La pol¨¦mica en torno a ¡®Ciutat morta¡¯

Los hechos ocurrieron a las 6.20 del 4 de febrero de 2006 en la calle Sant Pere M¨¦s Baix, en el centro de Barcelona. Una casa albergaba, como cada fin de semana, una fiesta okupa. Cientos de personas segu¨ªan dentro. En la calle hab¨ªa cuatro agentes de la Guardia Urbana para evitar que el ruido molestara a los vecinos. A esa hora, lleg¨® un grupo de j¨®venes y desde dentro no les dejaron entrar. El grupo de reci¨¦n llegados se encar¨® entonces con la Guardia Urbana. Uno de los agentes, Juan Jos¨¦ Salas, de 39 a?os, recibi¨® un impacto en la cabeza que le dej¨® tetrapl¨¦jico.

Dos a?os despu¨¦s, en 2008, tres jueces de la Audiencia de Barcelona sentenciaron con penas de c¨¢rcel a cinco j¨®venes. En un recurso al Tribunal Supremo, los magistrados ampliaron la pena. Hoy aquel caso ha vuelto a la actualidad porque el principal acusado fue Rodrigo Lanza, que pas¨® cinco a?os en prisi¨®n, y ahora est¨¢ detenido como presunto asesino a golpes de Victor La¨ªnez en un pub de Zaragoza.

El documental Ciutat morta, estrenado en 2013, daba una versi¨®n alejada de las sentencias. Empieza con una grabaci¨®n casera desde una azotea con un mont¨®n de furgonetas de la Guardia Civil en la calle. Los r¨®tulos en pantalla dicen que hay una discusi¨®n entre asistentes a la fiesta y la Guardia Urbana. El siguiente r¨®tulo dice: ¡°La polic¨ªa carga contra los j¨®venes¡±, que es lo contrario que dice la sentencia. Solo entonces a?ade: ¡°Un objeto contundente impacta en la cabeza de un agente¡±.

Los autores del documental defendieron que daban la versi¨®n que los acusados no hab¨ªan podido dar en el juicio. La sentencia establece que tras encararse con los cuatro agentes, el grupo de j¨®venes a quien no hab¨ªan dejado entrar volvi¨® con piedras y palos. Uno de ellos, Rodrigo Lanza, tir¨® una piedra que dio en la cara de Salas.

El documental da una segunda hipot¨¦tica prueba de irregularidad. En 2011 fueron condenados dos agentes de la Guardia Urbana por haber torturado al hijo de un diplom¨¢tico de Trinidad y Tobago y tergiversar los atestados. Uno de ellos estuvo entre los cuatro agentes iniciales en Sant Pere M¨¦s Baix y el otro declar¨® en el juicio. El documental insin¨²a que podr¨ªan tambi¨¦n haber mentido y torturado en el caso de Rodrigo Lanza. En un debate en TV3 en enero de 2015, un representante de un sindicato policial pide que no se mezcle un caso con el otro: ¡°Son las mismas personas¡±, responde el abogado Jaume Asens, hoy tercer teniente alcalde de Barcelona, ¡°?o se desdoblan?¡±, y habla a continuaci¨®n de la ¡°credibilidad¡± de los agentes. Precisamente esta insinuaci¨®n -que un condenado por un delito tiende a ser culpable en otros- es la que quiere evitarse para Lanza en el caso de Zaragoza: ¡°Lo que pasa ahora con Rodrigo Lanza, que est¨¢ amparado todav¨ªa por la presunci¨®n de inocencia, no cambia en absoluto lo que pas¨® en el anterior juicio¡±, dice el abogado Gonzalo Boy¨¦, que le defendi¨® en 2008, pero que no lo volver¨¢ a hacer ahora.

La importancia del 15-M

A pesar de este supuesto esc¨¢ndalo, en 2008 el caso no provoc¨® ninguna crisis institucional. Barcelona estaba gobernada por el alcalde Jordi Hereu, apoyado por Iniciativa y ERC. Nadie pidi¨® entonces m¨¢s pruebas ni reabrir el caso.

Dos a?os antes de estrenarse el documental, en abril de 2011, una de las sentenciadas, Patricia Heras, se suicid¨® mientras estaba en tercer grado. Poco despu¨¦s un grupo de j¨®venes decidi¨® empezar a rodar Ciutat morta. Xavi Artigas, uno de sus directores, y Jes¨²s Rodr¨ªguez, guionista, han preferido no hablar con EL PA?S. En una entrevista en el digital Cr¨ªtic, Artigas dice que el 15-M cre¨® ¡°un clima de desconfianza con el poder que hace que mensajes como el de Ciutat morta puedan tener m¨¢s credibilidad¡±.

En estos casi 12 a?os, solo uno de los implicados en el caso no ha hablado: la familia del agente Salas. En 2015, Rosa Garc¨ªa, su mujer, grab¨® una entrevista en TV3 que pidi¨® luego que no se emitiera. A cambio, mand¨® una carta al programa: ¡°La actuaci¨®n fr¨ªvola de los que hablan con desconocimiento absoluto de causa es una nueva agresi¨®n a las que ya sufrimos las verdaderas v¨ªctimas de este caso¡±, dec¨ªa.

