¡°Hemos conseguido un Orgullo que reivindica desde la celebraci¨®n¡±
"Vivo en la otra acera, pero no es porque me apetezca"
Todav¨ªa se emociona cuando recuerda su primer preg¨®n del Orgullo como presidenta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) el pasado mi¨¦rcoles. "Cuando habl¨¦ del acoso escolar, vi a mucha gente ya grande llorar". Dice "grande" y no "mayor" con un inconfundible acento canario, porque Uge Sangil naci¨® hace 49 a?os en La Palma, y, despu¨¦s de una dilatada carrera de activista, es desde el 16 de abril presidenta de la federaci¨®n.?
Este s¨¢bado presidir¨¢ la manifestaci¨®n estatal del Orgullo LGTB (de Atocha a Col¨®n en Madrid), y en su despacho una gran pizarra marca la cronolog¨ªa del evento ¨C"llegada de la alcaldesa, recepci¨®n de pol¨ªticos"¨C y, en la pared, unos papeles adhesivos establecen el lugar de cada uno de los pol¨ªticos y activistas en la pancarta de cabecera. Como es habitual (solo hubo una excepci¨®n el a?o pasado) no habr¨¢ nadie del PP. "Ni les hemos invitado. Se comprometieron a apoyar la ley de igualdad de trato y no discriminaci¨®n, pero este a?o no solo no la votaron en el Congreso, sino que presentaron una enmienda a la totalidad", explica convencida.
Coincidente con su llegada al cargo, la manifestaci¨®n recupera un tema que ya protagoniz¨® la marcha de 2005: los trans. Este a?o, el lema es Por la liberaci¨®n trans. Conquistando la igualdad. Sangil no dice transexuales. Explica que trans es "un t¨¦rmino paraguas" donde, aparte de los transexuales propiamente dichos, se incluye a los ag¨¦nero o a quienes son, como ella, no binarios. Esa T es la prueba de que la sucesiva visibilizaci¨®n de identidades y orientaciones no heterosexuales no es "un ejercicio te¨®rico". Detr¨¢s de cada una (la I de intersexual, la Q de queer...) "estamos personas". "Nosotras no vivimos en el binomio hombre o mujer, y no nos sentimos ni una cosa ni otra".
Habla siempre de s¨ª misma en femenino, porque, adem¨¢s, es lesbiana. Pero cuando habla de todos, encadena las tres terminaciones: "peque?os, peque?as y peque?es; nosotros, nosotras y nosotres". Se nota que viene del feminismo y las teor¨ªas queer.? Y se define como "esa del pelo blanco con nombre no binario", ese Uge cuya e final no remite ni a lo masculino ni a lo femenino. "Antes hablaba muy poco de mi identidad, pero ahora lo hago cada vez m¨¢s", afirma. "Es importante que los j¨®venes vean que no est¨¢n solos, que tengan referencias". Pero insiste en que no quiere dejar de decir que es lesbiana. "Creo en la lucha de las mujeres y en su visibilidad. Pero yo soy m¨¢s que eso", se reivindica. Y cree que esa condici¨®n puede ayudar en su lucha. "Desde el heteropatriarcado no nos dejan avanzar, pero puede que desde las identidas diversas podamos ayudar a romper con la esclavitud que nos quieren imponer".
Sangil tiene claro el sentido de la manifestaci¨®n. "Somos el ¨²nico Orgullo de los importantes del mundo que mantiene la reivindicaci¨®n con la fiesta. Y es que seguimos sintiendo que queda mucho por hacer. Seguimos siendo maltratadas, pegadas, nos matan en muchos pa¨ªses, en muchas sociedades se nos considera enfermas o desviadas. Hace unos d¨ªas conseguimos un poquito, que el CIE-11 [la clasificaci¨®n internacional de enferemdades de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud] nos quite de enfermos mentales. Pero, a cambio, nos define como incongruentes de g¨¦nero. Y no somos incongruentes. Incongruente es la sociedad cuando no entiende que yo defino lo que soy. Seguimos sintiendo que queda mucho por hacer. Puede ser que los hombres gais tengan muchos derechos reconocidos, pero con las mujeres lesbianas y las trans no pasa lo mismo. Cada a?o cuando se publican las listas de las personas del colectivo LGTB m¨¢s incluyentes, casi todo son gais; la presencia de mujeres lesbianas, bisexuales y trans es cero".
Tampoco duda del valor de la fiesta de estos d¨ªas en Madrid (y las semanas pasadas en much¨ªsimos lugares de Espa?a). "Este colectivo es alegre y orgulloso, orgullosa, orgullose. Tenemos la resiliencia muy alta. Y tambi¨¦n necesitamos divertirnos, mostrarnos como somos, ense?ar nuestras plumas orgullosas. Porque nosotras somos como somos. Y tal y como somos, amamos. Y tal y como somos, sentimos".
"Vivo en la acera de enfrente, pero no es porque me apetezca"
Especializada en la educaci¨®n en la diversidad, la presidenta de la FELGTB, Uge Sangil, se r¨ªe cuando se le recuerda que hay quien piensa que eso que ella hace es propaganda de la homosexualidad para convertir a los ni?os. "La ¨¦poca del electrochoque ya pas¨®, y no se convirti¨® a nadie en heterosexual", dice. "Educar es aprender a respetar y a ver la diversidad. Es important¨ªsimo empezar cuando ni?os, porque el ni?o, la ni?a, el ni?e, tienen una mente abierta. En esas edades es m¨¢s f¨¢cil aceptar la diversidad, que aprendan que no somos distintos ni anormales, sino diversos, y que as¨ª nos enriquecemos unos a otros. Pero eso no se puede hacer solo en la educaci¨®n reglada, sino en la no reglada y en familia. Si no, es imposible conseguir lo mismo".
"Cuando hablamos de nosotros, hablamos de derechos humanos y de la diversidad del ser humano. Nadie que no se sienta gay, lesbiana o trans va a serlo ni va a cambiar. No es algo que se pueda cambiar. Es algo interno que t¨² sientes, pero que no puedes hacer sentir a otra persona", afirma.
Y a?ade un argumento pr¨¢ctico: "No es f¨¢cil vivir una orientaci¨®n o una identidad que no sea heterosexual. Yo vivo en la acera de enfrente, pero no es porque me apetezca. Es porque no me han dejado vivir en la otra¡±.
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