La brevedad en pol¨ªtica
Economizar palabras es la manera m¨¢s directa de precisar el pensamiento, de hacerlo m¨¢s certero
Lo breve, en algunos contextos, no tiene buena fama. La sospecha de lo superficial, inconsistente, d¨¦bil, acecha al pensamiento breve. Pero economizar palabras (encontrar las justas) es la manera m¨¢s directa de precisar el pensamiento, de hacerlo m¨¢s certero, por comprensible y conciso. Es respetar, tambi¨¦n, al lector (y al elector). Hay quien desprecia lo breve por simple o sencillo. Y es lo contrario. "El pensamiento d¨¦bil nos hace personas m¨¢s fuertes", afirma el fil¨®sofo Gianni Vattimo.
En tiempos de verborrea digital, se impone la precisi¨®n breve: el mejor camino para la moderaci¨®n contenida sin la cual no hay distancia, ni autonom¨ªa del pensamiento. La mejor vacuna contra el apriorismo sectario. Vuelvo a los maestros, a los que nos abrieron caminos, abri¨¦ndonos la mente con su trabajo. No hay mucho m¨¢s que a?adir. "Aunque ahora soy m¨¢s comprensivo con quienes se ven obligados al silencio, sigo mirando con desprecio el lenguaje confuso. Cuando ya no soy libre para ejercerla yo mismo [en referencia a su enfermedad], aprecio m¨¢s que nunca lo vital que es la comunicaci¨®n para el bien com¨²n: no solo el medio mediante el cual vivimos juntos, sino parte de lo que significa vivir juntos. La riqueza de palabras en la que me cri¨¦ era un espacio p¨²blico por derecho propio; y de espacios p¨²blicos adecuadamente conservados es de lo que carecemos hoy. Si las palabras se deterioran, ?qu¨¦ las sustituir¨¢? Son todo lo que tenemos". (Tony Judt, en El refugio de la memoria).
Se van los mejores. Judt y, hace muy poco, Jorge Wagensberg, el gran maestro y divulgador con aforismos. Pensamiento nuclear, l¨²cido, sint¨¦tico. Poderosas ideas concentradas con la intensidad de lo po¨¦tico, de la f¨®rmula matem¨¢tica o del principio filos¨®fico. "Cuando no conseguimos definir con precisi¨®n un concepto, solemos echar la culpa al propio concepto por vago o tendencioso", dec¨ªa Wagensberg en uno de sus art¨ªculos de aforismos. ?Y si los perezosos fu¨¦ramos nosotros? Igual preferimos hablar sin rigor, porque la precisi¨®n es mucho m¨¢s ardua y esforzada que la diarrea verbal y digital que confunde lo breve (sint¨¦tico y comprensible) con el fragmento (inconexo y disperso).
Hay que volver a la pol¨ªtica que se escribe, la que se piensa con textos. Palabras escritas, reescritas, para ser repensadas. Escribir para ser preciso, contenido, cuidadoso con las palabras, que son el nutriente de la pol¨ªtica y de la democracia.
Hay que volver a la pol¨ªtica que se escribe, la que se piensa con textos. Palabras escritas, reescritas, para ser repensadas. Escribir para ser preciso, contenido, cuidadoso con las palabras, que son el nutriente de la pol¨ªtica y de la democracia. Para ser responsable, para cambiar lo predeterminado con ellas. O, al menos, nuestro peque?o y personal mundo. El primer paso, siempre.
Durante mucho tiempo, este blog de Micropol¨ªtica que est¨¢s leyendo iba acompa?ado de una cita que es una divisa para m¨ª: "Escribimos para cambiar el mundo (¡). El mundo cambia en funci¨®n de c¨®mo lo ven las personas y si logramos alterar, aunque solo sea un mil¨ªmetro, la manera como miran la realidad, entonces podemos cambiarlo", de James Baldwin. Espero haber contribuido algo a ello en este espacio.
Escribir para ser responsable, para cambiar lo predeterminado con ellas. O, al menos, nuestro peque?o y personal mundo. El primer paso, siempre.
Posdata:
Este es mi ¨²ltimo post en Micropol¨ªtica de EL PA?S. Han sido seis a?os de art¨ªculos y an¨¢lisis. El primero ten¨ªa por t¨ªtulo Gestionar el ¨¢nimo. Rele¨ªdo ahora resulta parad¨®jico y sugerente todav¨ªa, creo. Mi agradecimiento es infinito a los lectores y lectoras y al diario, en el que seguir¨¦ colaborando tanto como deseen y sea ¨²til. Agradecimiento especial, tambi¨¦n, a los y las periodistas que me han atendido y apoyado siempre.
Despedirse es dif¨ªcil. Muy dif¨ªcil. Ser¨¦ breve: Gracias, gracias, gracias.
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