Un sargento, condenado por insultar a su tropa: ¡°Solo ten¨¦is una neurona¡±

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a un a?o de prisi¨®n impuesta?a un sargento del Ej¨¦rcito de Tierra por abusar de sus facultades, insultar y menospreciar a sus subordinados al dirigirse p¨²blicamente a ellos con expresiones como "solo ten¨¦is una neurona" o "vuestro trabajo lo puede hacer uno de Mercadona".

En la sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Clara Mart¨ªnez de Careaga,?la Sala de lo Militar desestima el recurso de casaci¨®n interpuesto por el sargento Juan Antonio G.G. contra la sentencia del Tribunal Militar Quinto de junio de 2015, que lo conden¨® a ocho meses de prisi¨®n por un delito de extralimitaci¨®n en el ejercicio del mando y a cuatro meses por otro de desobediencia.

El militar, que pronunci¨® esos insultos durante unos ejercicios militares celebrados en Canarias entre el 13 y el 19 de noviembre de 2015, fue condenado tambi¨¦n por desobedecer a su capit¨¢n, que le hab¨ªa ordenado personalmente no abandonar el acuartelamiento de la isla del Hierro donde se desplaz¨® la Bater¨ªa del Grupo de Artiller¨ªa de Campa?a, a la que pertenec¨ªa, para participar en las maniobras Atl¨¢ntida 16.

La resoluci¨®n, de la que ha sido ponente la magistrada Clara Mart¨ªnez de Careaga, afirma que la conducta del militar revela "un uso abusivo y caprichoso de sus facultades de mando, orientado a la satisfacci¨®n de sus apetencias, alej¨¢ndose as¨ª de las normas que presiden el correcto y mesurado ejercicio del mando", recogidas en las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.

Durante los ejercicios, el sargento se dirigi¨® p¨²blicamente hacia sus subordinados con expresiones como "solo ten¨¦is una neurona", "no sois m¨¢s que tropa y yo soy sargento", "vuestro trabajo lo puede hacer uno de Mercadona", "vosotros no ten¨¦is que pensar" o "mi estatuto es superior al vuestro".

Para la sala, estas expresiones suponen "un claro prevalimiento de su empleo", puesto que se aprovech¨® de "su superior condici¨®n" para cometer sobre ellos "una grave acci¨®n abusiva". De hecho, los soldados le dijeron que esa no era forma de tratarlos y al menos dos se sintieron humillados por dicho trato, a los que este respondi¨® que ten¨ªan que tener lealtad al mando y que no ten¨ªa que explicar lo que eso significaba, lo que los miembros del pelot¨®n interpretaron como una amenaza.

Entre los "excesos y abusos cometidos", la sentencia tambi¨¦n recoge que el sargento mantuvo a los miembros del pelot¨®n durante tres horas en el veh¨ªculo en el exterior de un bar mientras ¨¦l estaba en la terraza tomando cervezas, sin atender a los requerimientos de una de las soldados que por razones de higiene necesitaba regresar al acuartelamiento.

Adem¨¢s, orden¨® a un cabo que le condujese a un bar en el veh¨ªculo oficial, advirti¨¦ndole que de no hacerlo dar¨ªa cuenta de su comportamiento, motivo por el que procedi¨® a ello, en contra de su voluntad, esperando en el exterior del local mientras el condenado se hallaba en su interior consumiendo bebidas alcoh¨®licas hasta que regreso al acuartelamiento tarde para la cena. Incluso lleg¨® a intimidar a un cabo conmin¨¢ndole a quitarse las divisas propias de su empleo, tratando as¨ª de provocar un enfrentamiento f¨ªsico entre ambos.