Dos hermanos de Calatayud, a la espera de ser exhumados antes que Franco
La familia de los republicanos que abrieron la v¨ªa judicial de los desentierros en el Valle de los Ca¨ªdos es informada por Patrimonio de que los forenses empezar¨¢n con el proceso
El pasado 10 de agosto, la familia de Manuel y Antonio Ramiro Lape?a Altab¨¢s, fundadores de la CNT fusilados en Calatayud en 1936, recibi¨® un burofax de Patrimonio Nacional que anunciaba que hab¨ªa encomendado ya al colegio de forenses los informes preliminares para la exhumaci¨®n de estos dos republicanos en el Valle de los Ca¨ªdos. Hace dos a?os y medio que un auto del juzgado de Primera Instancia n¨²mero 2 de San Lorenzo de El Escorial respaldaba la lucha de Manuel y Purificaci¨®n Lape?a, hijo y nieta del abuelo Manuel, y ordenaba empezar el proceso de identificaci¨®n y recuperaci¨®n de los restos de estos hermanos en el tercer nivel de la Capilla del Santo Sepulcro. Pero los tr¨¢mites que se llegaron a iniciar quedaron bloqueados por la oposici¨®n del prior de la abad¨ªa enclavada en Cuelgamuros y el consiguiente contencioso-administrativo que interpuso la congregaci¨®n benedictina, encargada del culto en el Valle de los Ca¨ªdos desde 1958. La familia de Manuel y Antonio Ramiro Lape?a Altab¨¢s no era la primera que intentaba sacar de all¨ª a sus fallecidos, pero s¨ª la ¨²nica que lo consegu¨ªa gracias a un abogado, Eduardo Ranz, que apelaba a un art¨ªculo, entonces en vigor y ahora ya no, de tiempos de la Guerra de Cuba sobre la perpetua memoria. Tras la retirada del recurso de la orden religiosa, a principios de este a?o, mucho tiempo antes de que se hablase de la de Francisco Franco, quedaba definitivamente abierta la puerta de la exhumaci¨®n de los aragoneses. Pero a la maquinaria burocr¨¢tica le ha costado meses ponerse en marcha y todav¨ªa est¨¢ pendiente de papeleos y estudios.
Hoy Miguel ?ngel Capap¨¦, marido de Purificaci¨®n y portavoz de Arico (Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n e Investigaci¨®n Contra el Olvido-Memoria Aragonesa) no ve demasiado posible que los antepasados de su esposa salgan del gran mausoleo de Franco antes que el propio Caudillo. Mientras tanto, su suegro, Manuel Lape?a, que cuando ten¨ªa 12 a?os, el 27 de julio de 1936, vio salir por ¨²ltima vez a su padre de casa, contin¨²a esperando su regreso a los 94 cumplidos.
"Bienvenida sea la exhumaci¨®n de Franco, que es tambi¨¦n lo que queremos para nosotros", dicen en casa. La familia entiende que para el Gobierno de Pedro S¨¢nchez haya "prioridades", pero defiende su causa y compara su complicada batalla judicial, desde hace m¨¢s de seis a?os, con una decisi¨®n pol¨ªtica tan f¨¢cil que "en cuatro d¨ªas, con un decreto ley, est¨¢ hecha". Capap¨¦, que tambi¨¦n integra la Asociaci¨®n de Familiares Pro Exhumaci¨®n de los Republicanos del Valle de los Ca¨ªdos, insiste en que el hecho de que saquen de ah¨ª a Franco no acaba con el oscuro, doloroso y humillante simbolismo que el enclave tiene para los descendientes de los, como m¨ªnimo 13.000, cuerpos de republicanos que desde 1959 fueron cosechados de fosas de toda Espa?a para "llenar" los huecos de un monumento megal¨®mano "que se les quedaba vac¨ªo". "La mayor¨ªa ah¨ª est¨¢n contra la voluntad de sus familias", defiende, "no lo reconocemos como cementerio". "Nosotros queremos que cada represaliado descanse en su pueblo", pide, y los que no se puedan identificar o no sean reclamados "que al menos los quiten de ah¨ª y vayan al cementerio de El Escorial".
