?Qu¨¦ pasar¨ªa si subi¨¦ramos el precio del alcohol?
Escocia acaba de hacerlo, ?pero tres euros m¨¢s en una botella puede cambiar los h¨¢bitos de consumo? Otras medidas: Espa?a prepara una ley con multas a menores y a sus padres
El consumo per c¨¢pita de alcohol en Europa es el m¨¢s alto del mundo con una media de 27 gramos al d¨ªa en personas mayores de 15 a?os¡ªunas dos ca?as de cerveza¡ª, m¨¢s del doble de la cantidad que se consume de media en el resto del mundo, seg¨²n el informe AMPHORA. Estos excesos?hacen que en en el viejo continente el alcohol sea la causa de 138.000 muertes cada a?o, afirma Cordis (Servicio de Informaci¨®n Comunitario sobre Investigaci¨®n y Desarrollo). Adem¨¢s, seg¨²n la OMS, un consumo superior a 20 gramos al d¨ªa contribuye a que el riesgo de enfermedad coronaria aumente, independientemente del tipo de alcohol que se tome.
Por eso no es de extra?ar que reducir o hacer desaparecer el alcohol como parte del ocio social sea en muchos casos un objetivo de pa¨ªs en el que se trabaja desde los gobiernos e instituciones. Las medidas para conseguirlo resultan a veces muy pol¨¦micas, como la que se ha empezado a aplicar esta primavera en Escocia, donde han conseguido implantar, por decreto del Tribunal Supremo Brit¨¢nico, un precio m¨ªnimo para la unidad de alcohol puro,10 ml ¡ªdos cucharas de caf¨¦¡ª, estipulado en 50 peniques (unos 55 c¨¦ntimos de euro).
Esto significa, seg¨²n los c¨¢lculos del mercado, que no habr¨¢ botella de whisky de 70 centilitros ¡ªla de tama?o habitual¡ª a un precio inferior a unas 14 libras esterlinas (casi 16 euros) y que, en general, cualquier tipo de alcohol, ya sea cerveza, vino, licores o vodka, tendr¨¢ una subida considerable al pasar por caja. ?Por qu¨¦? B¨¢sicamente, porque el consumo de alcohol en ese pa¨ªs se les hab¨ªa ido de las manos. En 2015, la tasa de mortalidad como consecuencia del mismo era de 22 personas a la semana, un 54% m¨¢s que en Inglaterra y Gales. Y en 2016, la cifra subi¨® a 24.
Beber m¨¢s caro, ?para beber menos?
La pregunta ante lo dram¨¢tico de las cifras es: ?de verdad dos o tres euros de m¨¢s consiguen que dejemos de darle al alcohol? "La medida ahora tomada en Escocia no es algo que haya surgido al azar; por un lado se sabe que actuar sobre la oferta en el tema de precios disminuye claramente el consumo, y al bajar el consumo desciende tambi¨¦n el n¨²mero de adictos. Este tema est¨¢ largamente discutido en el Parlamento Europeo", explica Francisco Pascual, coordinador m¨¦dico de la Unidad de Conductas Adictivas de ALCOI y presidente de Socidrogalcohol. Es decir, que s¨ª, que encarecer los cubatas ayuda a vivir en una sociedad m¨¢s abstemia.
"Estas medidas van m¨¢s dirigidas a la poblaci¨®n de riesgo, entre la que podemos incluir a los j¨®venes, que a los que ya han desarrollado una adicci¨®n", detalla Pascual. "Al poner un precio m¨ªnimo tambi¨¦n se incrementa la factura de la bebida en supermercados lo que complica el acceso de los j¨®venes a la compra o al menos la limita. Hay que tener en cuenta que no se trata de que la industria gane m¨¢s, si no de disuadir de los consumos elevados".
Juan Carlos Melero, psic¨®logo y m¨¢ster en Drogodependencias opina que este tipo de acciones, como la implantada en Escocia, u otras similares en Canad¨¢, Ucrania o Moldavia, resultan muy ¨²tiles. "Son consideradas 'costoeficaces'm ya que con un coste econ¨®mico limitado, se pueden conseguir resultados significativos. Siempre que no olvidemos que se deben proponer como parte de una estrategia global", matiza. "Para que una persona pueda tomar decisiones inteligentes ante el alcohol, que eviten consumos perjudiciales, tienen que darse varias circunstancias", comenta. Por ejemplo: "Que desparezcan las influencias sociales favorecedoras del consumo; que la persona disponga de informaci¨®n objetiva, y que pueda socializarse de manera positiva".
