La justicia deja sin castigo la prostituci¨®n de dos menores en burdeles de Lugo
Dilaciones judiciales y una pol¨¦mica interpretaci¨®n de la fiscal¨ªa sobre la estrecha relaci¨®n entre el proxeneta y varios guardias civiles abocan la causa al archivo
Dos adolescentes de 17 a?os reci¨¦n llegadas a Espa?a desde Colombia y Ruman¨ªa fueron prostituidas en varios burdeles de Lugo entre 2004 y 2009, delante de las narices de guardias civiles asiduos a estos locales y dirigidas por un proxeneta que presum¨ªa de su estrecho compadreo con miembros de las fuerzas de seguridad. Una de ellas denunci¨® adem¨¢s en 2010 abusos sexuales y vejaciones por parte del due?o del club de alterne. La tardanza en interrogar a los acusados y el hecho de que la fiscal¨ªa considere "tratos de cortes¨ªa que no comprometen la imparcialidad" los regalos y consumiciones gratuitas en el prost¨ªbulo de las que gozaban los guardias dejar¨¢n sin castigo penal a los seis imputados, cuatro de ellos agentes del instituto armado.
La causa es una pieza separada del caso Carioca, el macrosumario abierto en Lugo en 2009 contra una presunta mafia policial de explotaci¨®n sexual de mujeres que acumula 270 tomos, 47 piezas y 150.000 folios. La juez Pilar de Lara, titular del juzgado n¨²mero 1 de esta ciudad gallega, ha investigado siete presuntos delitos, entre ellos abusos sexuales, prostituci¨®n coactiva, tr¨¢fico de influencias, revelaci¨®n de secretos, omisi¨®n del deber de perseguir delitos y cohecho impropio. Despu¨¦s de ocho a?os de pesquisas, la fiscal¨ªa ha pedido el archivo en un informe muy criticado por la Rede Galega contra a Trata y calificado de "machista" por partidos pol¨ªticos. Siendo el ministerio p¨²blico la ¨²nica acusaci¨®n personada (los hechos ocurrieron antes de la aprobaci¨®n en 2015 del Estatuto de la V¨ªctima que facilita la asistencia legal gratuita), el caso est¨¢ abocado al cierre.
El fiscal jefe de Lugo, Roberto Brezmes, que ha supervisado y defiende el informe, se?ala que los delitos de abusos y omisi¨®n del deber de perseguir delitos ya estaban prescritos cuando en mayo de 2016 las fiscales que solicitan ahora el sobreseimiento se hicieron cargo del caso. Brezmes atribuye la tardanza en tomar declaraci¨®n a los acusados a la magnitud de la Operaci¨®n Carioca, que ha desbordado los medios con los que cuentan los juzgados lucenses. Y sobre la exculpaci¨®n de los guardias civiles esgrime que "algunos hechos pueden ser reprobables moral y disciplinariamente" pero "no son delito".
El calvario de abusos y vejaciones que sufri¨® Ver¨®nica (nombre supuesto) desde que lleg¨® a Espa?a con 17 a?os quedar¨¢ impune. Ella, de familia muy humilde y con una ni?a de un a?o a su cargo, cont¨® que viaj¨® enga?ada desde Ruman¨ªa a Granada en 2004 para trabajar supuestamente de camarera. Acab¨® en un burdel de esta ciudad andaluza, un chal¨¦ al que, seg¨²n su testimonio, acud¨ªan "hombres adinerados" y eran prostituidas 400 mujeres de diferentes nacionalidades. Luego fue llevada por sus explotadores a otro local de M¨¢laga y finalmente recal¨® en el club Liverpool de O Corgo (Lugo), un antro frecuentado por guardias civiles y regentado por Eladio R. H., apodado El Media Oreja por las huellas de una reyerta.
Ver¨®nica denunci¨® en 2010 que hab¨ªa sido prostituida en estos burdeles siendo menor de edad y que en el Liverpool de Lugo, entre 2004 y 2005, fue agredida sexualmente de forma repetida por parte de El Media Oreja. Sin embargo, Eladio R. H. no fue llamado a declarar hasta diciembre de 2016 y el presunto delito de abusos ha prescrito al haber transcurrido m¨¢s de diez a?os. Lo mismo ha ocurrido con el delito de omisi¨®n de perseguir delitos que se le imputa a los guardias civiles Jos¨¦ V. T. y Miguel ?ngel P., clientes habituales del prost¨ªbulo. No comparecieron ante la juez hasta 2015.
