?Es caro ir al cine en Espa?a?
El precio medio ronda los 6 euros y 7,27 en fin de semana. Las diferencias entre provincias llegan al 148%
?Es caro ir al cine en Espa?a? Depende. ?Qui¨¦n decide el precio de las entradas? Al contrario que en el resto de Europa, el coste de ir a ver una pel¨ªcula viene bastante marcado por los distribuidores y no por los exhibidores, los due?os de las salas.
Como en otros pa¨ªses, las entradas de los cines espa?oles iban subiendo poco a poco con los a?os: en 2009, costaban una media de 6,1 euros; en 2012 eran 6,52 y 6,59 al a?o siguiente. Pero la crisis y el ¨¦xito de la Fiesta del Cine cambiaron las pol¨ªticas de los propietarios de las pantallas. Hab¨ªa que apretarse el cintur¨®n, reducir m¨¢rgenes y lanzar tarjetas de fidelizaci¨®n. Ello llev¨® a que en 2014 el precio medio bajase a 5,89 euros. Hoy, ronda los seis euros y 7,27 los fines de semana, seg¨²n la Federaci¨®n de Cines de Espa?a (Fece), la patronal de los exhibidores. En Europa, algunos pa¨ªses han luchado contra la crisis congelando precios (Francia y Holanda). De media, ir al cine en la UE costaba 7,5 euros en 2015 y 7,1 el a?o pasado, seg¨²n el Observatorio Europeo del Audiovisual.
El precio medio?en la UE se situaba en 7,1 euros el a?o pasado
Ver un film resulta barato en comparaci¨®n con otras ofertas de ocio (ir a un concierto cuesta de media 12,60 euros); lo caro son los extras: aparcamiento, palomitas, refrescos... Se nota en las Fiestas del Cine, que cada seis meses se celebra en casi todas las ciudades con entradas a 2,90. Esos tres d¨ªas, las salas pierden dinero con las proyecciones y lo ganan con la comida y la bebida.
No en toda Espa?a se paga lo mismo: las diferencias entre provincias llegan al 122,2% en fin de semana y el 148% en d¨ªas laborables, teniendo en cuenta el local m¨¢s caro y el m¨¢s barato, seg¨²n la asociaci¨®n de consumidores FACUA. Barcelona es la ciudad m¨¢s cara y Melilla la m¨¢s barata. Incluso en una misma multisala hay pel¨ªculas m¨¢s caras que otras: la cadena Cinesa recarga un euro la entrada de los blockbusters durante los primeros d¨ªas de exhibici¨®n.
?Pueden abaratarse las entradas? Exhibidores y peque?os distribuidores responden que no. Y la culpa la tiene la burbuja inmobiliaria: hasta la desaforada construcci¨®n de centros comerciales, los due?os de los cines impon¨ªan sus normas. ¡°Se creci¨® pensando en que en todos los centros comerciales hubiera cines y por tener un taquillazo para competir con el de enfrente, se cedi¨® a las peticiones de las majors¡±, los grandes estudios y distribuidoras de Hollywood, resalta Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de Fece. Cuando presid¨ªa la Academia de Cine, Enrique Gonz¨¢lez Macho lamentaba el sobredimensionado parque de salas: ¡°Lo normal ser¨ªa una pantalla por cada 25.000 habitantes y estamos en una por cada 14.000. Y mal repartidas; en muchas capitales no hay ni una¡±. En Francia, para abrir una sala hay que cumplir unas normas de distancia m¨ªnima con respecto a otras.
?D¨®nde va el dinero de cada entrada? Un 43% es para el distribuidor y otro 33% para el exhibidor, aunque son porcentajes muy variables. Las majors suelen pedir el 55% y lograr hasta el 60%. Los independientes a veces se quedan en el 35%. El IVA supone otro 21% y las entidades de gesti¨®n de derechos intelectuales reciben el 3%.
El porcentaje del distribuidor decrece seg¨²n pasan las semanas en la cartelera, pero ya ha habido taquillazos cuyas distribuidoras han seguido percibiendo el 60% de cada entrada incluso en la cuarta semana. En Francia, el porcentaje de las majors la primera semana no supera el 50% y la media es el 40%. En Alemania, el m¨¢ximo se sit¨²a en el 45% y en Reino Unido no llega al 35%.
Los exhibidores espa?oles han bajado los precios reduciendo sus m¨¢rgenes. De ah¨ª que vayan cerrando salas y solo sobrevivan las grandes cadenas con muchas pantallas.
El ¨²ltimo gran problema es la escasa taquilla: muchas salas, pocos espectadores. Hace cuatro a?os, la media de ocupaci¨®n ascend¨ªa al 12%. A falta de cifras oficiales, los due?os de los cines aseguran que la coyuntura actual es mejor, pero que el negocio se reduce al fin de semana. Con m¨¢s p¨²blico, incluso los precios podr¨ªan bajar algo. Y es que no todo es culpa del IVA...
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