Los Picos del marqu¨¦s y el pastor

Uno, marqu¨¦s. El otro, pastor. Uno, ataviado con unas alpargatas hechas en la calle de la Salud, en Madrid. El otro, descalzo, como m¨¢s le gustaba escalar aquellas monta?as. En 1904, el Marqu¨¦s de Villaviciosa de Asturias, Don Pedro Pidal y Bernardo de Quir¨®s, y un pastor del pueblo leon¨¦s de Ca¨ªn de Arriba (actualmente Ca¨ªn de Valde¨®n), Gregorio Mart¨ªnez, El Cainejo, escalaron por primera vez el pico Urriellu, m¨¢s conocido como el Naranjo de Bulnes. En aquel a?o comenz¨® una historia que culmin¨® con el primer Parque Nacional de Espa?a, el de la Monta?a de Covadonga, el 22 de julio de 1918.

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El amor que sent¨ªa Pidal, asturiano de pura cepa, le llev¨® a impulsar una campa?a para proteger este entorno natural ante los peligros que le acechaban. "Don Pedro compraba hect¨¢reas del parque donde sab¨ªa que iban a talar los ¨¢rboles y se las ced¨ªa a los campesinos", recuerda su bisnieto Juan Uhag¨®n Pidal. Tambi¨¦n se conservan anuncios en los que Pidal, amante de la caza, ofrec¨ªa recompensas de cien pesetas a quien denunciase a los cazadores furtivos de rebecos que actuaban dentro del Parque Nacional.

Y aunque naci¨® en la costa de Gij¨®n, su relaci¨®n con la monta?a, desde la subida al Urriellu, fue permanente. Alejandro Pidal Garc¨ªa, otro de sus bisnietos, cuenta que Don Pedro mandaba avisos al pueblo del Cainejo cada vez que quer¨ªa escalar alguno de los picos de la cordillera.

Ca¨ªn de Valde¨®n, el ¨²ltimo pueblo leon¨¦s antes de cruzar a Asturias y ubicado en las faldas de los Picos, es un lugar donde la vida consist¨ªa en pastorear, conseguir madera para afrontar el fr¨ªo y tener unas buenas piernas para recorrer los kil¨®metros que lo separan del resto de pueblos del Concejo de Ca¨ªn. A d¨ªa de hoy, la radiograf¨ªa es muy distinta: varios autobuses dejan a decenas de turistas que van a recorrer sus senderos y a ba?arse en la orilla del r¨ªo Cares.

"Hay un dicho: los cainejos no se mueren, se despe?an". Julio Mart¨ªnez P¨¦rez, de 56 a?os, es un cainejo. Su madre fue pariente de Gregorio P¨¦rez. Mart¨ªnez era uno de esos ni?os que manten¨ªan sus pensamientos m¨¢s elevados que los montes donde pastaban sus reba?os de cabras. Siempre tuvo claro que quer¨ªa trabajar para conservar el lugar, y ya lleva m¨¢s de 30 a?os como celador de medio ambiente del Parque Nacional.

Baja del todoterreno y saca de la parte de atr¨¢s una cuerda algo deshilachada. "Esta cuerda es historia. Fue la que utilizaron Don Pedro Pidal y El Cainejo para ascender el pico Urriellu por primera vez, y que recogi¨® y baj¨® mi abuelo, V¨ªctor Mart¨ªnez", expresa con orgullo.

Aquella cuerda fue uno de los objetos que dejaron por el camino del Naranjo, pero no fue el ¨²nico. "Subieron con dos botellas de vino. Una para beberla en la cima, y la otra para el siguiente que subiera", cuenta Uhag¨®n en una de las salas del Hotel Gran Pelayo de Covadonga. "Esta era la base de operaciones de Don Pedro", a?ade Alejandro Pidal Garc¨ªa, otro de sus bisnietos.

La victoria de Covadonga

"Que fuera Monta?a de Covadonga el primer Parque Nacional tuvo mucho que ver con dos factores: que el promotor fue Don Pedro Pidal, y que aquel a?o fue el 1200 aniversario de la creaci¨®n del Reino de Asturias y de la Batalla de Covadonga", explica el Director del Parque Nacional de Picos de Europa, Rodrigo Su¨¢rez Robledano.

La pol¨ªtica y la sociedad espa?olas de la ¨¦poca necesitaban salir de su letargo. "Despu¨¦s del bache tan profundo de 1898, se consider¨® que una de las formas de relanzar objetivos comunes dentro del pa¨ªs pod¨ªa ser esta creaci¨®n de figuras de protecci¨®n del espacio, y m¨¢s aqu¨ª, en Covadonga", contin¨²a Su¨¢rez.

Otra de las fuentes de inspiraci¨®n de Pidal fue el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos. Tras su visita a aquel lugar, impuls¨® una ley de Parques Nacionales en Espa?a que, de hecho, fue la primera legislaci¨®n al respecto en todo el mundo. A partir de la aprobaci¨®n de la ley en diciembre de 1916, otros lugares como la Sierra de Guadarrama (Madrid) o Sierra Nevada (Granada), entre otros, tambi¨¦n se plantearon como espacios que deb¨ªan ser protegidos.

Dos a?os despu¨¦s, en 1918 y con apenas un mes de diferencia, se declararon los dos primeros Parques Nacionales: el de Monta?a de Covadonga y el de Ordesa y Monte Perdido (Arag¨®n), que cumplir¨¢ su centenario el 16 de agosto.