Espa?a achaca al fin del Ramad¨¢n la llegada de 986 inmigrantes en 48 horas
La escasa vigilancia policial en Marruecos obedece al masivo seguimiento de la fiesta religiosa, seg¨²n fuentes de Exteriores
Desde el pasado jueves hasta el mediod¨ªa del s¨¢bado llegaron a las costas espa?olas del estrecho de Gibraltar y del mar de Albor¨¢n 986 inmigrantes rescatados en 69 pateras procedentes de Marruecos. Ese es el dato irrevocable. A partir de ah¨ª, las causas que han provocado esa afluencia masiva, superior a los 630 inmigrantes del Aquarius, ya entran en el terreno de las conjeturas. Todo depende de c¨®mo se quiera evaluar el celo y la eficacia con que Marruecos vigila sus fronteras. Y, hasta el momento, las autoridades espa?olas no han expresado ninguna duda sobre la buena voluntad de Rabat.
Una fuente de Exteriores consultada por este diario indic¨® que la raz¨®n se debe a la conjunci¨®n de dos factores: el buen tiempo en altamar y la relajaci¨®n de la vigilancia en las costas marroqu¨ªes a causa de la fiesta del A?d el-Fitr, que marca el fin del Ramad¨¢n. Varios medios espa?oles, sin embargo, han publicado estos d¨ªas varios art¨ªculos donde se acusa a Marruecos abiertamente. As¨ª, El Confidencial titulaba este domingo: ¡°Marruecos pone a prueba a S¨¢nchez record¨¢ndole que controla la inmigraci¨®n¡±. Un d¨ªa antes, El Mundo afirmaba: ¡°Marruecos permite una oleada de pateras en plena crisis migratoria¡±.
La citada fuente, que habla con la condici¨®n del anonimato, subraya que nada hace pensar que Marruecos haya actuado de mala fe: ¡°El fin de Ramad¨¢n es una fiesta con mucho m¨¢s seguimiento en Marruecos del que tiene en Espa?a la Navidad. Los marroqu¨ªes que cruzan tambi¨¦n estaban celebrando el fin del Ramad¨¢n. La inmensa mayor¨ªa de los que han llegado este fin de semana eran subsaharianos. Cualquiera que haya visitado el norte de Marruecos este fin de semana se habr¨¢ dado cuenta de que era casi imposible encontrar un gendarme¡±.
El a?o pasado, el fin de Ramad¨¢n se produjo el domingo 25 de junio. Justo un d¨ªa antes llegaron a las costas espa?olas del estrecho de Gibraltar 224 inmigrantes entre las 5.20 y las seis de la madrugada, en menos de una hora. La pregunta que nadie acierta a responder es c¨®mo las autoridades marroqu¨ªes no hab¨ªan previsto semejante movimiento.
Las relaciones entre Marruecos y Espa?a han sido excelentes tanto durante la administraci¨®n del presidente socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (2004-2012) como con Mariano Rajoy. Espa?a se ha convertido en los ¨²ltimos cuatro a?os en el principal socio comercial de Marruecos. Respecto a la colaboraci¨®n en el terreno policial, sobre todo en la lucha contra el terrorismo, nunca hubo tanto entendimiento como ahora. A pesar de todo, Marruecos supedita buena parte de su pol¨ªtica exterior a la situaci¨®n del S¨¢hara Occidental. Y en febrero Rabat recibi¨® un varapalo del Tribunal de Estrasburgo, que dictamin¨® en una sentencia que el acuerdo de pesca con la Uni¨®n Europea no es aplicable al S¨¢hara Occidental, ya que ese territorio ¡°no forma parte del Reino de Marruecos¡±.
Rabat y Bruselas negocian en la actualidad otro acuerdo de pesca. Y Marruecos tiene en Espa?a a su principal aliado junto a Francia. Ahora bien: a la hora de defender la ¡°marroquinidad¡± del S¨¢hara Marruecos puede hacer valer sus ¡°esfuerzos¡± en el control migratorio. Lo expres¨® de forma muy contundente en febrero el ministro de Agricultura y Pesca, el empresario petrolero Aziz Ajanuch, segunda fortuna del pa¨ªs despu¨¦s de la del monarca: ¡°?C¨®mo quer¨¦is (los europeos) que hagamos el trabajo de bloquear la emigraci¨®n africana y hasta la marroqu¨ª si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros? ?Por qu¨¦ vamos a seguir haciendo de gendarmes y darles empleo (a los africanos establecidos en Marruecos)? ?Para exportar ad¨®nde? El problema de la emigraci¨®n es muy costoso para Marruecos, y Europa debe apreciarlo en su justo valor¡±.
Pedro S¨¢nchez romper¨¢ con la tradici¨®n no escrita de que el primer viaje del presidente al extranjero sea Rabat. S¨¢nchez tiene previsto volar antes a Par¨ªs y a¨²n no se ha delimitado una fecha para su llegada a Marruecos. Desde hace varios meses, los reyes de Espa?a tambi¨¦n ten¨ªan programado efectuar una visita de Estado a Marruecos y el viaje tuvo que posponerse en varias ocasiones, sin que Marruecos ofreciera nunca una explicaci¨®n sobre el motivo del aplazamiento. No obstante, la colaboraci¨®n en el plano econ¨®mico y de seguridad se mantiene, en principio, inalterable.
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