?os en un invitado muy molesto e indeseado para la playa de Ondarreta, en San Sebasti¨¢n. A pocos d¨ªas de abrirse la temporada de ba?o, un enorme manto pedregoso oculta su fin¨ªsima arena y deja la playa sumergida bajo toneladas de gravas, piedras y cantos rodados. Estudios recientes concluyen que son restos de un antiguo campo militar y de una c¨¢rcel del siglo pasado. El arenal podr¨ªa almacenar un volumen de 18.600 metros c¨²bicos de gravas que afloran con mayor o menor intensidad en virtud del empuje de las mareas. El Servicio de Costas del Ministerio de Medio Ambiente ha dado autorizaci¨®n al Ayuntamiento de la ciudad para comenzar este martes los trabajos que permitir¨¢n retirar m¨¢s de 750 toneladas de cascotes.
Los expertos oceanogr¨¢ficos han solido decir que "las playas son como quiere el mar, no como las queremos nosotros", afirma Adolfo Uriarte, ge¨®logo marino. El efecto de arrastre que ejercen las pleamares y bajamares sobre la arena est¨¢ alterando todos los a?os el aspecto que siempre tuvo la Ondarreta, hasta convertirla actualmente en una gran pista de piedras que incordia a los miles de ba?istas que acuden sobre todo en verano a este arenal.
Las piedras de la playa, seg¨²n los an¨¢lisis realizados por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, no han aparecido de forma natural, sino que "son obra de la mano del hombre", apunta el bi¨®logo Jon Etxezarreta, de Aranzadi. Son materiales extra¨ªdos de canteras del entorno de San Sebasti¨¢n que se emplearon a finales del siglo XIX para construir el antiguo campo militar de maniobras y la c¨¢rcel de Ondarreta, erigida en 1888 y demolida en 1949. "De los 18.600 metros c¨²bicos de gravas, un 95% aproximadamente son escombros", se?ala Etxezarreta.
Ondarreta presentaba el a?o pasado un aspecto similar al de ahora. Entonces, el Ayuntamiento pidi¨® permiso al Servicio de Costas para retirar las piedras con medios t¨¦cnicos, pero el Ministerio solo acept¨® hacerlo a mano. Una cuadrilla de seis operarios logr¨® extraer 250 toneladas durante dos meses de empe?o. De ese modo se hubiesen necesitado unos 80 a?os para limpiar completamente el arenal.
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El rastrillo y los cestos que utilizaban esos empleados se sustituir¨¢n ahora por una m¨¢quina despedregadora, con la que se espera retirar una cantidad tres veces superior en solo seis d¨ªas. El objetivo es que la Ondarreta ¡ªtiene una longitud de 600 metros, una anchura de 10 metros y una superficie de 60.000 metros cuadrados¡ª vuelva a ser apta para el uso p¨²blico sin la incomodidad que provocan las piedras. El Consistorio prev¨¦ gastar unos 47.000 euros en esta intervenci¨®n.
El Ministerio ha dado esta vez su autorizaci¨®n a la entrada de las m¨¢quinas en el arenal, aunque ha puesto condiciones. La m¨¢s "significativa", seg¨²n el escrito del Servicio Provincial de Costas, es "la obligatoriedad de compensar el volumen de piedra retirado con un aporte de arena con un coeficiente de sobrellenado de 1,5. Esto es, por cada metro c¨²bico de piedras retirado, se deber¨¢ aportar un metro y medio c¨²bico de arena". El acopio de arena se deber¨¢ realizar garantizando "tanto su limpieza como sus condiciones higi¨¦nicas". El Ayuntamiento emplear¨¢ la arena extra¨ªda de la excavaci¨®n realizada recientemente en unas obras para construir un aparcamiento subterr¨¢neo.
Costas ha dado permiso para extraer 14.600 metros c¨²bicos de cascotes durante un periodo de cuatro a?os. En una primera fase, antes de este domingo, la despedregadora cribar¨¢ las piedras con un di¨¢metro superior a los 17 mil¨ªmetros, hasta retirar 1.200 metros c¨²bicos. Posteriormente, durante el mes de julio se quitar¨¢n otros 3.500 metros c¨²bicos, aunque en esas fechas la m¨¢quina solo actuar¨¢ por la noche. La m¨¢quina escarba hasta una profundidad de 40 cent¨ªmetros para extraer las gravas m¨¢s molestas y visibles. "No se van a quitar todas las piedras, porque para eso ser¨¢n necesarios varios a?os, pero se facilitar¨¢ el uso de la playa", apunta el concejal Alfonso Gurpegui.
"Las piedras que ahora vamos a sacar de la playa no volver¨¢n nunca. Esperamos quitar una media de 5.000 metros c¨²bicos al a?o", explica el bi¨®logo Etxezarreta, quien recuerda que la soluci¨®n consistente en cubrir las piedras con aportes de arena no dieron el resultado previsto. La fuerza de las mareas fue cambiando el perfil playero y deposit¨® toda esa arena en el interior de la bah¨ªa, dejando al descubierto las piedras. "En 2010 se esparcieron por la Ondarreta 21.000 metros c¨²bicos de arena y no sirvi¨® para nada", afirma.
Los estudios realizados por Aranzadi, tras analizar las piedras que se extrajeron durante el verano de 2016, concluyen que una gran parte de los "¨¢ridos gruesos" almacenados en la Ondarreta es "hormig¨®n de diferentes clases", perteneciente a las construcciones que se han levantado en este arenal en los ¨²ltimos 140 a?os. Son escombros que en su d¨ªa fueron abandonados cuando se construy¨® un campo militar de maniobras en 1873, bloques de piedra de la antigua c¨¢rcel de Ondarreta que se derruy¨® en 1949, mojones de la antigua rampa de acceso e incluso vestigios de las instalaciones h¨ªpicas de comienzos del siglo XX.
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