Un vasco en la ¡®corte¡¯ neoyorquina de la Cosa Nostra
La reciente detenci¨®n de 19 dirigentes del clan Lucchese revela el destacado papel jugado por el bilba¨ªno Carmelo Garc¨ªa, tambi¨¦n arrestado.
Se hab¨ªa italianizado el nombre. De Carmelo a Carmine. Tambi¨¦n hab¨ªa conseguido la nacionalidad estadounidense. Y, sin embargo, segu¨ªa renovando puntualmente su DNI para seguir siendo espa?ol. Es Carmelo Garc¨ªa Babarro, un vasco nacido hace 65 a?os en Bilbao al que el FBI acusa de trabajar para una de las cinco grandes familias de la Cosa Nostra que dominan Nueva York: el clan Lucchese. Carmelo -o Carmine, como le gustaba a ¨¦l que lo llamasen- hab¨ªa escalado hasta el puesto m¨¢s alto que la mafia estadounidense reserva para un no italiano: la condici¨®n de associate. Un puesto que deb¨ªa afianzar de las dos ¨²nicas manera que un clan contempla: cometiendo un asesinato o enriqueciendo a la organizaci¨®n.
Hab¨ªa optado por la segunda y, para ello, pretend¨ªa facilitar supuestamente la entrada de un cargamento de coca¨ªna en Espa?a. No pudo cumplirlo porque el pasado 31 de mayo las autoridades estadounidense desarrollaban la Operaci¨®n Brooklyn y lo deten¨ªan junto a otros 18 presuntos integrantes del grupo, entre ellos los tres m¨¢ximos jefes. Un arresto del que fueron testigos privilegiados dos agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que hab¨ªan seguido los pasos del vasco en sus dos ¨²ltimos viajes a Espa?a para recabar parte de las pruebas que permitir¨ªan finalmente desmantelar al temido clan Lucchese.
Hijo de Renato y Piedad, Carmelo resid¨ªa en Hawthorne, un barrio del vecino estado de Nueva Jersey, junto a su mujer e hijo, ambos de nacionalidad estadounidense. Integrante de otra de las familias mafiosas de Nueva York, los Bonanno, su papel de associate permit¨ªa al ciudadano espa?ol mantener relaci¨®n con otras familias famosas, entre ellas los Lucchese. Su contacto en este clan era Tindaro Corso,?Tino, uno de los caporegimes -el segundo escal¨®n de la jerarqu¨ªa del clan mafioso-, Seg¨²n las investigaciones del FBI, ambos pretend¨ªan organizar una entrada en Espa?a de un importante alijo de coca¨ªna procedente de Argentina. Para ello, el grupo mafioso iba a disolver la droga en el vino de un cargamento de botellas.
El ciudadano vasco, conocido dentro del clan como Spanish Carmine (Carmine el Espa?ol) organiz¨® dos viajes a Espa?a supuestamente para concretar los detalles de dicho env¨ªo. El primero, en el verano de 2016. Entonces se desplaz¨® desde Nueva York a Alicante, tras hacer escala en Madrid, acompa?ado de su mujer y su hijo.Un viaje del que fue advertida la Guardia Civil, lo que permiti¨® seguir sus pasos de cerca durante la semana que permaneci¨® en la ciudad costera. Los investigadores sospechaban que Carmelo pod¨ªa intentar convencer a algunos due?os de restaurantes para que aceptaran figurar como destinatarios de la partida de vino que iba a contener la droga.
Sin embargo, la estrecha vigilancia a la que fue sometido por la Guardia Civil no arroj¨® resultados. Fue a la playa, se reuni¨® con familiares -su hermana reside en la localidad levantina- y acudi¨® al cementerio donde est¨¢ enterrada su madre, aunque curiosamente a visitar la tumba de un amigo y no la de su progenitora. Sin embargo, los agentes no detectaron en ning¨²n momento que mantuviera reuniones con grupos mafiosos locales ni con due?os de restaurantes. Tras siete d¨ªas de descanso, Carmine El Espa?ol volvi¨® a EE UU junto a su familia.
M¨¢s fruct¨ªfero para la investigaci¨®n result¨® su segundo viaje, tambi¨¦n a Alicante. Este se produjo entre el 29 de marzo y el 4 de abril pasado y en esta ocasi¨®n viaj¨® solo. En la ciudad costera se reuni¨® con Tindaro Corso, dirigente del clan Lucchese que hab¨ªa volado a Espa?a tras hacer escala previa en la isla de Sicilia, origen de la familia mafiosa. Alojados los dos en el Hotel Meli¨¢ de la ciudad, situado junto a la playa del Postiguet, los d¨ªas de los dos mafiosos pasaron con relativa calma. Ma?anas bronce¨¢ndose en el solarium que el hotel ten¨ªa en la azotea del edificio. Ba?os en la playa y la piscina. Comidas en restaurantes. Una visita a Benidorm. Y salidas nocturnas. La mayor¨ªa de las veces, a bares de copas. En una ocasi¨®n, a un club de striptease.
Todo ello, bajo el estrecho control de los agentes de la UCO, que grabaron en v¨ªdeo buena parte de sus paseos por la ciudad en bermudas y sencillas camisetas que les hac¨ªan parecer ociosos jubilados norteamericanos y no dos mafiosos planeando la supuesta llegada de un alijo de droga. Dos meses despu¨¦s, ambos eran detenidos en EE UU. Corso, en Nueva York. Carmelo Garc¨ªa, en su domicilio en Nueva Jersey. Cuando fue trasladado a las oficinas que el FBI tiene en el norte de Manhattan, el vasco se cruz¨® con los dos guardias civiles desplazados para colaborar en las detenciones. Los mir¨®, pero no dijo nada. Tampoco en el interrogatorio al que le sometieron a un primer interrogatorio. Acusado de conspiraci¨®n para el tr¨¢fico de drogas, apuestas ilegales, contrabando de tabaco y organizaci¨®n criminal, entre otros delitos, la fiscal¨ªa de Nueva York baraja pedir cadena perpetua para ¨¦l. Si es as¨ª, ya no podr¨¢ renovar su DNI. El actual le caduca en 2019.
El 'boss', su mano derecha y el 'consegliere'
La operaci¨®n policial en la que cay¨®
Carmine, el Espa?ol
descabez¨® el clan Luchese. Entre los detenidos se encuentra el
boss
, Matty Madonna; su mano derecha o
underboss,
Steven Crea,?y el
consigliere
, Joseph Dinapoli. Junto a ellos fueron arrestados sus cuatro
caporegimes
: Steven Crea Jr, Dominic Truscello, John Castelucci?y Tindaro Corso, el hombre que se reuni¨® con Carmelo Garc¨ªa en Alicante. Tambi¨¦n cayeron los denominados
soldiers
Christopher Londonio, Josep Datello, James Mafucci y Joseph Venice.
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