El independentismo busca pista de aterrizaje
El ¡°caudillaje¡± de Puigdemont se convierte en un obst¨¢culo para retomar la legalidad en las relaciones con el Gobierno
Hace ya bastantes d¨ªas que una buena parte del independentismo catal¨¢n busca una pista de aterrizaje. A las 09.30 del jueves, en la pasteler¨ªa Mauri de Barcelona, el ingeniero Joan Vallv¨¦ i Ribera, de 77 a?os, hijo de uno de los cinco empresarios que fundaron ?mnium Cultural en 1961 y vicepresidente actual de la asociaci¨®n independentista, explica: "El primer Gobierno que nombr¨® Quim Torra, con dos consejeros en el exilio y dos en la c¨¢rcel, era inviable totalmente. Aunque aquellas personas no ten¨ªan suprimidos sus derechos, Mariano Rajoy no estaba dispuesto a permitirlo. As¨ª que, con buen criterio, Torra opt¨® por sustituirlos. La ANC y la CUP criticaron esa decisi¨®n, pero cualquier pescador sabe que, cuando se tiene un pez agarrado, a veces hay que darle cuerda, porque si tiras muy fuerte la ca?a se puede romper. Y aqu¨ª pasa lo mismo. No se puede estar todo el d¨ªa con la m¨¢xima tensi¨®n. Yo soy independentista y seguir¨¦ luchando por el derecho a decidir, pero la tensi¨®n constante no nos favorece. El pa¨ªs tiene que seguir funcionando. Ahora vamos a tener un Gobierno, vamos a hacer que el pa¨ªs funcione y luego ya veremos qu¨¦ pasa".
Unas horas antes, uno de los personajes clave en la puesta en marcha del desaf¨ªo independentista, se manifiesta en parecidos t¨¦rminos: "ERC quiere aterrizar en la legalidad y el PDeCAT tambi¨¦n, pero tienen un problema con Carles Puigdemont. Es el gran elemento de distorsi¨®n. Se ha convertido en una especie de caudillo, y a medida que se vaya quedando m¨¢s solo ¡ªen Berl¨ªn o en Bruselas¡ª se ir¨¢ trumperizando m¨¢s. No hay m¨¢s que ver su cuenta de Twitter. De hecho, Puigdemont design¨® a Torra como su sustituto porque sabe que no tiene familia pol¨ªtica ni capacidad para hacerla, es un indigente pol¨ªtico que tiene muy interiorizado que su ¨²nico papel es el de sustituto. Lo de no utilizar el despacho presidencial es m¨¢s que un gesto. En estos momentos, la mitad del Gobierno catal¨¢n depende de Berl¨ªn y la otra mitad de Estremera. Literalmente". De hecho, Puigdemont fue quien llam¨® a algunos de los nuevos consejeros para comunicarles su nombramiento, y la representaci¨®n de ERC en el Gobierno fue elaborada por Junqueras en prisi¨®n.
Pol¨ªtica de trincheras
El gran problema, seg¨²n la misma fuente ¡ªque prefiere mantener el anonimato "porque la pol¨ªtica en Catalu?a a¨²n se sigue haciendo desde los extremos y una posici¨®n que pretenda ser ecu¨¢nime recibe disparos de ambos lados"¡ª, es que el nuevo Gobierno catal¨¢n empez¨® ayer su andadura sin haber hecho la primera gran reflexi¨®n: "?Cu¨¢l va a ser a partir de ahora la relaci¨®n con Espa?a?". Y ni sus viejos amigos creen que Quim Torra tenga ni el bagaje pol¨ªtico ni la independencia suficiente con respecto a Puigdemont para abordar la cuesti¨®n y elaborar una propuesta antes de reunirse con el nuevo presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez. Un giro inesperado ¡ªel de Rajoy por S¨¢nchez¡ª que no solo ha dejado descolocado a Puigdemont, sino que le ha deparado la primera derrota en la guerra cada vez menos soterrada que se vive en el PDeCAT. Seg¨²n algunas fuentes, la primera intenci¨®n de Torra ¡ªo lo que es lo mismo, de Puigdemont¡ª con respecto a la moci¨®n de censura fue la de condicionar el s¨ª a una hipot¨¦tica excarcelaci¨®n de los presos independentistas, algo que ni estaba en la mano de S¨¢nchez ni, de haberlo estado, se lo pod¨ªa permitir. La intervenci¨®n de Marta Pascal, coordinadora del PDeCAT, asegur¨® el apoyo a la moci¨®n ¡ª"nos presentamos con el compromiso de echar a Rajoy y queremos cumplirlo"¡ª y desautoriz¨® a Torra y a su jefe.
