Las cuentas del terrorismo etarra
Un grupo de expertos eval¨²a en 25.000 millones su impacto y en m¨¢s de 120 millones sus ingresos en secuestros y atracos
ETA financi¨® su actividad terrorista en sus m¨¢s de 50 a?os de actividad por tres v¨ªas. Recaud¨® 19,43 millones de euros por atracos; entre 102,65 y 106,09 millones por secuestros; y un m¨ªnimo de 21,5 millones por la extorsi¨®n directa. Acompa?aba su chantaje con ataques terroristas para hacerlo m¨¢s eficaz. El 40% de sus atentados y el 63% de la kale borroka tuvieron objetivos empresariales. Extorsion¨® a unas 10.000 personas, aunque la mayor¨ªa no cedi¨® al chantaje. El presupuesto anual de ETA fue en sus a?os dorados, los ochenta, de entre 5,01 y 6,68 millones de euros, inferior en una quinta parte al del IRA. Intent¨® operaciones limitadas de inversi¨®n, aunque no se ha constatado blanqueo de dinero. El costo directo del impacto del terrorismo oscila entre 20.000 y 25.000 millones de euros.
Son algunas conclusiones de la investigaci¨®n m¨¢s completa sobre el impacto y la financiaci¨®n de ETA realizada por un grupo de expertos vascos ¡ªFlorencio Dom¨ªnguez, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Soroa, Gaizka Fern¨¢ndez, Pablo D¨ªaz, Borja Sanz, Mart¨ªn Alonso, Javier Merino y Doroteo Santos¡ª coordinados por Josu Ugarte, y recogida en el libro La bolsa y la vida. Ugarte recalca que la investigaci¨®n sigue: "Pudo haber un segundo centro de contabilidad. Falta profundizar en la microextorsi¨®n (por ejemplo, en comercios), emparentada con la mafia". Ugarte concede una importancia capital a la extorsi¨®n: "A m¨¢s capacidad de extorsi¨®n, m¨¢s capacidad terrorista y viceversa. La extorsi¨®n no solo afect¨® al empresariado. Agriet¨® nuestro tejido social".
Atracos. Fue el primer procedimiento de financiaci¨®n de ETA. Empez¨® en 1965. Su edad dorada fue a finales de los a?os setenta. Acab¨® en 1986 cuando aument¨® la seguridad bancaria. Recaud¨® por este m¨¦todo 19,43 millones de euros. Financi¨® la compra de armamento y el mantenimiento de sus liberados.
Secuestros. Fue su principal fuente financiera entre mediados de los ochenta y finales de los noventa. Secuestr¨® a 55 empresarios, de los que cuatro fueron asesinados y cinco, liberados por la polic¨ªa. 13 de ellos fueron liberados tras tirotearles las piernas y el resto pagaron rescate. ETA recaud¨® por este m¨¦todo entre 102,65 millones de euros y 106,09. Los terroristas, gracias a este sistema, pudieron financiarse entre 15 y 21 a?os.
Los atracos fueron el primer medio
de financiaci¨®n de la banda terrorista
Extorsi¨®n. Se extiende a finales de los setenta, tras el secuestro y asesinato de los empresarios ?ngel Berazadi y Javier Ibarra, y vive su ¨¦poca dorada en los ochenta. ETA atent¨® contra casi un centenar de empresas resistentes a la extorsi¨®n y asesin¨® a 16 personas por esta causa. No hay datos globales sobre los ingresos de ETA por extorsi¨®n. La documentaci¨®n incautada en Sokoa revela que entre 1980 y 1986 recaud¨® 21,5 millones de euros. Enviaba cartas y concertaba citas en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Fueron 23 los puntos: el primero, el domicilio de un sacerdote. En el momento de la incautaci¨®n, ETA extorsionaba a 117 empresarios y su petici¨®n media era de 7,8 millones de pesetas. Hay 68 casos acreditados de pagos a ETA, de los que 44 pactaron la cantidad. La investigaci¨®n deduce que existe un segundo centro contable por la ausencia de grandes empresas en listados.
Reorganizaci¨®n y crisis de la extorsi¨®n. Avanzados los ochenta y tras la presi¨®n de Francia, ETA traslada al Pa¨ªs Vasco el aparato de extorsi¨®n. Al ser desarticulado entre 1992 y 1993 expande la extorsi¨®n a empresas fuera de Euskadi e incluso al cooperativismo de Mondrag¨®n y dedica 35 colaboradores a ello. No logra sus objetivos y recurre otra vez al secuestro para compensarlo. En el a?o 2000 la extorsi¨®n logra un repunte por el temor provocado con el asesinato de Jos¨¦ Mar¨ªa Korta, presidente de la patronal gipuzkoana. Pero en 2002 decae y en 2003 ETA se alarma porque los ingresos ¡ª1,56 millones de euros¡ª est¨¢n por debajo de los gastos ¡ª1,92 millones¡ª. Entre 2001 y 2005 ingres¨® 6,153 millones de euros y entre 2006 y 2010 la media anual fue de 625.000 euros. ETA reconoce que la ca¨ªda de la recaudaci¨®n incide en su capacidad terrorista y viceversa. Trata de mantener el terror aumentando los ataques a empresas, que alcanzan el 40% de sus atentados. El 63% de los ataques de la kale borroka fueron contra intereses empresariales.