Un informe de la Comisi¨®n de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona no detect¨® nada en 2008 que invalidara el juicio: ¡°En el transcurso de las sesiones del juicio la comisi¨®n considera que no se produjeron incidencias de car¨¢cter grave que afectaran la apariencia de imparcialidad del tribunal¡±. De observador en esa comisi¨®n estaba el hoy concejal Asens. En el documental, Asens acusa a los jueces del proceso: ¡°Los jueces aplican la ley en base a su ideolog¨ªa. La supuesta neutralidad de los jueces, de la polic¨ªa, es falsa¡±, dec¨ªa. Asens no ha podido hablar con EL PA?S porque est¨¢ de baja m¨¦dica.

Hasta enero de 2015 poca gente fuera de c¨ªrculos activistas hab¨ªa visto el documental, que hab¨ªa ganado premios en festivales espa?oles. El s¨¢bado 17 de enero de 2015 se emiti¨® por la televisi¨®n catalana. Fue el programa m¨¢s visto del d¨ªa. El Parlament de Catalu?a hizo una declaraci¨®n conjunta donde ped¨ªa a la Fiscal¨ªa ¡°la conveniencia de revisar todas las actuaciones judiciales¡±. Pero no aparecieron nuevas pruebas ni testigos y el caso no se reabri¨®.

El fracaso de Ciutat morta a la hora de que se reabriera el caso no signific¨® que no cumpliera otros objetivos. El ¨¦xito del documental aglutin¨® otros casos de violencia policial en Barcelona de gravedad y sentencias dispares: la muerte del empresario Juan Andr¨¦s Ben¨ªtez, la p¨¦rdida del ojo de Esther Quintana, el desalojo de Can Vies o la Operaci¨®n Pandora contra anarquistas. Era algo que estaba en el ambiente. EL PA?S dedic¨® un editorial en 2014 a dos personas que murieron mientras eran detenidas por los Mossos y hablaba de ¡°demasiada casualidad¡±. ¡°En aquellos a?os las entidades y los profesionales de derechos humanos trabaj¨¢bamos de manera m¨¢s coordinada los casos y con mejor comunicaci¨®n, lo que hizo que se visibilizaran m¨¢s situaciones de violencia institucional¡±, dice Andr¨¦s. G. Berrio, abogado del centro Iridia.

Pero ninguno de esos casos ten¨ªa un potente documental detr¨¢s. En febrero de 2015 se hizo en las Cotxeres de Sants un acto multitudinario con muchos de esos casos con Ciutat morta como protagonista. El trasfondo era siempre el mismo: el sistema est¨¢ podrido y hay que cambiarlo. La crisis hab¨ªa dejado poso.

En mayo de 2015 se celebraron elecciones municipales. La lista m¨¢s votada fue la de Ada Colau, que se convirti¨® en alcaldesa con el apoyo del PSC. Ahora, tras la agresi¨®n mortal realizada supuestamente por Rodrigo Lanza en Zaragoza a La¨ªnez, que llevaba unos tirantes con la bandera espa?ola, la oposici¨®n acusa a la alcaldesa de haber aprovechado aquel vendaval, fomentado por unos de sus escuderos, Jaume Asens. ¡°Que tanta gente se tragara esta mentira cinematogr¨¢fica es el s¨ªntoma de que est¨¢bamos en un fin de etapa¡±, dice Carles Mart¨ª, concejal del PSC en Ciutat Vella en 2006. ¡°No creo que acabara influyendo en el voto, pero s¨ª en algo que no fue solo un fin de etapa municipal sino general en la sociedad catalana¡±, a?ade.

La concejal Gala Pin y Colau presentaron su campa?a municipal de 2015 en Ciutat Vella con Silvia Garc¨ªa, amiga de Patricia Heras. En el acto final de campa?a, Colau record¨® la figura de Heras y dijo que no se iba a ¡°resignar ante ning¨²n caso de persona an¨®nima que tenga que sufrir impunidad¡±. El exalcalde Xavier Trias dice haber pedido en privado explicaciones a su sucesora: ¡°Colau lo utiliz¨®. El uso pol¨ªtico fue vergonzoso. Le ped¨ª a la alcaldesa que deb¨ªa reflexionar¡±. El concejal del PSC, Jaume Collboni, ha pedido tambi¨¦n a Colau que pida perd¨®n. Trias recuerda ahora con sorna c¨®mo Colau ni siquiera cambi¨® al jefe de la Guardia Urbana que ten¨ªa ¨¦l: ¡°Ahora que mandan, la alcaldesa solo tiene elogios para la Guardia Urbana¡±, dice Trias.

Todo lo que responden desde fuentes municipales por ahora es esto: ¡°M¨¢ximo respeto por la investigaci¨®n policial y judicial, lamentar la muerte y expresar el p¨¦same, y pedir que no se haga un uso partidista del caso¡±. Respecto al uso pol¨ªtico que se hizo en 2015, esas mismas fuentes a?aden: ¡°La investigaci¨®n [la reapertura del caso] la pidieron en el Parlament todos los grupos pol¨ªticos¡±. Sin embargo, no lleg¨® a realizarse.