"Puigdemont es consciente", explica un alto cargo del PDeCAT, de que "el regreso en Catalu?a a una cierta normalidad difuminar¨¢ su figura. Una buena parte de la militancia independentista se ha dado cuenta ya de que el proceso incluy¨® muchas dosis de enga?o, pero la emotividad, que todav¨ªa es muy fuerte, le impide racionalizar. Por tanto, Puigdemont va a hacer todo lo posible para que el nivel de agitaci¨®n no decaiga". Como explica Josep Mart¨ª, secretario de Comunicaci¨®n del Gobierno catal¨¢n entre 2010 y 2016, en su libro C¨®mo ganamos el proceso y perdimos la rep¨²blica (EDLibros), "el conflicto no es sostenible para ninguna de las partes en los t¨¦rminos actuales" y se impone el di¨¢logo, aunque "las trincheras ideol¨®gicas sean otra vez el signo de los tiempos".
La ma?ana del jueves, cuando todav¨ªa no se sab¨ªa el resultado de la moci¨®n de censura, Joan Vallv¨¦ i Ribera, el vicepresidente de ?mnium, admit¨ªa que "posiblemente" un Gobierno del PSOE podr¨ªa rebajar la tensi¨®n. Una tensi¨®n que, seg¨²n el ingeniero, empez¨® a fraguarse en 2010 ¡ª"cuando el PP recogi¨® cuatro millones de firmas en contra del Estatuto"¡ª y que lleg¨® a su m¨¢ximo nivel de enfrentamiento en los sucesos de octubre: "En ?mnium ten¨ªamos 70.000 afiliados y ahora estamos en 116.000".
Otro de los objetivos, quiz¨¢s el m¨¢s urgente, del aterrizaje en la legalidad es apaciguar el enfrentamiento ciudadano. "Hay que tener mucho cuidado", dice un exalto cargo de Convergencia, "estamos caminando sobre hierba seca. Cualquier chispa que salte puede originar un incendio".
"Un acercamiento de los presos relajar¨ªa la tensi¨®n"
El independentismo catal¨¢n espera un gesto, por peque?o que sea, de Pedro S¨¢nchez. El primero que se le viene a la mente a Joan Vallv¨¦ es el acercamiento de los presos preventivos. Vallv¨¦, que fue consejero en un Gobierno de Jordi Pujol y europarlamentario, est¨¢ convencido de que una medida as¨ª facilitar¨ªa las cosas: "Jordi Cuixart, el presidente de ?mnium, tiene un hijo de un a?o y meses, y el fin de semana pasado estuve con sus padres y con su esposa en Monserrat, d¨¢ndole las gracias al abad por haber ido a visitarlo. El obispo no ha ido, pero el abad, s¨ª. Consigui¨® los permisos y estuvo all¨ª con ellos, sentado como usted y yo estamos, hablando con Jordi Cuixart y tambi¨¦n con Jordi S¨¤nchez, el presidente de la ANC. D¨¢ndoles apoyo naturalmente. Pues el s¨¢bado pasado, la esposa de Cuixart se march¨® con prisas porque a las seis de la tarde ten¨ªa que tomar el tren para Madrid y dormir all¨ª porque ten¨ªa una cita con su marido a las 08.30 en la c¨¢rcel de Soto del Real para que viera a su hijo. Si lo tuvieran aqu¨ª, en una c¨¢rcel cercana a Barcelona, ser¨ªa otra cosa. Dicen que no los traen por el temor a que haya manifestaciones, pero no creo que eso sea una raz¨®n. Se manifestar¨ªan una vez o dos y no pasar¨ªa nada. Yo creo que acercar a los presos relajar¨ªa la tensi¨®n".
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