El ministerio p¨²blico sostiene que no hay pruebas de que El Media Oreja haya cometido un delito de prostituci¨®n coactiva. De los testimonios recogidos en el sumario, aduce la fiscal¨ªa en el informe, "se infiere que el imputado ten¨ªa mal car¨¢cter, que era exigente con el trabajo, que les aconsejaba, suger¨ªa, nunca impon¨ªa, con qu¨¦ clientes pod¨ªan subir, aproximando al lugar en el que se encontraba el cliente en el mostrador una bayeta o un cenicero, o si era calvo se tocaba la cabeza, as¨ª como que no usasen preservativo en las relaciones ¨ªntimas ya que se ganaba m¨¢s".
La fiscal¨ªa descarta que el hecho de que las mujeres que se prostitu¨ªan en el Liverpool fuesen inmigrantes, en muchos casos sin papeles, y con cargas familiares tenga relevancia penal para considerar que fueran coaccionadas por el proxeneta amigo de guardias civiles. "No es la clase de necesidad derivada de tal extracci¨®n la que requiere" el art¨ªculo 188 del C¨®digo Penal para calificar el delito de prostituci¨®n coactiva, sostiene el ministerio p¨²blico en su escrito.
Tras el an¨¢lisis del escrito en el que se pide el archivo del caso, la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis aprecia una "mala praxis" del ministerio p¨²blico en la instrucci¨®n judicial de la causa. La entidad afirma que el hecho de que las mujeres prostituidas en el Liverpool fuesen inmigrantes, buena parte de ellas en situaci¨®n irregular, es una circunstancia que apunta a un presunto delito de prostituci¨®n coactiva, por lo que pone en duda que la fiscal¨ªa "haya hecho una indagaci¨®n correcta de la especial situaci¨®n de vulnerabilidad de las menores". "El ministerio fiscal es el garante de la legalidad y de la protecci¨®n de las v¨ªctimas y creemos que aqu¨ª ha habido una dejaci¨®n de estas funciones. El escrito parece una defensa de los imputados, no una acusaci¨®n", subraya Themis.
Eladio R. H. fue detenido en 2009 cuando la polic¨ªa localiz¨® en el Liverpool a Mar¨ªa (nombre supuesto), la otra menor prostituida por la que se abri¨® la causa. Ella, originaria de Colombia, declar¨® que hab¨ªa cambiado con un bol¨ªgrafo su a?o de nacimiento en el pasaporte y mostr¨® su sorpresa porque la burda falsificaci¨®n hab¨ªa convencido a los agentes en una redada anterior en otro prost¨ªbulo de Lugo, el Queen's, pese a que la base de datos del ordenador de comisar¨ªa les alert¨® de que era menor de edad. Este episodio lleva a la fiscal¨ªa a exonerar al proxeneta, "al que no se le puede exigir una diligencia y celo mayor" que "a los funcionarios de polic¨ªa", argumenta el ministerio p¨²blico.
Los soplos de los agentes a El Media Oreja
Al exculpar al due?o del burdel de forzar a las menores y al resto de mujeres del local a prostituirse, la fiscal¨ªa tambi¨¦n exonera a los guardias civiles Jos¨¦ V. T. y Miguel ?ngel P., clientes asiduos del Liverpool y agasajados, seg¨²n los testigos, con barra libre en el local y regalos navide?os. El ministerio p¨²blico descarta que cometiesen un delito de colaboraci¨®n con la prostituci¨®n o cohecho impropio y reduce las invitaciones y botellas de vino que recib¨ªan de El Media Oreja a "tratos de cortes¨ªa que no comprometen la imparcialidad" como miembros de las fuerzas de seguridad. "Aunque es posible que algunos hechos sean reprobables moral y disciplinariamente, no son delito; a efectos jur¨ªdico-penales el informe es correcto", defiende el fiscal jefe de Lugo.
El proxeneta del club donde se prostituy¨® a menores fue alertado por otro guardia civil, Jos¨¦ B., de que estaba siendo investigado. La fiscal¨ªa tampoco ve un delito de revelaci¨®n de secretos en este comportamiento porque considera que no existi¨® "perjuicio a la causa p¨²blica". Del delito de tr¨¢fico de influencias se libra tambi¨¦n el guardia civil Armando L. T., a quien los pinchazos telef¨®nicos pillaron realizando gestiones para El Media Oreja ante la Brigada de Extranjer¨ªa de la polic¨ªa nacional, todo ello en relaci¨®n con la posible expulsi¨®n de una de las prostitutas de su burdel. Estos manejos, alega la fiscal¨ªa, no tuvieron "influencia determinante en quienes hab¨ªan de dictar la resoluci¨®n pretendida".
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