Meir¨¢s, la otra ¡®exhumaci¨®n¡¯ pendiente

Lo mismo que las picaduras, las verbenas, los artefactos incendiarios en los montes, los atascos y los pimientos de Padr¨®n, cuando aprieta el calor del verano, en el Ayuntamiento de Sada se multiplican las quejas de los turistas que han tratado de concertar una visita al Pazo de Meir¨¢s y se han encontrado con que nadie les atiende al otro lado de la l¨ªnea. As¨ª lo afirman desde el consistorio, cuartel general de la lucha gallega por recuperar los bienes entregados a Franco en la dictadura. Su alcalde, Benito Portela (del grupo independiente de izquierda Sadamaior¨ªa), defiende que esta causa pendiente deber¨ªa ser igual de prioritaria para Pedro S¨¢nchez como la exhumaci¨®n de los huesos del General¨ªsimo del Valle de los Ca¨ªdos. Y esta semana ha enviado a la Moncloa su segunda carta con ese objetivo. La primera, todav¨ªa sin respuesta por parte del presidente, la escribi¨® el 19 de junio, solo medio mes despu¨¦s de que S¨¢nchez tomase posesi¨®n. La modificaci¨®n por decreto de la Ley de Memoria Hist¨®rica, insiste ahora el regidor en su nueva misiva, "debe amparar la retirada de los restos" de Franco, "pero tambi¨¦n la retirada de sus herederos del pazo de Meir¨¢s". Porque esta "propiedad por ellos detentada" es "resultado de la extorsi¨®n, del r¨¦gimen de terror y del fraude, tal y como consta en varios informes hist¨®ricos y jur¨ªdicos que han sido remitidos a la Administraci¨®n General del Estado".

Portela exige para este caso "un tratamiento y actuaci¨®n conjunta" con la del Valle de los Ca¨ªdos. Un antecesor en el cargo e hist¨®rico alcalde de Sada, Ram¨®n Rodr¨ªguez Ares (PP primero y Partido Dem¨®crata Sada Popular despu¨¦s), ten¨ªa colgada una foto de Franco en su despacho, pero el actual mandatario local considera "una urgencia y necesidad democr¨¢tica" la "incorporaci¨®n al patrimonio p¨²blico" de la mansi¨®n declarada BIC (Bien de Inter¨¦s Cultural) tal y como "demanda la inmensa mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa espa?ola; y gallega y sadense en especial". Con el mismo fin, Benito Portela apremia al Gobierno para que "ordene a la abogac¨ªa del Estado la interposici¨®n, a la mayor brevedad posible, de las acciones civiles oportunas ante el juzgado de Betanzos (A Coru?a)", tal y como acord¨® reclamar al Ejecutivo, por unanimidad, el Parlamento de Galicia el pasado 11 de julio.

Y mientras el alcalde de Sada reclama Meir¨¢s para el pueblo por "higiene democr¨¢tica", a solo 40 kil¨®metros de distancia el de Ferrol, Jorge Su¨¢rez (Ferrol en Com¨²n), lleva semanas advirtiendo que su gobierno no va a dejar que los despojos que se desentierren vayan a parar a la ciudad coru?esa: "No vamos a permitir que trasladen los restos del dictador a un pante¨®n que fue obtenido a trav¨¦s de privilegios", ha avisado, y despu¨¦s ha invitado a los Franco a "ponerse a la cola de la ventanilla, como cualquier ciudadano", para "solicitar un nicho" si el deseo familiar es depositar los restos del militar en su ciudad natal.

El propio Su¨¢rez hizo p¨²blico en julio un documento municipal de 1967, cuando era alcalde Rogelio Cenamor, por el que el Ayuntamiento regalaba plazas de enterramiento a "un hijo ilustr¨ªsimo de la ciudad" en el cementerio de Catabois, actualmente ocupadas por varios difuntos de la familia Franco. Seg¨²n el actual gobierno local esta autorizaci¨®n es "revocable" porque "se puede demostrar que esta concesi¨®n no fue realizada de manera regular", sino en virtud de unos "privilegios, como los que ten¨ªa Carmen Polo cuando ven¨ªa a Ferrol en plan saqueo".

La demanda civil sobre Meir¨¢s que Galicia reclama al Estado se sumar¨ªa a la que ya present¨® el a?o pasado otro Ayuntamiento gobernado por las mareas, el de Santiago (Compostela Aberta), para que los Franco devuelvan dos estatuas de la antigua fachada rom¨¢nica de la catedral, Isaac y Abraham. Durante d¨¦cadas, las esculturas del taller del Maestro Mateo decoraban la entrada del Palacio de Cornide en A Coru?a, otro inmueble que engros¨® el patrimonio de los Franco en una sombr¨ªa maniobra de los prohombres gallegos del r¨¦gimen. Este a?o, despu¨¦s de ser expuestas en el Prado y el pazo de Xelm¨ªrez (arzobispado compostelano), fueron empaquetadas y trasladadas a la capilla de Meir¨¢s mientras miembros del BNG se encadenaban en la Praza do Obradoiro para tratar de impedirlo.