Obviamente, el impacto de iniciativas como el encarecimiento del alcohol tendr¨¢ una relaci¨®n muy estrecha con el poder adquisitivo de cada persona. "Habr¨¢ a quien le resulte irrelevante la subida por tener una econom¨ªa suficientemente desahogada. Pero para otras personas el efecto del incremento en el precio ser¨¢ mayor. Es probable que estas medidas sean m¨¢s efectivas en aquellos con situaciones m¨¢s precarias. En cuanto los j¨®venes, con las tasas de desempleo actuales y las dificultades de emancipaci¨®n, buscar¨¢n, como hacen ya, f¨®rmulas m¨¢s baratas de consumo, con bebidas de baja calidad compradas en supermercados o tiendas de conveniencia y consumidas en la calle. Efectos secundarios, por cierto, que tambi¨¦n han de tenerse en cuenta".
El caso de Espa?a
Sin llegar a la situaci¨®n de Escocia, Espa?a tampoco se queda atr¨¢s. Seg¨²n la Encuesta Europa de Salud en Espa?a 2014, dos de cada tres personas mayores de 15 a?os declararon haber consumido bebidas alcoho?licas en los u?ltimos 12 meses. Y el 15% de la poblaci¨®n admit¨ªa beber a diario. El Informe 2017 sobre alcohol, tabaco y drogas ilegales en Espa?a especificaba que durante 2015, un 62,1% de la poblaci¨®n adulta respond¨ªa haber consumido alcohol en los ¨²ltimos 30 d¨ªas.
?Y los j¨®venes? El 91,2% de los espa?oles de entre 15 y 34 a?os afirmaba haber consumido alcohol alguna vez en su vida. El 61,6% lo hab¨ªa hecho en el ¨²ltimo mes y un 2,95% lo hace a diario. La tendencia juvenil, sin embargo, como apunta Juan Carlos Melero, es descendente. "De hecho, este consumo diario nunca ha sido tan bajo desde que comenz¨® a hacerse esta encuesta en 1997. Por otra parte, la edad media de inicio en el consumo de alcohol se mantiene bastante estable en el tiempo, y no ha sido nunca inferior a 16,6 a?os", comenta el psic¨®logo.
A pesar de que los datos puedan parecer optimistas, el consumo de alcohol entre los j¨®venes es preocupante. Y ya hay iniciativas en nuestro pa¨ªs que no se han hecho esperar.
El caso de Tarragona
Tarragona es la ¨²nica ciudad espa?ola que se sum¨® en 2015 al proyecto europeo Youth in Europe, basado en el ejemplo island¨¦s conocido como Youth in Iceland. Desde 1998, el pa¨ªs del hielo elabor¨® evidencias cient¨ªficas a trav¨¦s de cuestionarios y entrevistas exhaustivos sobre los h¨¢bitos, gustos, preocupaciones, circunstancias familiares, escolares y personales de los j¨®venes del pa¨ªs. A partir de ah¨ª, aplicaron programas espec¨ªficos anti alcohol-tabaco y drogas en cada zona, implicando a diversos agentes comunitarios. ?El resultado? Islandia pas¨® de tener la tasa m¨¢s alta de consumo de alcohol en adolescentes en Europa (42% en 1998) a ser la m¨¢s baja (5% en 2017).
Ahora, Tarragona sigue sus pasos. "Empezamos a trabajar con todos aquellos agentes de la comunidad que tienen relaci¨®n con los adolescentes: t¨¦cnicos de juventud, de cultura y fiestas, pediatras y m¨¦dicos de familias, farmac¨¦uticos, cuerpos de seguridad, propietarios de locales de ocio nocturno, etc¨¦tera", explica Marisa Cerrillo, t¨¦cnica del Servicio de Prevenci¨®n de Adicciones del Ayuntamiento de Tarragona.
