Marruecos, frente a un espejo inc¨®modo
El origen de 11 de los 12 miembros de la c¨¦lula yihadista da?a la imagen de un pa¨ªs que mantiene una lucha implacable contra el terrorismo
Los abuelos de Younes Abouyaaqoub, el autor de la matanza de Barcelona, dec¨ªan que el nieto se hab¨ªa educado fuera de Marruecos. Los polic¨ªas marroqu¨ªes insist¨ªan en que esos j¨®venes criminales son una excepci¨®n, casos aislados, en un pa¨ªs donde impera el islam tolerante. En Aghbal¨¢, el pueblo donde naci¨® el asesino m¨¢s joven, Moussa Oukabir, de 17 a?os, abatido en Cambrils (Tarragona), los vecinos tambi¨¦n remarcaban que el chico apenas ten¨ªa contacto con el pueblo, que ven¨ªa cada cuatro a?os.
Todo eso puede ser verdad. Y, sin embargo, el problema no es nada ajeno a Marruecos. Lo explicaba esta semana el columnista Karim Boukhari en el medio digital Le360: ¡°Nuestra enfermedad nos lleva a la ceguera. El discurso dominante es ese que dice: ¡®No, esto no tiene nada que ver con el islam. No, eso no tiene nada que ver con Marruecos¡¯. El problema es que eso tiene que ver con nosotros, eso tiene que ver con el islam (o con el componente belicoso del islam, ?porque existe!), con la ense?anza, con la interpretaci¨®n del islam, tiene relaci¨®n con la educaci¨®n que dispensamos a nuestros hijos.
Tiene que ver con todo eso ?y mucho!¡±. Disculpen la extensi¨®n de la cita, pero merece la pena atender el razonamiento de Boukhari: ¡°El ISIS ha podido ser impulsado, en un momento dado, por el cinismo de las grandes potencias y los juegos geoestrat¨¦gicos en el Pr¨®ximo y Medio Oriento. Es cierto. El ISIS es un monstruo. Ha sacado beneficio, tambi¨¦n, del desarraigo de la juventud magreb¨ª en Europa. El Estado Isl¨¢mico ha ofrecido a esta juventud desesperada un billete para el para¨ªso. Y eso es una oferta que no se rechaza¡±. ¡°Pero este gigantesco fraude que es el ISIS es primero el producto de nuestras sociedades enfermas. Enfermas de su educaci¨®n y de esta lectura totalmente sesgada del pasado (nosotros ¨¦ramos los m¨¢s grandes) y del presente (la culpa es de los otros si no somos los m¨¢s grandes, mat¨¦mosles, erradiqu¨¦mosles y seremos los m¨¢s grandes). Enfermos porque somos incapaces de mirarnos delante del espejo y de hacernos cargo de la situaci¨®n¡±.
El analista concluye: ¡°S¨ª, somos nosotros. Eso forma parte de nosotros¡±. Nadie mejor que la polic¨ªa marroqu¨ª sabe hasta qu¨¦ punto Marruecos sigue generando yihadistas. Los 12 miembros de la c¨¦lula de Barcelona, excepto uno de Melilla, nacieron en Marruecos. Pocas horas despu¨¦s de la matanza de Barcelona, un marroqu¨ª de 18 a?os mat¨® en Finlandia a dos mujeres con un cuchillo en la ciudad de Turku. Y meses antes, el cerebro de los atentados de noviembre de 2015 en Par¨ªs, el belga-marroqu¨ª Abdelhamid Abaaoud, de 29 a?os, fue localizado y abatido en el norte de Par¨ªs gracias a una informaci¨®n clave facilitada por la polic¨ªa marroqu¨ª.
El entonces presidente de Francia, Fran?ois Hollande, recibi¨® pocos d¨ªas despu¨¦s en el El¨ªseo al rey Mohamed VI en se?al de agradecimiento. Todo eso por no hablar de los 1.500 yihadistas que partieron de Marruecos para unirse al Estado Isl¨¢mico en Siria. Ah¨ª no se incluyen los de origen marroqu¨ª que llegaron desde Francia, B¨¦lgica o Espa?a. Todo eso lo sabe muy bien la polic¨ªa marroqu¨ª, que no deja pasar un mes sin detener a alguna c¨¦lula que prepara un atentado en nombre del ISIS. El Estado marroqu¨ª combate al terrorismo yihadista de forma muy eficaz en muchos frentes: desde la formaci¨®n de imanes, hasta los indultos a los salafistas condenados por los atentados de Casablanca de 2003 que reniegan de la violencia, pasando por la colaboraci¨®n muy estrecha con la polic¨ªa de Espa?a y de Francia. Pero todo eso no basta si no se afronta la situaci¨®n con realismo.
El mecenas ideol¨®gico
Son muy pocas las voces que hablan en el Magreb con tanta claridad como Boukhari. Sobresale, eso s¨ª, la del escritor argelino Kamel Daoud, quien apela a que Occidente mire tambi¨¦n ante el espejo su relaci¨®n con la ¡°teocracia¡± de Arabia Saud¨ª, ¡°principal mecenas ideol¨®gico de la cultura islamista¡±. En un reciente art¨ªculo, Daoud escribi¨®: ¡°El ISIS tiene una madre: la invasi¨®n de Irak. Pero tiene tambi¨¦n un padre: Arabia Saud¨ª y su industria ideol¨®gica. Si la intervenci¨®n occidental ha dado razones a los desesperados en el mundo ¨¢rabe, el reino saud¨ª les ha dado creencias y convicciones. Si no comprendemos eso, se perder¨¢ la guerra aunque se ganen las batallas. Mataremos a yihadistas pero renacer¨¢n en las pr¨®ximas generaciones y alimentados por los mismos libros¡±. La lucha contra el yihadismo promete ser larga y complicada. El espejo ser¨¢ un arma clave. Pero nada f¨¢cil de usar.
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