Los alumnos m¨¢s desfavorecidos tienen un riesgo hasta 11 veces mayor de repetir curso

Los escolares espa?oles con menos recursos socioecon¨®micos tienen hasta 10,9 veces m¨¢s opciones de repetir curso y 2,9 veces de lograr un mal resultado en las pruebas de la OCDE, seg¨²n los datos de Pisa 2015. Pese a las cifras, Espa?a es el segundo pa¨ªs de Europa con menos diferencias acad¨¦micas entre escolares por estatus. En 2015, el 39,2% de los m¨¢s desfavorecidos sac¨® en ciencias m¨¢s calificaci¨®n que la prevista, mientras en la UE fue del 29,2%.

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En 2015 la OCDE puso nombre a esa capacidad de los estudiantes para alcanzar resultados por encima de las expectativas precedibles por su estatus socioecon¨®mico: resiliencia. Y a estas cifras se ha dedicado un apartado en el estudio Indicadores comentados sobre el estado educativo espa?ol de la Fundaci¨®n Areces y la Fundaci¨®n Europea Sociedad y Educaci¨®n. En 2006, un 28% de los espa?oles del cuartil con menos recursos socioecon¨®micos ¡ªse miden las posesiones, el nivel de estudios de los padres y el desempleo en el hogar¡ª sacaba mejor nota de la prevista y en 2015 la cifra creci¨® hasta el 39%.

El autor del documento, Pau Mar¨ª-Klose, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Zaragoza, no olvida que ¡°desde muy temprano, en entornos desfavorecidos, se advierten diferencias acad¨¦micas en la escuela. Tienen m¨¢s posibilidades de terminar haciendo un itinerario (Formaci¨®n Profesional) con menos proyecci¨®n que el resto¡±. Los estudiantes sin recursos se enfrentan a 2,9 m¨¢s opciones de sacar un mal resultado en Pisa que el cuartil de escolares m¨¢s privilegiados socioecon¨®micamente y 10,9 m¨¢s posibilidades de repetir curso. ¡°Pero hay un porcentaje variable que se sobrepone a las estad¨ªsticas¡±, cuenta esperanzado.

Mar¨ª-Klose no cree que la resiliencia se deba tanto al talento de los chicos, ¡°eso es una loter¨ªa¡±, sino a otros factores que van m¨¢s all¨¢ de la constancia o la confianza en uno mismo. Lo achaca a que muchos padres se implican m¨¢s que antes en la educaci¨®n de los hijos, hay m¨¢s comunicaci¨®n, exigencia y un entorno afectivo m¨¢s favorable. Tambi¨¦n inciden, piensa, unas escuelas con unos docentes muy entusiastas ¡°que inculcan una forma de ver el mundo y que son capaces de corregir trayectorias de desafecci¨®n que aparecen muy temprano, antes de los 10 a?os¡±.

El soci¨®logo tambi¨¦n subraya el ¨¦xito del Programa de Acompa?amiento y Apoyo Escolar (PROA), que se puso en marcha con los socialistas en 2004 y que dej¨® de financiar el popular Jos¨¦ Ignacio Wert en 2013. Mar¨ª-Klose cree que esta falta de respaldo a los m¨¢s excluidos desde 2012 ¡ªal aumentar el ratio de alumnos por clase y menguar los medios¡ª pasar¨¢ factura a medio plazo, pero no en estos escolares que llegaron a aprovechar algunos a?os del PROA. Tener acceso a actividades extraescolares, medios de transporte o bibliotecas tambi¨¦n condiciona el rendimiento

La crisis econ¨®mica tambi¨¦n ha incluido en este cuartil desfavorecido a parejas de clase media que han perdido el trabajo y que se preocupan m¨¢s de los estudios de sus hijos (a m¨¢s nivel formativo de los padres, m¨¢s implicaci¨®n) que los que nunca han salido de la exclusi¨®n.

El cuartil m¨¢s aventajado socioecon¨®micamente no responde, sin embargo, a los resultados que se esperan en Pisa. Mar¨ª-Klose explica que a diferencia de otros pa¨ªses, en Espa?a ¡°no hay sensibilidad por bienes culturales de excelencia¡±. Es decir, los ni?os no crecen rodeados de libros ni se fomenta el arte.

Mar¨ª-Klose opina que en el bajo rendimiento de los m¨¢s acomodados incide que hay escuelas concertadas y privadas que no han encontrado la manera de despertar el inter¨¦s de sus disc¨ªpulos. Eso explica que apenas el 7% de todos los escolares espa?oles lograra una puntuaci¨®n muy alta en la prueba de matem¨¢ticas de Pisa 2015, frente al 11% de la OCDE.

El soci¨®logo Julio Caraba?a resume con iron¨ªa la actitud de los m¨¢s enriquecidos: ¡°Yo les llamar¨ªa chicos voluntariosos. Que insisten en contradecir lo que les est¨¢ predeterminado¡±. ?Caraba?as ha centrado sus esfuerzos en este informe en la tasa de repetici¨®n y concluye que la crisis econ¨®mica no solo devolvi¨® a las aulas a quienes hab¨ªan dejado de estudiar sin formaci¨®n, sino que mantuvo escolarizados a los potenciales repetidores. De esa forma, en 2004 el 58.4% de los ni?os de 15 a?os no hab¨ªa suspendido nunca un curso, frente al 63,9% en 2015. Caraba?a se plantea si los alumnos se enmendaron ante un futuro laboral negro, pero no se atreve a sentar c¨¢tedra.