Para el Valle de los Ca¨ªdos, reclaman "desacralizarlo", "retirar la cruz" y hacer de ¨¦l "un centro de interpretaci¨®n de la Guerra Civil donde se cuente la verdad, lo que pas¨® realmente", de forma cient¨ªfica. Antes que su familia, otras "de distintas partes de Espa?a; Asturias, Valladolid, Madrid o Zaragoza", hab¨ªan peleado en los juzgados para exhumar a sus parientes del mayor camposanto de la Guerra Civil, pero no lo lograron. "Tumbaron todos los casos en todos los sitios", lamenta el presidente de Arico Memoria Aragonesa, que siente aquel traslado forzoso de restos al Valle de los Ca¨ªdos como un "robo".
Ellos tuvieron mucha m¨¢s suerte, dice, por la espita legal que encontr¨® el abogado. El juez del caso admit¨ªa en su auto que hab¨ªa una ¡°alta probabilidad¡± de que el abuelo veterinario y el t¨ªo de Purificaci¨®n Lape?a Garrido (que primero fueron enterrados, respectivamente, en un barranco y una fosa junto a la tapia del cementerio municipal de Calatayud) hubieran sido trasladados al mausoleo franquista y estuviesen entre una serie de columbarios correlativos del tercer nivel. ¡°Los indicios determinan que los restos cadav¨¦ricos de los familiares de la solicitante se encuentran" all¨ª "sin que se les haya procurado b¨²squeda, identificaci¨®n y digna sepultura", dec¨ªa el magistrado. Y conclu¨ªa que "la ¨²nica" forma de "acreditarlo", entre tanto hueso an¨®nimo, era "por medio de la prueba de ADN".
Los estudios previos que lleg¨® a hacer el Instituto Eduardo Torroja del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas) revelaron que los osarios del tercer nivel se encontraban en buen estado, mientras que los del primero y el segundo, en posiciones inferiores, hab¨ªan sufrido una humedad de d¨¦cadas. Capap¨¦ recuerda que una microc¨¢mara mostr¨® a los t¨¦cnicos que las cajas de madera, que hab¨ªan sido apiladas en los nichos colectivos, estaban totalmente aniquiladas por el tiempo. Al pulverizarse estos contenedores, los restos ¨®seos se mezclaron y probablemente se perdi¨® el top¨®nimo escrito en el exterior con el que hab¨ªan llegado al Valle de los Ca¨ªdos. Otros enterramientos fueron "trasladados" de zona dentro del recinto funerario, y su identificaci¨®n ser¨¢ m¨¢s complicada.
Pero los restos de los hermanos republicanos de la CNT yacen probablemente en un sector que no se toc¨®. Aquellas cajas de madera se hab¨ªan fabricado en cada pueblo "todas iguales, del mismo tama?o, seg¨²n una instrucci¨®n que se envi¨®" desde Madrid, cuenta Miguel ?ngel Capap¨¦. El telegrama que luego se remiti¨® desde Calatayud, cuando se mandaron los restos de los republicanos en abril de 1959, informaba de que en el convoy iban 13 cajas colectivas y una individual. "Aqu¨ª siempre se habl¨® de que en cada colectiva viajaban los huesos de nueve personas", comenta el portavoz de Arico. Sin embargo, despu¨¦s de un transporte de m¨¢s de 240 kil¨®metros, en el registro de entrada del Valle de los Ca¨ªdos ya solo se anot¨® la llegada de nueve cajas. Nadie sabe a¨²n d¨®nde est¨¢ el fallo pero, seg¨²n este segundo recuento, la familia calcula que los restos de Manuel y Antonio Ramiro Lape?a se encuentran supuestamente entre unos 81 esqueletos. Esto hace que la lucha llegue m¨¢s all¨¢ de las aspiraciones de la familia, porque en la exhumaci¨®n se recuperar¨¢n todas aquellas cajas marcadas con el top¨®nimo, y otros republicanos de Calatayud van a poder ser identificados y trasladados a Arag¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.