La fiebre de las banderas
La venta de ense?as de Espa?a se ha multiplicado en las ¨²ltimas semanas por el refer¨¦ndum en Catalu?a
"Quer¨ªa una bandera". La frase se escucha hasta cuatro veces en apenas diez minutos. Es la una de la tarde y el goteo de clientes en una conocida tienda de telas del centro de Madrid en busca de una insignia espa?ola es continuo. La escena se repite en un bazar asi¨¢tico de la calle Fernando el Cat¨®lico, a pocos kil¨®metros de distancia, donde una se?ora compra un par de banderines. El barrio cambia, pero la respuesta de los comerciantes es la misma: "Las ventas de estos d¨ªas no se pueden comparar con nada", asegura ?ngel Paniagua, due?o de Fieltros Ollero, uno de los comercios de tejidos con m¨¢s tradici¨®n de la capital. ?El motivo?, lo tiene claro: el refer¨¦ndum del 1 de octubre en Catalu?a.
En el interior del local, las cajas con banderas espa?olas se esparcen por los mostradores. "Acabamos de recibir unas pocas. Se nos hab¨ªan agotado", explica uno de los empleados. Solo en el ¨²ltimo mes, en este comercio cercano a la Puerta del Sol se han vendido alrededor de 300 banderas y 1.000 metros de tela con los colores de la insignia nacional. "La gente comenta que es para demostrar que somos Espa?a y estamos unidos", cuenta Paniagua.
El abanico de precios es amplio. Desde 4 euros por una bandera grande en un bazar chino hasta 30 euros en un comercio tradicional como Condecoraciones Celada, en la calle Mayor. "Depende de la calidades", se?ala Esperanza Hern¨¢ndez, due?a de negocio, que solo recuerda un precedente igual en cuanto a ventas: los d¨ªas posteriores a los atentados del 11 de marzo.
Las cifras de fabricaci¨®n tambi¨¦n han sobrepasado todas las predicciones. Sosa Dias presume de ser la ¨²nica empresa que estampa banderas en Espa?a. Con unas ventas habituales de entre 400 y 600 banderas al mes, en los ¨²ltimos 50 d¨ªas han producido 37.000, 10.000 de ellas para Catalu?a. "Preve¨ªa un aumento por los partidos de la Selecci¨®n y la fiesta de la Hispanidad, pero nunca pens¨¦ que se iba a disparar como se dispar¨®", dice Jos¨¦ Lu¨ªs Sosa-Dias, due?o de la f¨¢brica desde hace 36 a?os.?
Entre los compradores, se repiten las personas de mediana edad. Es el perfil de los sevillanos que se acercan desde el martes a comprar la bandera de Espa?a a una de las tiendas de souvenires del centro hist¨®rico de Sevilla, seg¨²n detalla Mar¨ªa ?ngeles Franc¨¦s, que regenta varios negocios de recuerdos de la ciudad. "Tenemos dos tama?os, uno peque?o, de siete euros, y otro de 80 por 1,20 metros, de nueve euros. Casi todos se llevan la grande", apunta la empresaria, que matiza que ha pedido en las ¨²ltimas horas 150 banderas m¨¢s a su proveedor en previsi¨®n de que aumenten las ventas hasta el domingo. "Cuando se las llevan dicen que se van muy orgullosos, las quieren para colgarlas en los balcones", a?ade Franc¨¦s
Tambi¨¦n los hay j¨®venes. Manuel Kasner, de 18 a?os, sostiene en su mano la bandera que acaba de adquirir para un amigo en Madrid. "Me parece un orgullo que la gente sepa que ser espa?ol es importante. Yo voy a defender a Espa?a", afirma convencido. Apenas unos minutos antes, en un comercio cercano, Miguel Juez, de 25 a?os, compraba dos ense?as por 30 euros cada una. "Mis padres se lo hab¨ªan planteado y aprovechamos que mi hermano lo sugiri¨®", cuenta.
Fachadas decoradas
Balcones y ventanas son el destino que aguarda a la mayor¨ªa de las banderas. En el n¨²mero 16 de la calle Arapiles -en el distrito de Chamber¨ª, en Madrid- se cuentan hasta 15. "Suelen ponerlas por el D¨ªa de la Hispanidad, pero este a?o han puesto algunas m¨¢s por el tema de la independencia. En el tercero pon¨ªan dos pues ahora hay cinco", explica Gabriel Bravo, de 60 a?os y portero de la finca.
Al volver la esquina, en la Plaza del Conde Valle Suchil, los colores rojo y amarillo salpican el resto de fachadas. Mar¨ªa Victoria Gonz¨¢lez, de 82 a?os, vive en el n¨²mero 17 y, al igual que muchos de sus vecinos, ha decidido adornar su balc¨®n. "Es una manera de manifestarse sin follones", asegura. Una opini¨®n que contrasta con la de Pilar P¨¦rez, de 62 a?os, para quien las banderas "solo excluyen". En el barrio de Malasa?a, donde reside P¨¦rez, el n¨²mero de balcones decorados se reduce de manera considerable.?
En otras ciudades de Andaluc¨ªa como C¨®rdoba hay vecinos que las han colocado por el centro de la ciudad, una zona donde predomina el voto conservador. En C¨¢diz, M¨¢laga y Granada tambi¨¦n se ven algunas colgadas. O como ejemplo, en la localidad jiennense de Baeza, las calles del centro se han visto plagadas con la ense?a durante esta semana. "La gente ha aprovechado que ya tiene las banderas en sus casas, porque es tradicional lucirlas en Semana Santa y el Corpus, y a t¨ªtulo personal han decidido exponerlas", informan fuentes municipales.
Pero no solo los edificios de viviendas lucen banderas en sus fachadas. Tres de las cinco plantas del Hotel Moderno, en la calle Arenal, est¨¢n cubiertas de lado a lado con los colores del emblema nacional. "Lo ponemos en defensa del Estado de derecho y en solidaridad con los catalanes, que quieren expulsarlos de su ciudad", argumenta Santiago Bello, director del establecimiento. Mientras, una transe¨²nte inmortaliza la decoraci¨®n con el m¨®vil. "Me gusta que haya banderas espa?olas. He visto pocas para las que ten¨ªa que haber", sentencia.
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