La econom¨ªa no asume el relato
La tensi¨®n pol¨ªtica no se refleja en los mercados, que conf¨ªan en la ¨®smosis de Catalu?a con el resto de Espa?a
El lenguaje b¨¦lico que ha engendrado el proc¨¦s tanto se recrea en la premonici¨®n del choque de trenes como hace inventario de los puentes rotos entre Madrid y Barcelona. Parecen ya dinamitadas casi todas las comunicaciones pol¨ªticas, institucionales y medi¨¢ticas, pero llama la atenci¨®n la incolumidad, la corpulencia, del puente de la econom¨ªa.
Se dir¨ªa incluso que permanece no ya indemne, sino fortalecido en la argamasa que proporcionan los indicadores objetivos (crecimiento, exportaciones, empleo, dep¨®sitos). En sentido abstracto, el mundo financiero no ha asumido el relato de la ruptura ni de una deriva similar. Y en sentido concreto, los proveedores y los clientes se conf¨ªan a la rutina de la rec¨ªproca prosperidad.
¡°El puente de la econom¨ªa entre Espa?a y Catalu?a no se puede romper¡±, explica a EL PA?S en su despacho Juan Rosell, empresario catal¨¢n y presidente de la patronal espa?ola (CEOE). ¡°Entre las empresas catalanas y las del resto de Espa?a hay una aut¨¦ntica ¨®smosis. Tenemos tanta historia, y est¨¢ tan consolidada la relaci¨®n, que no podemos pensar en nada fuera de la realidad. Somos el pa¨ªs de Europa que m¨¢s crece, donde m¨¢s aumentan el empleo y el consumo. Y hay un dato espectacular que son las exportaciones. Esa es la realidad¡±.
La conclusi¨®n de Rosell sobrepasa el estado de psicosis que arrojan algunas informaciones apocal¨ªpticas. No hay fundamento cient¨ªfico de un boicoteo a los productos catalanes ni puede concluirse que est¨¦ produci¨¦ndose una fuga masiva y preventiva de empresas en reacci¨®n al independentismo. ¡°Ser¨ªa un error vincular procesos de deslocalizaci¨®n al escenario de temor¡±, explica el catedr¨¢tico y economista Emilio Ontiveros. ¡°Desde luego, no habr¨ªa aumentado la inversi¨®n extranjera, tal como est¨¢ sucediendo. Intervienen otras variantes, log¨ªsticas o de consideraci¨®n fiscal.
Catalu?a ha crecido m¨¢s que la media de Espa?a. Ha recibido flujos de capital en concepto de inversi¨®n directa en mayor medida que otras comunidades. La tasa de natalidad empresarial neta es m¨¢s que aceptable. Las exportaciones han sido favorables. Probablemente el buen comportamiento de las variables financieras, tanto las correspondientes a Catalu?a como a Espa?a, tiene que ver con la presunci¨®n de que la mayor parte de los inversores, las agencias, est¨¢n asumiendo que no habr¨¢ un desenlace dr¨¢stico que ponga el peligro el alto grado de integraci¨®n financiera que existe entre una econom¨ªa y la otra¡±.
La fortaleza del escenario actual no otorga el dogma de la infalibilidad a los mercados, menos a¨²n despu¨¦s del escarmiento que supuso el Brexit. Los analistas de JP Morgan recomendaban esta semana a sus clientes vender deuda espa?ola y posicionarse en Alemania o Portugal. Incluso la agencia Moody's, cuyos expertos han degradado la deuda de Catalu?a al rango de bono basura, alertaba del impacto negativo sobre el cr¨¦dito que conllevaba la crisis institucional, proponiendo una salida: m¨¢s autonom¨ªa fiscal en el marco del respeto constitucional.
¡°Claro que estamos preocupados¡±, explica Rosell. ¡°A nosotros nos gusta la seguridad, la estabilidad. Saber d¨®nde vamos, cu¨¢les son las leyes. A los problemas que tenemos de producci¨®n y de ventas, se ha unido el pol¨ªtico. Y con ese no contamos. Cuando vamos a un pa¨ªs queremos estabilidad, seguridad, legalidad. Y aqu¨ª tenemos un sobresalto. Y nos afecta y nos preocupa, pero estamos esperanzados de que esto se arregle¡±.
La preocupaci¨®n est¨¢ justificada en la inestabilidad pol¨ªtica y en el desconcierto de un episodio traum¨¢tico, m¨¢s todav¨ªa cuando el movimiento anticapitalista de la CUP ha asumido una posici¨®n de liderazgo en las riendas del desaf¨ªo. ¡°Es verdad que Catalu?a tiene una envergadura suficiente como para ser viable de forma independiente en t¨¦rminos econ¨®micos¡±, explica Ontiveros, a su vez presidente de Analistas Financieros Internacionales. ¡°Catalu?a representa el 20% del PIB del valor que produce Espa?a en un a?o. Ese es el tama?o de algunas econom¨ªas que hay en Europa. Lo que ocurre es que fuera del contexto actual, Catalu?a engendrar¨ªa un PIB inferior al que ahora engendra, sin considerar los costes de transici¨®n, empezando por un escenario de gran incertidumbre, cu¨¢nto sufrir¨ªa la deuda p¨²blica catalana, sin el respaldo del estado Espa?ol, las garant¨ªas del sistema p¨²blico de pensiones, las relaciones comerciales. Surgir¨ªan viscosidades en las relaciones comerciales. Acabar¨ªa perjudicada la renta per c¨¢pita de los catalanes, y de los espa?oles tambi¨¦n¡±.
El hipot¨¦tico trauma es la contraindicaci¨®n de un escenario de remontada. No ya por la espectacular escalada en Bolsa del Sabadell o de Caixabank sino porque el desempleo ha descendido en Catalu?a al 13% de la poblaci¨®n, el crecimiento del PIB en 2017 redondea el 3% y se ha revitalizado su balanza comercial en la ¨®smosis que mencionaba Rosell: Catalu?a es la comunidad que m¨¢s vende al resto Espa?a -datos de junio de 2017- y es la que tiene el mejor saldo comercial, con un super¨¢vit de 17.900 millones. Matiza Ontiveros que el camino de la independencia ser¨ªa irracional y demoledor. Tanto que los mercados y sus laboratorios no se lo creen.
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