Espa?a tiene las recomendaciones sobre alcohol m¨¢s laxas de Europa

Espa?a establece el consumo de riesgo de alcohol en aquel que supera menor a cuatro unidades de bebida est¨¢ndar por d¨ªa en hombres, y dos en mujeres (una unidad de bebida est¨¢ndar es aproximadamente una ca?a o un vaso de vino, que son 10 gramos de alcohol). Eso es lo que aconseja el Ministerio de Sanidad en el apartado de estilos de vida saludable de su Estrategia de Promoci¨®n de la Salud de 2016. Esta cantidad es el doble de la que se recomienda en Francia (dos unidades para hombres y mujeres) y cuatro veces la de Holanda (una unidad para ambos).

M¨¢s informaci¨®n

La salud de los espa?oles en 2017

Mujeres, adictas, invisibles

?Qu¨¦ pasar¨ªa si subi¨¦ramos el precio del alcohol?

La comparaci¨®n la ha hecho, curiosamente, la compa?¨ªa de bebidas alcoh¨®licas Diageo recopilando datos oficiales y se expuso en una jornada patrocinada por esta multinacional con la Asociaci¨®n Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Y la variaci¨®n la expuso el director del Instituto de Drogodependencias de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Luis Villarino. Esta diferencia impide trasladar correctamente a la poblaci¨®n la idea de un consumo de menor riesgo. ¡°Desde luego, no le vamos a aconsejar a nadie que beba, pero al que lo hace s¨ª queremos poder decirle qu¨¦ limites le hacen menos da?o¡±, expuso.

La tabla incluye datos de 56 pa¨ªses. Y ninguno de ellos supera la recomendaci¨®n espa?ola en cuanto a hombres, aunque algunos (Jap¨®n, Corea del Sur) lo igualan. Respecto a las mujeres, sucede lo mismo, con la peculiaridad de que muchos pa¨ªses (Espa?a, EE UU, Reino Unido entre ellos) establecen m¨¢ximos diferentes para hombres y mujeres, pero hay otros, como Francia, Holanda y Sur¨¢frica, que fijan los mismos topes para ambos sexos. Una medida curiosa, ya que ellas ¡°tienen distinta tolerancia al alcohol, para empezar porque tienen generalmente menor peso y estatura, una distribuci¨®n distinta de grasa y menor proporci¨®n de enzimas alcohol-deshidrogenasa¡±, que ayudan a metabolizar el etanol, dijo Villarino.

Acordar una forma de medir com¨²n es importante de cara a cualquier recomendaci¨®n de salud que se haga. Por ejemplo, la unidad de bebida est¨¢ndar que usa Espa?a representa unos 10 gramos de alcohol. Pero la de Filipinas, M¨¦xico y Macedonia, por ejemplo, es superior.

Y este tema lleva a otro aspecto: la relaci¨®n entre el consumo de alcohol y la salud y si existe una cantidad segura o no problem¨¢tica. Aparte de las recomendaciones de ingesta m¨¢xima, hay una creciente corriente, como se vio en la jornada citada, que aboga porque el consejo sea que la ¨²nica cantidad admisible de alcohol sea cero (es el caso de la organizaci¨®n Socidrogalcohol, presente en la jornada y especializada en adicciones). Y hay consenso en que eso debe ser as¨ª en el caso de embarazadas, menores de edad, conductores, algunos trabajos o personas con distintas patolog¨ªas (personas que toman medicaci¨®n psiqui¨¢trica, con algunos problemas cardiacos, obesidad o con antecedentes de adicci¨®n al alcohol). Pero el debate surge cuando se habla de esas cantidades (una o dos copas de vino al d¨ªa) en una poblaci¨®n general.

El primer problema que aparece en estos casos es que no se pueden hacer ensayos cl¨ªnicos directos, tomando a un grupo de personas y animando a la mitad a beber dos copas al d¨ªa. Pero se han hecho muchos estudios poblacionales, en los que se ha relacionado la supervivencia con h¨¢bitos como el alcohol o el tabaco. Tomado algunos como los de la cohorte de los adventistas de Estados Unidos, un grupo poblacional muy estudiado porque tienen comportamientos muy estrictos respecto a no fumar ni beber, la dietista y divulgadora cient¨ªfica brit¨¢nica Carrie Ruxton afirma que la relaci¨®n entre alcohol y mortalidad es ¡°pr¨¢cticamente neutral al principio, o incluso algo perjudicial para los abstemios estrictos frente a los que beben un poco¡±. La curva ¡°tiene forma de jota¡±. Es decir, la mortalidad es ligeramente superior entre los abstemios que entre los bebedores muy moderados, pero luego el consumo de alcohol es claramente una causa de fallecimientos.

El ¨²ltimo trabajo de importancia en este campo lo public¨® el equipo de Angela Wood, de la Universidad de Cambridge, en The Lancet el 14 de abril de este a?o, y revis¨® 83 estudios con casi 600.000 personas que consum¨ªan alcohol. Y la principal conclusi¨®n es que ¡°en los actuales bebedores de los pa¨ªses de ingresos altos, el l¨ªmite para tener el menor riesgo de mortalidad estaba en 100 gramos de alcohol a la semana¡±. Y ello si no son personas que hayan tenido problemas cardiacos distintos de un infarto, para ¡°los que no hay un l¨ªmite inferior por debajo del cual el consumo de alcohol deje de asociarse con un aumento de la mortalidad¡±. ¡°Estos datos sugieren que los l¨ªmites para el consume de alcohol deben ser menores que los recomendados en la mayor¨ªa de las gu¨ªas actuales¡±, a?ade el trabajo, y recalca un editorial de la revista.

Por ejemplo, la gu¨ªa espa?ola es de 280 gramos a la semana para hombres y 170 para mujeres; la de Dinamarca, 168 en hombres y 84 en mujeres; Estonia, 160 y 80 respectivamente y Nueva Zelanda, 150 y 100. Muchos pa¨ªses ni siquiera dan esa estimaci¨®n, pero si se toma la ingesta m¨¢xima recomendada diaria y se multiplica por siete, salen l¨ªmites muy superiores.

Sin embargo, cada vez hay m¨¢s opiniones, como la de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, que afirman que no hay un l¨ªmite seguro para el consumo de alcohol