¡°La traves¨ªa de los inmigrantes por el Mediterr¨¢neo es cada vez m¨¢s suicida¡±
Relato del dur¨ªsimo rescate de los cad¨¢veres de 26 muchachas nigerianas frente a las costas de Libia
Javier Moreno Susanna lleva 30 a?os en la Armada. Ha navegado hasta la Ant¨¢rtida y ha mandado la flota de la OTAN. Durante seis meses, en 2016, fue jefe de operaciones en el cuartel general en Roma de la Operaci¨®n Sophia de la UE, que lucha contra las redes de tr¨¢fico de inmigrantes, y desde el 31 de agosto, dirige su Estado Mayor embarcado en el buque espa?ol Cantabria e integrado por 45 militares de 15 nacionalidades.
Pero nada es comparable, admite, a vivir en primera persona jornadas como la del pasado d¨ªa 3, cuando el Cantabria rescat¨® a m¨¢s de 200 personas a punto de ahogarse y recuper¨® del Mediterr¨¢neo los cad¨¢veres de 26 mujeres; 20 de ellas muy j¨®venes, de entre 14 y 18 a?os.
Despu¨¦s de una semana de calma en la que la mala mar fren¨® las salidas de inmigrantes, explica en conversaci¨®n con EL PA?S desde el buque de mando de la UE, se produjo una verdadera avalancha, a raz¨®n de 2.000 personas diarias, que desbord¨® la capacidad de rescate de las marinas militares y las ONG que act¨²an en la zona.
El viernes por la ma?ana, el Centro de Coordinaci¨®n de Rescate Mar¨ªtimo de Roma avis¨® de la presencia de una embarcaci¨®n a unas 30 millas al norte de Tr¨ªpoli. El Cantabria lleg¨® al lugar indicado hacia las tres de la tarde y comenz¨® a rescatar a 146 personas hacinadas en una fr¨¢gil balsa de goma. Una de las rescatadas asegur¨® con angustia que su hijo y tres personas m¨¢s hab¨ªan ca¨ªdo al agua momentos antes y el helic¨®pero AB-212 se lanz¨® en su b¨²squeda.
No los encontr¨®, pero s¨ª divis¨®, a unas ocho millas, otra embarcaci¨®n semihundida a la que se agarraban desesperadamente sus ocupantes. Desde el helic¨®ptero espa?ol y un avi¨®n portugu¨¦s se lanzaron chalecos salvavidas y balsas de goma para permitir sobrevivir a los na¨²fragos mientras llegaba el Cantabria. El panorama que encontr¨® al llegar fue desolador: adem¨¢s de rescatar a 64 inmigrantes ¡ª22 mujeres, 36 hombres y seis ni?os¡ª, recuper¨® los cuerpos de 23 subsaharianas, propbablemente nigerianas, que flotaban entre dos aguas.
¡°Fue muy duro, pero en ese momento no tienes tiempo para la tristeza, hay que volcarse en atender a los supervivientes, que lo necesitan todo: est¨¢n agotados, hambrientos y desnudos¡±.
Monitorizando a la Guardia Costera libia
Pese al repunte de los ¨²ltimos d¨ªas, la llegada de inmigrantes irregulares a Italia (111.700 hasta noviembre) se ha reducido en un 30% respecto al a?o pasado, seg¨²n el Ministerio del Interior. En gran medida se ha debido a la dr¨¢stica ca¨ªda de las salidas desde Libia a partir de julio, que se atribuye al celo de la Guardia Costera libia, formada y equipada por los pa¨ªses de la UE.
El almirante Moreno admite que existe ¡°cierta coordinaci¨®n¡± con la Guardia Costera, aunque tambi¨¦n atribuye el irregular flujo de salidas a la pugna entre los se?ores de la guerra por controlar este negocio.
Ante las denuncias de violaci¨®n de los derechos humanos por parte de la Guardia Costera, la Operaci¨®n Sophia ha recibido el mandato de ¡°monitorizar¡± su conducta. ¡°No tengo constancia de que no est¨¦n respet¨¢ndolos, aunque evidentemente hay todav¨ªa mucho trabajo por hacer¡±, responde diplom¨¢ticamente el militar.
La prohibici¨®n de entrar en las aguas territoriales libias sigue limitando la eficacia de la lucha contra las mafias. Los contrabandistas lo saben y evitan salir de las 12 millas. Mientras se da o no ese paso, la misi¨®n europea ha asumido otras dos funciones: aplicar el embargo de armas y controlar el contrabando de petr¨®leo.
Respecto al primero, casi 1.000 buques han sido interrogados, 70 han recibido ¡°visitas amistosas¡± y tres han sido objeto de abordaje con autorizaci¨®n del pa¨ªs de bandera. En uno de ellos, que navegaba entre Misrata y Bengasi en septiembre pasado, se requisaron una veintena de fusiles y pistolas.
Dos de los rescatados, dos varones, llegaron cl¨ªnicamente muertos, explica el almirante. Despu¨¦s de 45 minutos de maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar, el equipo m¨¦dico del buque consigui¨® resucitarlos. No hubo tanta suerte con una mujer con la que tuvieron que darse por vencidos tras una hora larga de luchar contra la muerte.
Los cad¨¢veres de las 26 j¨®venes fueron izados uno a uno al Cantabria, fuera de la vista de sus compa?eros de traves¨ªa, y guardados en un contenedor frigor¨ªfico hasta que el domingo los desembarcaron en Salerno (Italia), donde aguardaban siete forenses para practicarles la autopsia. El almirante no cree que murieran violentamente, como se ha especulado, y sospecha que probablemente fue un golpe de mar el que desat¨® el p¨¢nico entre los ocupantes de la balsa provocando la tragedia.
¡°Las embarcaciones son cada vez m¨¢s fr¨¢giles y los traficantes las sobrecargan, de manera que los inmigrantes no pueden moverse. Si lo hacen, entra el agua y comienzan a hundirse. Al principio, utilizaban barcos de madera, ahora son balsas de pl¨¢stico de mala calidad, que apenas pueden recorrer unas pocas millas¡±.
?Por qu¨¦ todos los ahogados eran mujeres? Medios italianos han apuntado que eran v¨ªctimas de redes que traen a nigerianas a Europa para prostituirlas. El almirante Moreno no lo descarta, pero se?ala que, quiz¨¢ por su menor peso, los cuerpos de las mujeres estaban m¨¢s cerca de la superficie y advierte que, dadas las caracter¨ªsticas de la balsa, deber¨ªan ir a bordo hasta 140 inmigrantes, por lo que habr¨ªa medio centenar de desaparecidos.
Se suman a las casi 3.000 personas que han perdido la vida este a?o intentando cruzar el Mediterr¨¢neo, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones. Una traves¨ªa que resulta ¡°cada vez m¨¢s suicida¡±, advierte el almirante Moreno.
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