En la frontera de la muerte digna
La aplicaci¨®n de la norma presentada por Ciudadanos dejar¨ªa demandas de algunas personas sin atender
El debate del martes pasado en el Congreso acerca de la propuesta del Parlamento catal¨¢n para despenalizar el suicidio asistido y la eutanasia dej¨® dos frentes establecidos: el PP, UPN y Ciudadanos se opusieron y defendieron que la soluci¨®n para las personas que piden estas medidas est¨¢ en potenciar los cuidados paliativos. El resto de partidos defendi¨® que los enfermos incurables y las personas con una discapacidad grave e irreversible que, adem¨¢s, tuvieran un sufrimiento f¨ªsico o ps¨ªquico al que no se fuera capaz de dar respuesta, pudieran decidir el momento y forma de su muerte.?
En este momento en Espa?a est¨¢ en vigor una ley de autonom¨ªa del paciente de 2002, y el Congreso ha admitido a tr¨¢mite una ley de cuidados paliativos de Ciudadanos, la propuesta del Parlament y el PSOE ha presentado un proyecto de ley de eutanasia. A continuaci¨®n se explica qu¨¦ pas¨® y qu¨¦ hubiera ocurrido con algunas personas que hicieron p¨²blico su deseo de morir en funci¨®n de las normativa vigente y las propuestas a debate.
Ram¨®n Sampedro. Este hombre qued¨® inmovilizado desde el cuello por un accidente al tirarse de cabeza al mar en 1968. En los setenta pidi¨® que le ayudaran a quitarse la vida legalmente, pero la ayuda al suicidio era y es ilegal. Al final se suicid¨® en 1998 ingiriendo un veneno que consigui¨® y prepar¨® con ayuda de las personas de su entorno. Grab¨® su muerte como denuncia y para que no se acusara a nadie de haberle inducido o ayudado en el proceso. Se trat¨® de un suicidio no asistido m¨¦dicamente (y por eso la sustancia que us¨® le provoc¨® una agon¨ªa dolorosa, como acredit¨® la grabaci¨®n).
Con la norma propuesta por Ciudadanos, Sampedro habr¨ªa recibido m¨¢s apoyo sociosanitario si lo hubiera requerido, pero no le habr¨ªan ayudado a morir ya que la sedaci¨®n paliativa se aplicar¨ªa a "personas que se encuentren en el proceso final de su vida" y el hombre estaba gravemente incapacitado, pero no en riesgo de morir (llevaba 30 a?os viviendo encamado). De acuerdo con el proyecto del PSOE, Sampedro habr¨ªa podido alegar que sufr¨ªa una "discapacidad grave cr¨®nica" que no se va a revertir y le causa un "sufrimiento ps¨ªquico constante" sin posibilidad de un alivio que "el paciente considere tolerable". Por ello podr¨ªa recibir ayuda para morir de un m¨¦dico, bien en forma de asesor¨ªa y suministro de las sustancias adecuadas para que ¨¦l se las aplicara, bien aplic¨¢ndoselas directamente. En estos casos, la propuesta del Parlament permitir¨ªa que a esa persona no se la persiguiera judicialmente.
Jos¨¦ Antonio Arrabal. Este hombre se suicid¨® en abril del a?o pasado ingiriendo una combinaci¨®n de productos. Ten¨ªa ELA, y a¨²n era capaz de buscar, comprar y prepararse las sustancias. Fue, por lo tanto, un suicidio ¨Cque en este caso s¨ª tuvo asesor¨ªa m¨¦dica aunque no hubo ning¨²n profesional acompa?¨¢ndole¨C. Como Sampedro, Arrabal se quit¨® la vida solo y lo grab¨® para que no se pudiera imputar a nadie de su entorno. La peculiaridad del caso est¨¢ en que el hombre afirmaba que habr¨ªa retrasado su decisi¨®n si le hubieran asegurado que, cuando ¨¦l lo pidiera, le sedar¨ªan.
