Los padrinos del presidente
Pedro S¨¢nchez vivi¨® a finales de los 90 entre Nueva York, Bruselas y Sarajevo
Cuando el presidente del Gobierno ten¨ªa 24 a?os, el matrimonio Westendorp le daba algunas noches de cenar en Nueva York. En 1996, Pedro S¨¢nchez trabajaba en Manhattan y Carlos Westendorp hab¨ªa dejado de ser ministro de Exteriores para convertirse en embajador en Naciones Unidas. "Cuando es hijo de unos amigos, pues le atiendes y le das de comer porque normalmente los j¨®venes comen fatal", dice Westendorp. La mujer de Westendorp, Amaya de Miguel, hab¨ªa trabajado con el padre de Pedro S¨¢nchez en el Instituto Nacional de Artes Esc¨¦nicas del Ministerio de Cultura a principios de los 90.
Westendorp mantiene hoy la relaci¨®n filial con Pedro S¨¢nchez: "Le llamo siempre Pedrito. Es como mi nieto. As¨ª le llamar¨¦ siempre. ?C¨®mo le voy a llamar?" El exministro fue una figura importante para el joven S¨¢nchez. Un par de a?os despu¨¦s le llevar¨ªa a Sarajevo, pero antes S¨¢nchez fue a Bruselas.
En Bruselas le recibi¨® el eurodiputado Enrique Bar¨®n, que hab¨ªa sido ministro en el primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y presidente del Parlamento europeo. Bar¨®n hab¨ªa conocido al padre de Pedro S¨¢nchez en la Fundaci¨®n Autor, de la SGAE. S¨¢nchez quer¨ªa trabajar en el Parlamento europeo y Bar¨®n le dijo que su experiencia americana era m¨¢s que suficiente: "Si has estado en Wall Street, que es el santuario del capitalismo, vienes bien preparado para estar en el Grupo Socialista porque no solo has visto la teor¨ªa, sino tambi¨¦n la pr¨¢ctica", le dijo. La empresa donde trabaj¨® en Nueva York nunca ha trascendido, m¨¢s all¨¢ de una consultora o empresa financiera, seg¨²n las versiones.
"Si has estado en Wall Street, que es el santuario del capitalismo, vienes bien preparado", le dijo Enrique Bar¨®n
En 1998 la eurodiputada B¨¢rbara D¨¹hrkop era la encargada del presupuesto en el grupo. Era un trabajo complejo y pidi¨® un refuerzo al partido. Le mandaron el joven economista Pedro S¨¢nchez, a quien D¨¹hrkop?no conoc¨ªa de nada. "Yo soy la t¨ªpica 'cabeza cuadrada alemana'", dice D¨¹hrkop. "?l era meticuloso, sab¨ªa moverse en este ambiente y se acopl¨® perfectamente", a?ade.
Ni en sue?os
Hoy aquel joven es presidente de Gobierno. "Ya promet¨ªa", dice la mayor¨ªa de la docena de entrevistados. Pero la sensaci¨®n mayor es de sorpresa. Un joven leal, avispado, afectuoso, que pas¨® por su vida es hoy presidente del Gobierno. ?Algo lo suger¨ªa? "Entonces ni lo so?¨¦", dice Westendorp, "aunque sabes que van a llegar". Muchos llegan a lugares importantes, buenos trabajos, pero ?a presidente?
D¨¹hrkop?va un paso m¨¢s all¨¢: "Un l¨ªder no nace, se hace", dice. "Sabe lo que quiere. El pol¨ªtico que no es ambicioso no tiene nada que hacer en pol¨ªtica", sigue D¨¹hrkop, que ha conservado el contacto y apoyado a Pedro S¨¢nchez durante todos estos a?os. Todos hablan de S¨¢nchez con admiraci¨®n y respeto, pero les cuesta trasladar aquel joven "completamente normal" a la Moncloa. S¨¢nchez ten¨ªa una extrema confianza en s¨ª mismo, pero los m¨¦ritos fueron acumul¨¢ndose por el camino. Los obst¨¢culos parecen los protagonistas indispensables en el ascenso de Pedro S¨¢nchez.
Bar¨®n recuerda una frase que le dijo a Pedro S¨¢nchez cuando le pidi¨® consejo para lanzarse en 2013 a por la secretar¨ªa general del partido. S¨¢nchez era un simple diputado: "Todos llevamos la vara de mariscal en la mochila", le dijo copiando a Napole¨®n. Pero si lo quer¨ªa, le advirti¨® Bar¨®n, "ten¨ªa que emplear toda su fuerza para serlo". A S¨¢nchez le sobraba valor y confianza.
S¨¢nchez hab¨ªa estudiado Econ¨®micas, pero la pol¨ªtica siempre le rond¨®. "Es muy pol¨ªtico sin duda. Ten¨ªa firmes opiniones pol¨ªticas", recuerda Westendorp de sus cenas neoyorquinas. Se hab¨ªa afiliado ya al PSOE, hab¨ªa ido a la Escuela de Formaci¨®n Jaime Vera, del partido. A su llegada a Bruselas, se afianz¨® su amistad con ?scar L¨®pez, entonces otro de los j¨®venes prometedores del partido, cuya carrera arranc¨® antes -fue secretario de Organizaci¨®n del PSOE y era diputado cuando Pedro S¨¢nchez solo entraba cuando avanzaba la lista- y ahora es "solo" senador .
