El cumplea?os m¨¢s amargo de Cristina de Borb¨®n
La Infanta cumple 53 a?os el mismo d¨ªa en que su marido recibe la orden de entrada en prisi¨®n. Ella se mantiene a su lado y defiende su inocencia
Cristina de Borb¨®n y Grecia cumple este mi¨¦rcoles 53 a?os y lo hace en Ginebra con la compa?¨ªa de sus hijos menores. Su marido abandon¨® de madrugada la casa familiar en el centro de la ciudad para tomar un avi¨®n y llegar a Palma de Mallorca minutos antes de las 10 de la ma?ana. Dos horas despu¨¦s se personaba en la Audiencia para recoger la orden de prisi¨®n una vez que el Supremo fij¨® una pena de c¨¢rcel para ¨¦l de 5 a?os y 10 meses. I?aki Urdangarin lleg¨® acompa?ado de su abogado. Su rostro reflejaba la gravedad del momento. Los a?os se le han ca¨ªdo encima en solo unos d¨ªas. Aparenta m¨¢s de los 50 que cumpli¨® el pasado mes de enero. Su imagen tambi¨¦n reflejaba un gui?o al pasado. ?l cuando era jugador de balonmano, como otros muchos deportistas, se cortaba el pelo antes de iniciar una competici¨®n importante. Este mi¨¦rcoles luc¨ªa un peinado renovado. Para Urdangarin comienza ahora su temporada m¨¢s dura.
La Infanta se dej¨® ver en la horas previas en Ginebra. Intent¨® mantener la rutina. Salir a primera hora a trabajar a la fundaci¨®n de Ag¨¢ Khan y enviar a sus ni?os menores al colegio. No hay constancia de la presencia de la reina Sof¨ªa junto a su hija. Es habitual que la madre de Felipe VI visite a su familia cuando llegan los cumplea?os. Pero do?a Sof¨ªa, como don Juan Carlos, est¨¢n muy pendientes de su hija. Todos preocupados por su estado de ¨¢nimo que ha requerido en los ¨²ltimos meses la ayuda de profesionales.
Pese a los m¨¢s de ocho a?os que han transcurrido desde que estall¨® el caso N¨®os, las numerosas pruebas aportadas y las dos sentencias emitidas, Cristina de Borb¨®n cree en la inocencia de su marido. Si hubo alg¨²n error eso fue, seg¨²n ella, cosa de los asesores. Este cierre de filas de la hermana menor de don Felipe es f¨¦rreo. La Infanta siempre se ha caracterizado por su cabezoner¨ªa de la que ha hecho gala en estos tiempos convulsos.
Cristina de Borb¨®n ha llevado su postura a tal extremo de no querer renunciar a sus derechos din¨¢sticos pese al da?o que su decisi¨®n ha ocasionado a la Corona. La distancia que le aleja de su hermano el Rey es tan grande que parece de momento insalvable.
El a?o pasado los que fueron duques de Palma de Mallorca cumplieron 20 a?os de matrimonio. Lo suyo fue un flechazo, al menos para ella. Atlanta celebraba en 1996 los Juegos Ol¨ªmpicos y Cristina de Borb¨®n asist¨ªa como espectadora. La primera vez que se vieron fue en la celebraci¨®n de la medalla de oro ganada por la selecci¨®n de waterpolo. Jes¨²s Roll¨¢n, portero del equipo nacional y gran amigo de la Infanta fallecido en 2006, fue quien los present¨®. Testigos de aquel encuentro cuentan que la hija de los entonces Reyes de Espa?a se qued¨® impactada con I?aki Urdangarin, que formaba parte del equipo de balonmano que logr¨® el bronce. Ella estaba sin pareja tras unas breves relaciones, nunca confirmadas, con otros deportistas de la ¨¦poca, como ?lvaro Bult¨® y Fernando Le¨®n. ?l ten¨ªa novia, Carmen Cam¨ª. Tras solo ocho meses de iniciar su relaci¨®n, la pareja se comprometi¨®. Ese d¨ªa, Cam¨ª se enteraba por la televisi¨®n de que ya no era la novia del deportista l era un chico aparentemente perfecto. Sus amigos y compa?eros del equipo de balonmano del Barcelona se deshac¨ªan en elogios cuando hablan de Urdangarin. Lo primero que sorprend¨ªa de Txiqui, como le llamaban sus ¨ªntimos, era su f¨ªsico. Rubio, alto, de ojos claros y complexi¨®n atl¨¦tica, ten¨ªa una sonrisa que conquistaba. En la Espa?a de las Autonom¨ªas, Urdangarin reun¨ªa los mejores requisitos. Nacido en Zum¨¢rraga en 1968, viv¨ªa en Barcelona. Cuando conoci¨® a la Infanta ocupaba un peque?o piso en el paseo de Gracia. Su boda el 4 de octubre de 1997 fue todo un acontecimiento en la ciudad, que se volc¨® en las calles para vitorear a los novios y a todas las cabezas coronadas que ese d¨ªa desfilaron por la Catedral y luego por el palacio de Pedralbes.
El yerno perfecto, la pareja que entonces mejor representaba a la nueva monarqu¨ªa espa?ola, es ahora el mayor lastre para la Corona y uno de los desencadenantes de la abdicaci¨®n de don Juan Carlos hace ahora cuatro a?os.
La familia del Rey, a partir de ahora, seguir¨¢ movi¨¦ndose en el alambre con Urdangarin en la c¨¢rcel y pendientes del estado de ¨¢nimo de la Infanta y de sus hijos, y de d¨®nde finalmente se instalan. Pero a la vez habr¨¢n cerrado el cap¨ªtulo judicial y eso les permitir¨¢ a todos comenzar la cuenta atr¨¢s.
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