Esto ¨²ltimo no se contempla en la ley de autonom¨ªa del paciente. La sedaci¨®n terminal se considera una buena pr¨¢ctica m¨¦dica, pero para Arrabal hab¨ªa un problema: actualmente son los m¨¦dicos los que determinan cu¨¢ndo el paciente est¨¢ sufriendo tanto como para sedarle. Y ¨¦l no estaba seguro de que su criterio y el de los sanitarios fuera a coincidir. Como en el caso de Sampedro, la propuesta de Ciudadanos no asegurar¨ªa a Arrabal que pudiera decidir cu¨¢ndo estaba sufriendo tanto que hab¨ªa que sedarle.?
Pedro Mart¨ªnez, Juan Luis Sagu¨¦s. Fueron una referencia para Arrabal. Mart¨ªnez era un joven sevillano que ten¨ªa ELA. Sag¨¹¨¦s, un madrile?o de 63 con un c¨¢ncer de pulm¨®n incurable. El joven estaba ya paralizado desde el cuello. Los m¨²sculos que le permit¨ªan respirar estaban ya afectados, y le costaba hablar. Sag¨¹¨¦s ten¨ªa dolores y una agitaci¨®n continua. Pero, seg¨²n los equipos de paliativos que les atend¨ªan, no estaban tan terminales ni sufr¨ªan tanto como para sedarles. Por ello tuvieron que buscar otros m¨¦dicos que consideraron que su situaci¨®n ya era irreversible con s¨ªntomas refractarios al tratamiento y que la petici¨®n de ambos estaba justificada. Recibieron, por tanto, una especie de sedaci¨®n a demanda, algo que muchas personas, incluida la consejera andaluza de Salud de entonces, Mar¨ªa Jes¨²s Montero (PSOE), consider¨® una eutanasia. Mart¨ªnez muri¨® en 2011 y Sag¨¹¨¦s en 2014.
Como en los casos anteriores, la ley actual y la propuesta por Ciudadanos podr¨ªan haberles servido, si los m¨¦dicos hubieran coincidido con ellos en que estaban al final de su vida y ten¨ªan un sufrimiento intolerable. Pero no fue as¨ª. Con el proyecto de ley del PSOE ambos podr¨ªan haber recibido una eutanasia.
Madeleine Z. Esta mujer ten¨ªa ELA. Con 69 a?os, se suicid¨® en 2007, porque tampoco quer¨ªa depender de otros para decidir el final de su vida. En este caso lo hizo ante testigos, que fueron acusados de ayudarla y no socorrerla despu¨¦s (finalmente, el caso fue archivado). Con la propuesta del Parlament de Catalu?a, esto no habr¨ªa ocurrido. Con la del PSOE, ten¨ªa que haberla asistido un m¨¦dico. Con la de Ciudadanos, habr¨ªa tenido derecho a recibir m¨¢s atenci¨®n, pero ella lo que no quer¨ªa era depender de nadie.?
Inmaculada Echevarr¨ªa. Esta mujer ten¨ªa 51 a?os y sufr¨ªa una distrofia muscular progresiva. Este debilitamiento la llev¨® a estar conectada a un respirador durante nueve a?os. A finales de 2006 pidi¨® que se lo retiraran, consciente de que as¨ª iba a morir. Aunque la ley de 2002 establece que "todo paciente o usuario tiene derecho a negarse al tratamiento", los m¨¦dicos del centro que la trataban, de titularidad religiosa, se negaron a hacerlo. Tuvo que recurrir y cinco meses despu¨¦s la Junta orden¨® que se la trasladara a un hospital p¨²blico y se desconectara el aparato. Como consecuencia, Andaluc¨ªa elabor¨® la primera ley de muerte digna auton¨®mica, que refuerza la posibilidad del afectado para decidir qu¨¦ tratamiento recibe. La iniciativa de Ciudadanos tambi¨¦n enfatiza este punto.? ?
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