Espa?a toma el mando de la misi¨®n europea para evitar que Mali sea el nuevo Califato

Espa?a toma el mando de la operaci¨®n europea en Mali en su momento m¨¢s cr¨ªtico. El general de brigada espa?ol Enrique Mill¨¢n Mart¨ªnez se ha convertido este mi¨¦rcoles en el jefe de los 580 militares de 27 pa¨ªses que forman parte de la misi¨®n de la UE en Mali (EUTM Mali) cuando el conflicto que se inici¨® en 2012, con la rebeli¨®n de tuaregs y yihadistas en el norte del pa¨ªs, se agrava peligrosamente.

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En palabras de la ministra de Defensa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, se trata de ¡°evitar una degradaci¨®n irreversible de la situaci¨®n que sin duda tendr¨ªa incalculables consecuencias¡± para la regi¨®n y para Europa."Si cae Mali cae el Sahel entero", una regi¨®n que mide 11 veces Espa?a.

Las cifras hablan por s¨ª solas: este mes de enero han muerto en combate medio centenar de soldados malienses, un tercio de los que lo hicieron en todo 2017. La MINUSMA, la misi¨®n de la ONU para Mali, ha sufrido en el ¨²ltimo lustro 91 bajas, casi la mitad de los cascos azules muertos en todo el mundo. La misi¨®n europea, que se limita a instruir y asesorar al Ej¨¦rcito maliense, ha tenido de momento m¨¢s suerte, solo un militar portugu¨¦s fallecido, pero las medidas de protecci¨®n se han extremado y el riesgo acecha cada vez m¨¢s pr¨®ximo.

El conflicto, confinado hasta ahora en el norte des¨¦rtico, se ha desbordado y se extiende ya por el centro del pa¨ªs, en plena zona de operaciones de los militares europeos. El pasado s¨¢bado, 14 soldados malienses murieron en un ataque contra una base en Soumpi, a 100 kil¨®metros al suroeste de Tombuct¨², y el jueves 26 civiles perdieron la vida al pisar una mina el autob¨²s en el que viajaban en Boni, en el centro del pa¨ªs.

?Qu¨¦ ha sucedido para que cinco a?os despu¨¦s del desembarco de la comunidad internacional Mali se asome de nuevo al abismo? Fuentes de la inteligencia militar apuntan a la creciente coordinaci¨®n de la miriada de bandas en la ¨®rbita de Al Qaeda que han constituido el JNIM (Grupo de Apoyo a los Musulmanes) y a la llegada de combatientes procedentes de Siria, Irak y Afganist¨¢n, con experiencia de guerra y formaci¨®n militar.

En palabras del general Mill¨¢n, el Estado Isl¨¢mico, desalojado de su basti¨®n en Oriente Medio, ¡°est¨¢ buscando donde anclarse. Tienen un pie s¨®lidamente asentado en el desierto y quieren fortalecerse en la orilla del r¨ªo N¨ªger¡±. Se trata, explican los expertos militares, de reconstruir en el Sahel el perdido califato de Raqa y la zona central de Mali es un pasillo estrat¨¦gico entre los yihadistas del Sahara y los de Boko Haram, al norte de Nigeria.

Espa?a, seg¨²n ha dicho Cospedal en Bamako, ayudar¨¢ a las Fuerzas Armadas de Mali ¡°a luchar contra aquellos que quieren hacer de su pa¨ªs el pasto del terrorismo, la criminalidad y una tierra sin esperanza¡±. El coste de la misi¨®n ascender¨¢ este a?o a 88,5 millones.

El hotel Nord Sud de la capital, sede del cuartel general de EUTM Mali, antes protegido con un liviano cord¨®n de seguridad, se ha convertido en una fortaleza y el acto de relevo entre el general belga Peter Laurent y el espa?ol Mill¨¢n se ha rodeado de extraordinarias medidas de seguridad. La asunci¨®n del mando ha obligado a Espa?a a aumentar de 140 a 292 los efectivos en Mali, no solo porque haya que sustituir a la compa?¨ªa de protecci¨®n belga sino porque los instructores europeos est¨¢n empezando a salir de sus dos ¨²nicas bases, Bamako y Koulikoro, a 60 kil¨®metros de la capital, para instruir a las tropas malienses all¨¢ donde est¨¢n.

En junio de 2016 se activ¨® el primer CMTT (Equipos Combinados M¨®viles de Asesoramiento e Instrucci¨®n). Se trata de grupos de entre 30 y 100 instructores que se desplazan durante 4 o 5 semanas a los cuarteles del ej¨¦rcito maliense. Hasta ahora se han desplazado una decena, el ¨²ltimo en estos d¨ªas, liderado por primera vez por Espa?a, a Sikasso, al sureste del pa¨ªs. En la cuarta fase de la misi¨®n, prevista a partir de mayo, estos despliegues deber¨ªan hacerse permanentes.

El general Mill¨¢n, sin embrago, se muestra muy cauto y advierte de que primar¨¢ la seguridad por encima de todo, consciente de las limitaciones que cada uno de los 27 pa¨ªses participantes pone al empleo de sus militares. EUTM Mali carece de helic¨®pteros, por lo que tiene que alquilarlos a una empresa civil, al igual que su ¨²nico hospital de campa?a desplegable. En esas condiciones, el env¨ªo de cualquier equipo requiere una cuidadosa planificaci¨®n y no puede activarse m¨¢s de uno cada vez.

Aunque la misi¨®n europea ha instruido ya a 11.500 soldados, un tercio del ej¨¦rcito maliense, sus frutos no son los esperados. Ello se debe, seg¨²n los expertos, a m¨²ltiples factores, como el hecho de que la UE instruya a un Ej¨¦rcito al que sin embargo se niega a armar, por lo tiene que buscar el armamento por su cuenta.

El trasfondo pol¨ªtico del conflicto tampoco se ha resuelto: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha dado un plazo de dos meses a las partes, incluido el Gobierno de Bamako, para que cumplan bajo amenaza de sanciones los acuerdos de paz firmados en 2015 con los nacionalistas tuareg, lo que incluye la celebraci¨®n de elecciones este mismo a?o.

En Mali conviven tres misiones internacionales: la europea, la de la ONU y la francesa (la Operaci¨®n Barkane), la ¨²nica de car¨¢cter ofensivo. Sus responsables se coordinan entre s¨ª de manera informal, pues no hay ning¨²n mecanismo institucional que lo garantiza.