S¨¢nchez, al final del acto, hizo por saludar a Josep Borrell. All¨ª se conocieron.
S¨¢nchez y L¨®pez montaron un grupo llamado Espacio Europa 21. Tra¨ªan a peque?os actos en Espa?a a eurodiputados. A los j¨®venes le serv¨ªa para tratar a veteranos. S¨¢nchez estaba atento a estos detalles. En Bruselas hab¨ªa unas cenas organizadas por funcionarios europeos espa?oles progresistas. Eran conferencias que atend¨ªan m¨¢s de 100 personas. Un d¨ªa de 1998 fue Josep Borrell, entonces a¨²n candidato del PSOE a las elecciones del 2000. Fue una charla brillante, dicen quienes acudieron. S¨¢nchez, al final del acto, hizo por saludarle. All¨ª se conocieron.
Noche en un motel franc¨¦s
La etapa belga termin¨® con la presentaci¨®n de presupuestos. S¨¢nchez ten¨ªa su viejo Ford Fiesta cargado con la mudanza en Estrasburgo, sede del Parlamento europeo. Despu¨¦s de la votaci¨®n, a finales de 1998, se subi¨® al coche con Juan Acedo, su compa?ero de gabinete con D¨¹hrkop. Volvieron a Espa?a, hicieron noche en un motel de carretera en Francia, dej¨® a Acedo en Barcelona y sigui¨® hacia Madrid.
Su etapa exterior a¨²n no hab¨ªa terminado. Carlos Westendorp era desde 1997 el Alto Comisionado de la ONU en Bosnia. Necesitaba ayuda en el ¨¢rea econ¨®mica y llam¨® a S¨¢nchez: "Necesitaba una persona dura y leal", dice Westendorp.
En Sarajevo le esperaba un ambiente duro. "Cuando lleg¨® estaba un poco asustado. Ven¨ªa de Nueva York y Bruselas y all¨ª estaba todo hecho un asco, destruido", dice Victoria Garc¨ªa, portavoz del gabinete de Westendorp y hoy periodista en la SER.
Todos? hicieron un peque?o crucero por las islas croatas para la despedida en 1999 de una miembro del grupo
El peque?o gabinete espa?ol de Westendorp y los 24 escoltas Guardias Civiles hicieron equipo. Muchos mantienen relaci¨®n a?os despu¨¦s. En la base militar donde viv¨ªan la mayor¨ªa de los agentes hab¨ªa a veces comidas de cocido o paella, con lo que les mandaban las madres desde Espa?a. Alguien hab¨ªa llevado un Canal Sat¨¦lite y los domingos se pon¨ªan el f¨²tbol.
Los fines de semana que pod¨ªan se escapaban a Dubrovnik, en la costa croata, o incluso todos juntos hicieron un peque?o crucero por las islas croatas para la despedida en 1999 de una miembro del grupo.
Pero fuera de esos momentos, la tensi¨®n, la dureza y el trabajo dominaban las jornadas. Marta Arpio, jefa de gabinete hasta junio de 1999, recuerda la tensi¨®n del d¨ªa que empezaron los bombardeos internacionales en Serbia. El equipo de Westendorp era una intromisi¨®n y no eran bienvenidos en Bosnia, sobre todo en la zona serbia.
El zumo de naranja sucio
S¨¢nchez quiz¨¢ aprendi¨® all¨ª que los adversarios tienen muchos recursos y hay que protegerse siempre. Un d¨ªa fueron a una reuni¨®n con un grupo de dirigentes de la Rep¨²blica Srpska. La portavoz, Victoria Garc¨ªa, sali¨® de la sala a fumar con el int¨¦rprete. Pasaron por el lado de la cocina y el int¨¦rprete oy¨® algo que le hizo advertir en seguida a Garc¨ªa: "Corre, ve y diles que no beban el zumo de naranja". Hab¨ªan echado, recuerda Garc¨ªa, "una porquer¨ªa o hab¨ªan escupido". Desde entonces se mov¨ªan siempre con agua embotellada.
En 1999 hab¨ªa elecciones europeas. Westendorp iba en la lista del PSOE. S¨¢nchez le acompa?aba siempre en los viajes electorales a Espa?a: "Me hizo coaching con los m¨ªtines", explica Westendorp. "Ten¨ªa experiencia. Era una presencia que se agradece: da mucho apoyo, leal, tranquilo, persistente", a?ade.
Durante aquel a?o, Westendorp dej¨® el cargo en Sarajevo. S¨¢nchez termin¨® sus a?os en el extranjero. Ya en el 2000, se junt¨® con Antonio Hernando, Ricardo Cort¨¦s y otros j¨®venes para formar un grupo llamado Socialismo Siglo XXI, que prepar¨® un texto de ideas para el Congreso que coron¨® a Zapatero. Entre 1999 y 2000 hizo tambi¨¦n len Madrid los cursos de doctorado, que culmin¨® con la tesis m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s.
Pero ya ten¨ªa experiencia internacional en econom¨ªa y pol¨ªtica, un m¨¢ster en Bruselas sobre Uni¨®n Europea, conocimiento de las instituciones europeas, ingl¨¦s y franc¨¦s y una buena agenda. La carrera pol¨ªtica pod¨ªa seguir.
Cuando S¨¢nchez era 'Esmeralda'
diamante
rub¨ª
esmeralda
perla
Renter¨ªa
Manhattan
Moraleja
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