Con momentos m¨¢s candentes que otros, y siempre con pol¨¦mica en los meses de agosto en que los descendientes del dictador, siguiendo los pasos de su padre y abuelo, cerraban el pazo para su solaz estival, la cuesti¨®n del patrimonio de los Franco ha acabado por instalarse durante las cuatro estaciones en la actualidad pol¨ªtica de Galicia sin visos de ir a retirarse. El incumplimiento de un n¨²mero m¨ªnimo de aperturas (cuatro viernes al mes) a las que el BIC est¨¢ obligado por ley se sald¨® en los ¨²ltimos a?os con dos expedientes administrativos abiertos por la Xunta, visitas de parlamentarios gallegos y europeos al caser¨®n y una multa casi simb¨®lica (4.500 euros) a la familia por parte de la Conseller¨ªa de Cultura hace 11 meses.

El alcalde de Sada achaca en buena parte este cambio del viento, que ahora sopla contra los Franco, al hecho de que en la primavera de 2017, meses antes de morir, Carmen Franco Polo, la hija del dictador, confiase la gesti¨®n de Meir¨¢s a la fundaci¨®n dedicada a enaltecerlo. La Fundaci¨®n Francisco Franco lleg¨® anunciando que su misi¨®n en el pazo ser¨ªa transmitir la "grandeza" del jefe del r¨¦gimen, y a partir de ah¨ª, recuerda Portela, el PP en Galicia se vio obligado a cambiar de actitud: ya no pudo sostener por m¨¢s tiempo su postura tibia ni votar contra las iniciativas de la oposici¨®n. Pero fue ahora hace un a?o, el 30 de agosto de 2017, cuando empez¨® a verse que el patrimonio de los herederos de Franco no era tan intocable como parec¨ªa.

Ese d¨ªa tomaron las torres unos 20 activistas del Bloque Nacionalista Galego y la Confederaci¨®n Intersindical Galega y desplegaron enormes pancartas sobre la fachada pidiendo la "devoluci¨®n de lo robado". Despu¨¦s de esta foto que se convirti¨® en icono de la causa, las aguas ya no volvieron a calmarse, como sol¨ªa ocurrir cada septiembre a pesar de la lucha permanente del gobierno local de Sada. El presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, propuso medio mes despu¨¦s crear una comisi¨®n para "acreditar vicios ocultos" en la donaci¨®n de Meir¨¢s.

Y despu¨¦s no fueron una, sino dos comisiones de juristas las que trabajaron durante meses, entre el oto?o y la primavera pasados, con el objetivo de acreditar que exist¨ªan v¨ªas legales para recuperar "sin coste" el pazo. Una (la Junta pro Devoluci¨®n de Meir¨¢s) se organiz¨® con 80 entidades en la Diputaci¨®n de A Coru?a, y la otra fue impulsada desde la Xunta. El estudio liderado por el gobierno provincial se present¨® a finales de febrero y conclu¨ªa que deb¨ªa ser Patrimonio Nacional quien impugnara en los tribunales, por ser "simulado", el contrato de compraventa que firm¨® Francisco Franco en 1941. Los investigadores destaparon que con esta escritura el dictador burlaba su propia Ley de Patrimonio, que le obligar¨ªa a incorporar la finca al patrimonio p¨²blico por ser un bien al servicio de la Jefatura del Estado.

Mientras tanto, en febrero los herederos pon¨ªan a la venta el inmueble por ocho millones en MiKeli, una inmobiliaria c¨¢ntabra. Una tasaci¨®n previa calculaba que el pazo val¨ªa 14. El due?o de la agencia reconoc¨ªa que era un precio de "ganga" para tratar de venderlo en medio de una pol¨¦mica que dificultaba cualquier transacci¨®n. Sobre todo despu¨¦s de que el plan general de Sada haya vetado cualquier conversi¨®n en hotel de las torres de Meir¨¢s si sigue en manos privadas.

El informe de los peritos de la Junta pro Devoluci¨®n lleg¨® a Madrid cuando gobernaba todav¨ªa el PP, y fuentes oficiales de Patrimonio Nacional declaraban a El Pa¨ªs que descartaban acudir a los tribunales porque, a su entender, no ten¨ªan competencia para hacerlo. El dictamen de la comisi¨®n de la Xunta, sin embargo, arrib¨® a La Moncloa ya en tiempos de Pedro S¨¢nchez. Este estudio jur¨ªdico, que no es incompatible con el de la Diputaci¨®n, explora otros cauces y confirma que, en realidad, Meir¨¢s nunca dej¨® de ser un bien p¨²blico, ya que desde que el pazo fue donado por cuestaci¨®n popular a Franco, el Estado gast¨® en ¨¦l cantidades millonarias en obras de mantenimiento y personal como residencia oficial que fue entre 1938 y 1975.