El Atl¨¢ntico como m¨¢quina perfecta para crear huracanes
Adem¨¢s del Irma, el Centro Nacional de Huracanes de Miami tiene avisos por el Katya y el Jos¨¦
Mientras muchos estamos deseando la llegada de las primeras bajadas de temperatura propias del oto?o, al otro lado del charco est¨¢n viviendo el apogeo de la temporada de huracanes. Tras las consecuencias catastr¨®ficas de Harvey en Houston la ¨²ltima semana de agosto, la atm¨®sfera sobre el Atl¨¢ntico parece no dar tregua.
Esta semana, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) situado en Miami, responsable de la monitorizaci¨®n y las predicciones de los huracanes en esta ¨¢rea, tiene activados avisos por tres huracanes simult¨¢neamente: Irma, Katya y Jos¨¦. Aunque el protagonismo se lo est¨¢ llevando el primero, por su virulencia, el hurac¨¢n Katya, que afecta al golfo de M¨¦xico, es de categor¨ªa 1 en la escala de Saffir-Simpson (tiene un m¨¢ximo de cinco categor¨ªas), con vientos sostenidos de unos 130 kil¨®metros por hora. Tras el paso de Irma por las islas del Caribe, parece que se dirige hacia esa zona Jos¨¦, un hurac¨¢n de categor¨ªa 2 que mantiene vientos de 180 kil¨®metros por hora.
Katya y Jos¨¦ parecen poca cosa frente Irma, uno de los huracanes de categor¨ªa 5 m¨¢s recientes en el Atl¨¢ntico. Ha batido el r¨¦cord de vientos sostenidos, con 297 kil¨®metros por hora durante 33 horas consecutivas. Al superar la barrera de los 180 kil¨®metros por hora, el CNH lo considera un gran hurac¨¢n.
Otro de los indicadores de la virulencia de un hurac¨¢n es la baja presi¨®n de su ojo, es decir, donde el viento se detiene. Irma alcanz¨® los 914 hPa en su centro, e inmediatamente antes de su paso por Barbuda, los vientos eran de 240 kil¨®metros por hora. Seis minutos m¨¢s tarde, con su llegada, se produjo una calma total. Los vientos m¨¢s intensos se han registrado en un radio de 90 kil¨®metros desde el ojo y decrecen a los t¨ªpicos de una tormenta tropical, en el entorno de los 120 kil¨®metros por hora, en un radio de 250 kil¨®metros desde el centro.
Adem¨¢s de las consecuencias de los fuertes vientos, las grandes cantidades de precipitaci¨®n pueden producir inundaciones y corrimientos de tierra. Las grandes olas generadas por Irma, combinadas con la marea alta, pueden inundar amplias zonas costeras.
La presencia de este tren de huracanes parece estar causada por la combinaci¨®n de varios factores, siendo el m¨¢s destacable las aguas anormalmente c¨¢lidas del Atl¨¢ntico. Los huracanes se generan cerca del Ecuador, donde las aguas c¨¢lidas transmiten su calor al aire favoreciendo su ascenso. Estos ascensos de aire dan lugar a ¨¢reas con una presi¨®n baja, similares a las borrascas de nuestras latitudes, que facilitan la organizaci¨®n de tormentas. Este tipo de sistemas, al apartarse del paralelo cero y habitualmente en direcci¨®n oeste, pueden adquirir movimiento rotatorio y seguir intensific¨¢ndose.
El aire sobre aguas sobrecalentadas ser¨¢ el aporte de combustible que propicia su fortalecimiento, y solo se debilitar¨¢n al tocar tierra o si las corrientes a diferentes alturas de la atm¨®sfera lo desmoronan. Es algo similar a una olla con agua caliente en el fuego. Si mantenemos el fuego encendido, el agua se pondr¨¢ a hervir, y veremos c¨®mo el vapor asciende en vertical y hay una nube de vapor justo encima de la olla. Si generamos una corriente abriendo una ventana, la nube se dispersa por el resto de la cocina.
Aunque el calentamiento global est¨¢ produciendo un aumento de la temperatura de los oc¨¦anos, lo que supone un aumento del combustible de huracanes, a¨²n no existe evidencia cient¨ªfica en que ello conduzca a aumento en su intensidad o frecuencia.
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