"Este modelo pone el ¨¦nfasis en mejorar los contextos en los que se mueven los adolescentes para no dejar toda la responsabilidad de las elecciones saludables respecto al consumo de alcohol y drogas ¨²nicamente en sus manos. Es lo que llamamos prevenci¨®n ambiental o estructural que consiste en que desde el mundo adulto se lleven a cabo acciones responsables que ayuden al adolescente a realizar elecciones saludables, como no facilit¨¢ndoles el acceso, haciendo cumplir la ley en el caso del alcohol, o no promocionando las bebidas alcoh¨®licas".
De nada sirve decirle a un adolescente que mejor no beba hasta los 18 a?os, comenta Cerrillo, si luego no tiene dificultades para conseguir el alcohol. "No le estamos poniendo f¨¢cil hacer una elecci¨®n responsable, y la prevenci¨®n no funciona. Por esto es importante trabajar con toda la comunidad y conectar las diversas intervenciones sobre la poblaci¨®n adolescente, favoreciendo tambi¨¦n una oferta variada de actividades de tiempo libre accesible a todo el mundo, ya que en las encuestas hemos visto que cuanto mayor es la pr¨¢ctica de alg¨²n deporte o actividad de tiempo libre supervisada por adultos, menores son los consumos", a?ade.
No veremos cambios en al menos una d¨¦cada
Melero nos advierte de que los cambios sociales requieren tiempo. "Probablemente sea necesaria al menos una d¨¦cada para contemplar cambios significativos en los datos de consumo, y a¨²n m¨¢s para ver su impacto en la prevalencia de enfermedades relacionadas con el abuso de alcohol".
Hasta entonces, habr¨¢ que seguir haciendo hincapi¨¦ en que las bebidas alcoh¨®licas son un factor de riesgo; s¨ª, tambi¨¦n las ca?as: "Necesitamos que los propios adultos revisemos cu¨¢l es nuestra percepci¨®n del alcohol y el tipo de mensajes que transmitimos a la poblaci¨®n juvenil, puesto que a veces damos mensajes contradictorios. Si los adultos no banaliz¨¢ramos los riesgos del consumo de alcohol y no confundi¨¦ramos un coma et¨ªlico con una borrachera, por ejemplo, tal vez los adolescentes empezar¨ªan a aumentar tambi¨¦n su percepci¨®n del riesgo", apunta Cerrillo.
A veces, adem¨¢s de medidas legislativas, tambi¨¦n hay que acceder a la experiencia real de un l¨ªder que ha pasado por ello, para que los oyentes cambien conductas. Eso, m¨¢s o menos, es lo que hace el ol¨ªmpico Pedro Garc¨ªa Aguado dentro de la Fundaci¨®n Lo Que de Verdad Importa con sus charlas a j¨®venes entre 13 y 18 a?os, en las que les habla de los problemas del consumo de alcohol y drogas que ¨¦l mismo sufri¨® en primera persona.
"Es impresionante la reacci¨®n de los j¨®venes ante testimonios de personas que han sufrido con este tipo de problemas de dependencia del alcohol. Es la mejor manera de que les llegue el mensaje. No lo ven como una charla moralizadora sino como una experiencia de vida de la que poder aprender", afirma Mar¨ªa Franco, directora de la Fundaci¨®n.
Y que se preparen los padres, porque en nuestro pa¨ªs ya est¨¢ horne¨¢ndose la nueva ley que regula el consumo de alcohol en menores y no se va a andar con chiquitas. Prohibir la publicidad relacionada con el consumo de alcohol en ciertos horarios, la venta de alcohol en las gasolineras, grandes sanciones a los locales que vendan alcohol a menores, multas a los menores que lo consuman en las calles y tambi¨¦n, por extensi¨®n, a sus padres; m¨¢s la obligaci¨®n de participar conjuntamente, padres e hijos, en actividades o programas reeducativos como medida para condonar la sanci¨®n econ¨®mica. Decisiones que, junto a las medidas gubernamentales e institucionales, son claves para redirigir conductas en un tema de salud que incide directamente en toda la sociedad.
Como ve, el asunto de maridarlo todo con cerveza, vino o gintonics no es algo para tom¨¢rselo a la ligera.
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