Romeva destin¨® 27 millones del presupuesto a promocionar el independentismo

El Gobierno de Mariano Rajoy y del 155 ha tardado cuatro meses muy complicados en desmontar todas las estructuras creadas durante a?os por la Generalitat de Catalu?a para promocionar el independentismo en el exterior. El proceso ha supuesto la liquidaci¨®n de las 11 delegaciones internacionales abiertas, las llamadas embajadas catalanas, todas menos la de Bruselas, y el despido a trav¨¦s de un ERE colectivo del personal dedicado a esa labor. En total hab¨ªa 34 personas contratadas en las oficinas internacionales, 18 en el servicio diplom¨¢tico Diplocat que se intent¨® crear en paralelo a la diplomacia espa?ola, y se ces¨® tambi¨¦n a los 12 delegados pol¨ªticos existentes antes de la aprobaci¨®n del art¨ªculo 155 el pasado 20 de octubre. En la investigaci¨®n pormenorizada se ha detectado que la Consejer¨ªa de Relaciones Institucionales, Exteriores y Transparencia que dirigi¨® en el ¨²ltimo mandato Ra¨¹l Romeva del presupuesto oficial de 62 millones de euros se destinaron 27 millones a actividades relacionadas con el proceso independentista.

M¨¢s informaci¨®n

Exteriores comienza a cerrar las embajadas pol¨ªticas catalanas

Todos los c¨®nsules en Barcelona se solidarizan con su colega de Finlandia

La intervenci¨®n a trav¨¦s del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n del Gobierno de la Generalitat de Catalu?a tuvo uno de sus apartados m¨¢s simb¨®licos, en lo pol¨ªtico y en el ¨¢mbito internacional, con la decisi¨®n inmediata de Rajoy de cerrar las embajadas catalanas y relevar al responsable de la ¨²nica delegaci¨®n a la que se permiti¨® su continuidad, la de Bruselas, que es un caso muy especial y particular. El Gobierno ya hab¨ªa decidido hace tiempo recurrir cada una de las aperturas de esas oficinas ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, as¨ª como se hizo tambi¨¦n con el Diplocat, porque entend¨ªa que se exced¨ªan en sus funciones te¨®ricas de promoci¨®n econ¨®mica y comercial (como hacen otras autonom¨ªas) y realizaban adem¨¢s tareas pol¨ªticas y en favor del proceso separatista. Esas competencias no est¨¢n permitidas ni contempladas en la ley de Acci¨®n Exterior y por ello fueron denunciadas. Diplocat, por su parte, pretend¨ªa crear el espejismo de que Catalu?a podr¨ªa disponer de una estructura propia de servicio diplom¨¢tico aut¨®nomo y tambi¨¦n fue recurrido.

El ejecutivo de Rajoy ten¨ªa claro que deb¨ªa paralizar esas actividades de inmediato en cuanto intervino Catalu?a con el 155 pero esa decisi¨®n al final no fue f¨¢cil ni sencilla de ejecutar. Ha supuesto m¨¢s de cuatro meses de conversaciones, negociaciones y charlas diarias y muy diplom¨¢ticas con los responsables de esos organismos que se quedaron al mando en funciones de esas responsabilidades tras el cese y detenci¨®n en su d¨ªa de Romeva. Los decretos de liquidaci¨®n han llevado su tiempo y ahora todos los flecos pendientes se han culminado. El 15 de abril todos esos servicios y el personal destinado para ellos quedar¨¢n sentenciados y finiquitados oficialmente pese a los recursos interpuestos durante el procedimiento por el Ayuntamiento de Barcelona y por la Asociaci¨®n de Comerciantes Catalanas, que han ralentizado su culminaci¨®n.

En el camino, desde el Ministerio de Exteriores se ha llevado un seguimiento al comienzo diario y ahora m¨¢s epis¨®dico de toda la administraci¨®n de esa Consejer¨ªa intervenida, no sin problemas. Una de las primeras constataciones que se comprob¨® fue que el presupuesto de ese departamento no se dedicaba a su labor oficial. De los 62 millones presupuestados oficialmente en 2017 se ha comprobado que solo 35 se gastaron de manera justificada en labores corrientes de esa Consejer¨ªa y que unos 27, el resto, fue a parar a actividades previstas para internacionalizar el proceso separatista, seg¨²n fuentes gubernamentales que han tenido acceso a esos datos. La Consejer¨ªa de Exteriores de la Generalitat pas¨® as¨ª de un presupuesto de 11 millones en 2011 a 62 millones el ejercicio pasado.

Otro escollo en este recorrido emprendido por el Gobierno central desde la intervenci¨®n tuvo que ver con el personal contratado. Ni para las delegaciones ni para el Diplocat se destin¨® a ning¨²n funcionario de carrera de la Generalitat. Los tres liquidadores que llevaron la negociaci¨®n por parte del Ministerio ofrecieron a los gestores en funciones de la Generalitat la posibilidad de recolocar con dos meses de plazo a algunos de esos contratados en otros departamentos auton¨®micos y esa idea no fue ni contestada. Se tom¨® la decisi¨®n de iniciar un ERE o despido colectivo de los 34 contratados en las oficinas internacionales y de los 18 que estaban en Diplocat.

Desde la Consejer¨ªa se intent¨®, en este intervalo, aprobar una partida de un mill¨®n de euros para otorgar las subvenciones a los denominados casales (62 casas de Catalu?a en el exterior), en muchos casos para permitir su funcionamiento administrativo. Algunas peticiones de ayudas econ¨®micas s¨ª estaban en ese supuesto conforme a la ley (635.000 euros) pero otras no (400.000). Se reclam¨® entonces al secretario general de la Consejer¨ªa, Alex Villatoro, el alto cargo m¨¢s relevante que continu¨® en su puesto de la anterior etapa, que anulase esas subvenciones para poder conceder las otras pero se neg¨®. La primera consecuencia es que no se pudieron dar ninguna de las subvenciones y la derivada pol¨ªtica fue la confirmaci¨®n de la desconfianza total desde Madrid con el secretario general.

El Gobierno central no ces¨® ni destituy¨® al secretario general de esa Consejer¨ªa porque el propio ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, consejero en funciones de la Generalitat, intent¨® imponer una gesti¨®n que en su entorno califican como "respetuosa, ordinaria, adecuada, no invasiva, impoluta pero tambi¨¦n sin complejos". Todas las actuaciones realizadas han sido supervisadas por la Abogac¨ªa del Estado del Ministerio de Exteriores y han contado con su visto bueno, aunque luego se haya trasladado tambi¨¦n mucha informaci¨®n al Ministerio de Hacienda y al Tribunal de Cuentas. En el Gobierno no tienen temor a que un nuevo Gobierno de la Generalitat de Catalu?a pretenda en el futuro, si logra constituirse, retomar la apertura de delegaciones internacionales o del propio Diplocat, porque volver¨ªan a reactivar los recursos presentados ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a.?