En los ochenta, un liberado cobraba unas 25.000 pesetas (unos 380 euros)
N¨²mero de extorsionados. Los investigadores calculan en 10.000 los extorsionados, empresarios y profesionales liberales. La mayor¨ªa no cedi¨® al chantaje. En Navarra sucumbi¨® un 5% y en Gipuzkoa hasta el 10%. La mayor¨ªa no pagaba, pero tampoco denunciaba al no disponer de garant¨ªas de seguridad. Hasta avanzados los ochenta, las fuerzas de seguridad daban prioridad a la detenci¨®n de comandos y no prestaron atenci¨®n a la extorsi¨®n.
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Los presupuestos de ETA. Los investigadores se?alan que ETA ha funcionado siempre con un presupuesto "bastante limitado" en comparaci¨®n con otras organizaciones similares. A mediados de los ochenta, en su mejor momento, su presupuesto anual oscilaba entre 5,01 y 6,68 millones de euros, mientras que el del IRA lo multiplicaba por cinco. Los liberados de ETA cobraban en esa ¨¦poca 24.720 pesetas (381,22 euros de 2016), que duplicaban si estaban casados y ten¨ªan un hijo. En 2003 el salario era de 600 euros y desaparecieron las ayudas familiares. Los presupuestos de ETA se resintieron gravemente tras la detenci¨®n en 2004 de Mikel Antza, su jefe pol¨ªtico desde 1993. Documentos de 2008 se?alan que, debido a la ca¨ªda de la recaudaci¨®n, los presupuestos se redujeron a una cuarta parte. Mikel Karrera, el ¨²ltimo jefe operativo de ETA, reconoci¨® que esa ca¨ªda repercuti¨® gravemente en su capacidad de actuaci¨®n.
Contribuci¨®n a sus presos y entorno. De la documentaci¨®n incautada a la c¨²pula de ETA en Bidart se infiere que a finales de los ochenta y primeros de los noventa ETA gastaba 270.000 euros anuales en sus presos encarcelados en Francia. Las gestoras proamnist¨ªa, distribuidoras del dinero que donaba ETA a los encarcelados en Espa?a, ten¨ªan, en 2001, un presupuesto de 3,28 millones de euros anuales. En 1991 cada preso recib¨ªa mensualmente 10.000 pesetas. En 2000 se elev¨® a 20.000 pesetas y en 2005 se redujo a casi la mitad. De la documentaci¨®n de Sokoa se desprende, tambi¨¦n, que ETA don¨® a Herri Batasuna 10 millones de pesetas entre mayo y junio de 1986, coincidiendo con las elecciones generales, y otros 10 millones en julio de ese a?o, para las auton¨®micas.
La actividad
etarra supuso una reducci¨®n del 10% en t¨¦rminos de PIB
Cuantificaci¨®n econ¨®mica del terrorismo. Los investigadores arriesgan la cifra de entre 20.000 y 25.000 millones de euros como costes directos de la existencia de ETA perceptible en la deslocalizaci¨®n de empresas y huida de empresarios; la p¨¦rdida de inversi¨®n for¨¢nea; la ca¨ªda del turismo; la paralizaci¨®n de la central nuclear de Lem¨®niz ¡ªsupuso el 30% del coste directo atribuido a ETA¡ª y la ausencia de vocaciones empresariales. La estimaci¨®n m¨¢s respetada en t¨¦rminos de PIB es una reducci¨®n del 10%. Pero los investigadores no la avalan porque la desestabilizaci¨®n del terrorismo convivi¨® con una crisis que afect¨® gravemente a la siderurgia, sector clave de la industria vasca. "Fue a?adir desolaci¨®n a la desolaci¨®n", se?ala Ugarte, aunque la situaci¨®n se pali¨® por el apoyo del Gobierno central a la reconversi¨®n industrial y por la autonom¨ªa fiscal vasca.
Una quinta parte del presupuesto del IRA
El presupuesto anual de la banda fue entre 5,01 y 6,68 millones de euros en los ochenta, una quinta parte del presupuesto del IRA.
Recaud¨® 19,43 millones de euros por atracos; entre 102,65 y 106,09 por secuestros; y unos 21,5 millones por extorsi¨®n directa.
Extorsion¨® a unas 10.000 personas, aunque la mayor¨ªa no cedi¨® al chantaje. El 40% de sus atentados fueron sobre objetivos empresariales.
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