Espa?a quiere volver a liderar la persecuci¨®n de cr¨ªmenes internacionales
Ecocidio y cr¨ªmenes econ¨®micos contra la humanidad, entre las propuestas de los expertos que ayudan al Gobierno a reformar la justicia universal
La detenci¨®n del dictador chileno Augusto Pinochet en un viaje a Londres. La condena a 1.084 a?os de c¨¢rcel por lesa humanidad de Adolfo Scilingo, argentino presunto responsable de varios vuelos de la muerte. El arresto del ruand¨¦s Karake Karenzi nada m¨¢s poner un pie en el aeropuerto londinense de Heathrow acusado de genocidio y cr¨ªmenes de guerra. Jueces y tribunales espa?oles lideraron durante a?os la persecuci¨®n de cr¨ªmenes internacionales. Hasta que una reforma de la ley impulsada por el Gobierno del Partido Popular en 2014 supuso pr¨¢cticamente una derogaci¨®n de facto de la justicia universal. Ahora el Gobierno socialista quiere recuperarla y ampliarla, y los expertos que le asesoran se han marcado como objetivo volver a ese liderazgo.
Algunas de sus propuestas pasan por ir m¨¢s all¨¢ de los cr¨ªmenes m¨¢s graves, los de primer grado (genocidio, lesa humanidad, cr¨ªmenes de guerra, torturas), que los Estados est¨¢n obligados a perseguir seg¨²n el derecho internacional. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, los expertos pondr¨¢n sobre la mesa del Ministerio de Justicia incluir los delitos medioambientales como los vertidos en alta mar o la pesca ilegal ¨Caparecer¨¢ el concepto de ecocidio¡ªy otro tipo penal que a¨²n no existe en derecho internacional, el de los cr¨ªmenes econ¨®micos contra la humanidad: ser¨ªan susceptibles de persecuci¨®n las grandes decisiones macroecon¨®micas que hunden a un pa¨ªs en la miseria.
Una comisi¨®n de cuatro expertos en derecho internacional entregar¨¢ su primer informe preliminar al Ministerio de Justicia este lunes. ¡°Nuestra misi¨®n es estudiar todas las propuestas y tratar de actualizarlas y mejorarlas de acuerdo con el derecho internacional¡±, adelanta Manuel Oll¨¦, uno de sus miembros. Por el momento, la reforma ha despertado enormes expectativas entre los abogados que defienden casos a los que se dio carpetazo tras el cambio legislativo de 2014. Una docena de procesos fueron archivados. Para Javier Chinch¨®n, profesor de derecho internacional p¨²blico de la Universidad Complutense y miembro de Rights International Spain, la respuesta a qu¨¦ casos podr¨¢n volver a investigarse es ¡°todos¡±, pero solo si el texto que se apruebe ¡°no exige requisitos adicionales que desdibujen la esencia de la jurisdicci¨®n universal¡±.
Todo empez¨® con un criminal nazi
El primer caso de jurisdicci¨®n universal fue el juicio de Adolf Eichmann en Israel en 1961. Eichmann era alem¨¢n, sus cr¨ªmenes se hab¨ªan cometido en Alemania y sus v¨ªctimas fueron en su mayor¨ªa alemanas. Pero fue arrestado en Argentina y extraditado para ser juzgado en Israel. ¡°El origen de la jurisdicci¨®n universal radical en la idea de que algunos cr¨ªmenes son tan graves que es deber de toda la humanidad juzgarlos¡±, dice la abogada de Trial International Val¨¦rie Paulet.
Casi todos los pa¨ªses europeos tienen en su legislaci¨®n una forma de jurisdicci¨®n universal, pero en la pr¨¢ctica solo algunos son activos, como Austria, B¨¦lgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Noruega, Espa?a, Suecia, Suiza, Holanda y Reino Unido, enumera Paulet, que a?ade: ¡°Por supuesto Espa?a ha reducido dr¨¢sticamente su lista de casos desde 2014¡±.
La jurisdicci¨®n universal no siempre consigue llevar a juicio algunos cr¨ªmenes por ser demasiado pol¨ªticos, asegura Paulet, pero pone en aprietos a los acusados. El expresidente estadounidense George W. Bush tuvo que cancelar un viaje a Suiza porque all¨ª hab¨ªa una denuncia contra ¨¦l. Tzipi Livni, exviceprimera ministra de Israel, cancel¨® dos viajes el a?o pasado a B¨¦lgica y Suiza para no ser interrogada por la polic¨ªa. ¡°El n¨²mero de casos que llegan a juicio no deja de crecer. Solo el a?o pasado fueron 16¡±, concluye.
El caso Couso es quiz¨¢ el m¨¢s conocido. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz pidi¨® la entrega de los tres militares de Estados Unidos que mataron al c¨¢mara de Telecinco Jos¨¦ Couso en 2003 cuando cubr¨ªa la guerra de Irak. Hab¨ªa m¨¢s casos en investigaci¨®n que afectaban a Estados Unidos: el de los vuelos de la CIA y otro de torturas en la c¨¢rcel de Guant¨¢namo. Pero lo que desencaden¨® la reforma de 2014 fueron las presiones de China. La Audiencia Nacional ten¨ªa abierta una causa contra la c¨²pula del Partido Comunista por el genocidio del Tibet y otra contra otros dirigentes chinos por el genocidio de miembros del movimiento espiritual Falun Gong.
PSOE y PP ya hab¨ªan pactado un primer recorte ¨Cobligaba a demostrar conexi¨®n con Espa?a-- de la jurisdicci¨®n universal en 2009, despu¨¦s de que Israel protestara por la imputaci¨®n de los responsables de un bombardeo en Gaza. En 2014 el Gobierno con mayor¨ªa absoluta del PP modific¨® la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial mediante una proposici¨®n de ley y restringi¨® a¨²n m¨¢s la competencia de los jueces espa?oles, que ahora solo pueden investigar delitos de genocidio, cr¨ªmenes de guerra y de lesa humanidad cuando el acusado sea espa?ol, resida habitualmente en Espa?a o se encontrara en Espa?a y cuya extradici¨®n hubiera sido denegada por las autoridades espa?olas.
¡°El impacto de esa ley, claramente inconstitucional y contraria a las leyes internacionales, ha sido devastador. Y es una cosa ins¨®lita. No conocemos otro caso en el mundo en el que se haya renunciado a investigar los cr¨ªmenes m¨¢s graves¡±, afirma Esteban Beltr¨¢n, director de Amnist¨ªa Internacional en Espa?a. En su opini¨®n, la reforma no deber¨ªa limitarse a volver a la legislaci¨®n de 2009 sino ¡°a una que respete el derecho de las v¨ªctimas a obtener verdad, justicia y reparaci¨®n cuando en sus pa¨ªses se les niega¡±.
Los casos que quedaron impunes tras la reforma del PP ¡°son tan graves que hasta que no haya veredicto no prescriben. Todos ellos podr¨ªan ser empezados de nuevo¡±, asegura Beltr¨¢n. Algunos de aquellos procesos siguen vivos, pero ¡°haciendo piruetas jur¨ªdicas¡±, asegura un abogado especializado. Un ejemplo es precisamente el caso de Ruanda, que sigue adelante en la Audiencia Nacional, pero ya no por delitos de genocidio o lesa humanidad, sino por el ¨²nico al que no afect¨® la reforma: el terrorismo. Tambi¨¦n por terrorismo ha podido continuar el asesinato del jesuita Ignacio Ellacur¨ªa y otras siete personas en El Salvador. No por cr¨ªmenes contra la humanidad como se calific¨® inicialmente.
Los casos de Ruanda, el T¨ªbet y Falun Gong est¨¢n en el Tribunal Constitucional, pendientes de recurso de amparo. El resto ¡°se han cerrado pr¨¢cticamente todos salvo el de Carmelo Soria y el del S¨¢hara Occidental por tener conexiones con Espa?a¡±, asegura Beltr¨¢n. En 2012 el juez Pablo Ruz proces¨® a siete exagentes de inteligencia de Chile por el secuestro y asesinato del diplom¨¢tico espa?ol Carmelo Soria en 1976. En 2006 el juez Baltasar Garz¨®n admiti¨® una querella contra 13 altos cargos de Marruecos por torturas y desapariciones de ciudadanos saharauis en los a?os 70, 80 y 90. Sigue adelante porque algunos hechos se cometieron cuando el S¨¢hara Occidental a¨²n era colonia espa?ola.
Jos¨¦ El¨ªas, abogado del caso T¨ªbet, conf¨ªa en que la reforma contribuya a que los magistrados del Constitucional resuelvan al fin los recursos que tienen pendientes desde hace m¨¢s de tres a?os. ¡°Hay fundamentos de derecho suficientes para que fuera admitido ese amparo y se declare en ciertos puntos inconstitucional la reforma anterior¡±, asegura. Adem¨¢s, en su caso, con la nueva ley podr¨ªa presentar una nueva querella con otros casos de v¨ªctimas de la represi¨®n china. ¡°Hechos criminales nuevos tenemos lamentablemente para aburrir¡±, dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.