La mitad de los marroqu¨ªes ¡®sin papeles¡¯ que llegaron este a?o a Espa?a fueron repatriados
El director marroqu¨ª de Migraciones califica la ayuda europea de 140 millones de euros como correcta, pero aspira a que sea 'durable'
Espa?a ha devuelto a Marruecos hasta el mes de octubre a 3.400 marroqu¨ªes que llegaron a la pen¨ªnsula de forma clandestina. Y el a?o pasado fueron devueltos 4.450 marroqu¨ªes. Esas son las cifras que aporta durante una entrevista con este diario Jalid Zeruali, director de Migraciones y Vigilancia Fronteriza, con rango de gobernador en el Ministerio del Interior.
Hasta el pasado septiembre hab¨ªan llegado a las costas espa?olas 33.215 inmigrantes irregulares. De ellos, 6.433 eran marroqu¨ªes. Entre Espa?a y Marruecos existe acuerdo de devoluci¨®n de ciudadanos marroqu¨ªes, pero las autoridades espa?olas han eludido hasta el momento aportar ninguna cifra sobre cu¨¢ntos han sido repatriados. Las ONG que trabajan en el Estrecho aseguran que entre los j¨®venes marroqu¨ªes existe la convicci¨®n de que la mayor¨ªa no son devueltos. Cuando le preguntaron el 28 de octubre en Rabat al Ministro de Exteriores, Josep Borrell, se?al¨® que las devoluciones de marroqu¨ªes se desarrollan ¡°satisfactoriamente¡±, que son ¡°un ejemplo para Europa¡±, pero no aport¨® cifras. De la confrontaci¨®n entre los datos que maneja el Ministerio del Interior espa?ol (6.433 marroqu¨ªes sin papeles) con los de Rabat (3.500 devoluciones) se desprende que casi la mitad de los que llegaron a Espa?a no han sido expulsados.
Respecto a la ayuda de 140 millones que la Comisi¨®n Europea ha prometido conceder a Marruecos para ayudarle en la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, Zeruali se?ala: ¡°Es un buen comienzo, es correcto, pero no suficiente. El coste de nuestro dispositivo de seguridad sobrepasa en larga medida esos 140 millones¡±.
El responsable marroqu¨ª de Migraciones se?ala que entre 2004 y 2014 Marruecos ha logrado reducir las llegadas ilegales a Espa?a en un 93%. ¡°Lo hemos hecho solos y no hemos pedido nunca nada. Ahora, con la reorientaci¨®n del flujo migratorio y en un contexto de responsabilidad compartida, la Uni¨®n Europea ha hecho una oferta. Nosotros decimos que es bienvenida, pero nos inscribimos con la Uni¨®n Europea en una l¨®gica de continuidad. Queremos que la ayuda sea durable. Esos 140 millones no van a arreglar el problema. Y yo creo que nuestros amigos europeos comprenden esto¡±.
Hay una flota de barcos de ONG en el Mediterr¨¢neo que llaman a los emigrantes: ¡®venid, venid, venid" Jalid Zeruali, Director General de Migraciones de Marruecos
El cierre de las rutas de Libia y Turqu¨ªa hacia Europa ha provocado que en Espa?a hayan llegado este a?o m¨¢s migrantes de forma irregular (41.594 hasta finales de septiembre) que en todo 2006, durante crisis de los cayucos, cuando entraron 41.180 personas. La presi¨®n en Marruecos tambi¨¦n se ha hecho notar. El Grupo Antirracista de Acompa?amiento y Defensa de Extranjeros y Migrantes (Gadem), ONG marroqu¨ª, asegura que al menos 7.700 ¡°personas negras no marroqu¨ªes¡± han sido desplazados a la fuerza este verano desde el norte del pa¨ªs a ciudades del sur sin respetar sus derechos y solo en raz¨®n de su color.
Zeruali sostiene que todo se ha hecho en el marco de la ley y justifica los desplazamientos como una forma preventiva de proteger a los propios emigrantes. ¡°El objetivo es alejarlos de la zona de acci¨®n de las redes [de emigraci¨®n ilegal]. Cuando llegamos a un apartamento [en T¨¢nger] y encontramos a 50 ¨® 60 migrantes con una embarcaci¨®n, con motor, con chalecos salvavidas¡ Sabemos que no est¨¢n haciendo turismo. Adem¨¢s, los desplazamientos hacia otras ciudades no son una novedad, contrariamente a lo que muchos piensan. Es lo que hemos hecho siempre¡±.
Cuando se le pregunta a Zeruali qu¨¦ se consigue desplaz¨¢ndolos hacia el sur si tarde o temprano regresar¨¢n al norte, responde: ¡°Esa es la lectura simplista. El ¨ªndice de reincidentes es menor del 20%¡±. El pasado julio, sin embargo, este diario habl¨® con decenas de emigrantes acampados en Casablanca y la mayor¨ªa de ellos afirmaban que aunque hab¨ªan desplazados varias veces hacia la ciudad sure?a de Tiznit, hab¨ªan logrado regresar al norte.
Respecto a las causas que les llevan a los emigrantes a arriesgar sus vidas, Zeruali desgrana varias, no necesariamente vinculadas con la pobreza: ¡°En primer lugar, las nuevas tecnolog¨ªas facilitan que los que consiguen llegar a Europa manden fotos y eso anima al resto¡±. A?ade a esa raz¨®n el hecho de que las operaciones de regularizaci¨®n en Europa han creado un ¡°deseo, un efecto llamada¡±. Y a?ade otra raz¨®n: ¡°Hay una flota de barcos de ONG en el Mediterr¨¢neo que comienzan tambi¨¦n a llamar: ¡®venid, venid, venid¡¯¡
-?Venid, venid, venid?
-S¨ª, ¡®¡¯venid, venid, venid" ?Qu¨¦, si no? D¨ªgame.
-Que m¨¢s bien desean salvar a la gente.
-Hay quienes trabajan en ese sentido, con una intenci¨®n noble; y hay quienes lo hacen en el otro y crean un efecto llamada, a veces sin querer.
En cuanto al auge de emigrantes marroqu¨ªes, cree que se ha producido sobre todo desde el pasado agosto. Y considera que fue clave la aparici¨®n de las potentes lanchas ¡°go fast¡±, nunca vistas para el tr¨¢fico de emigrantes, y los v¨ªdeos difundidos este verano en las redes donde se ve¨ªan a j¨®venes marroqu¨ªes montando en esas embarcaciones, invitados a viajar gratis hacia Espa?a.
El Ministerio del Interior inici¨® una investigaci¨®n sobre esos v¨ªdeos. Pero a¨²n no han llegado a ninguna conclusi¨®n. Una de las hip¨®tesis que se lanz¨® por parte de sindicalistas de la Guardia Civil es que se trataba de narcotraficantes. Pero Zeruali no cree en ese hip¨®tesis. ¡°Los narcos no suelen actuar as¨ª¡±, se?ala.
Marruecos ha lanzado desde 2014 dos grandes operaciones de regularizaci¨®n. ¡°Se han regularizado en cuatro a?os casi 50.000 migrantes. Hemos aceptado el 85% de las solicitudes¡±. ?Cu¨¢ntos de esos emigrantes insisten en llegar a Europa, a pesar de haber obtenidos sus papeles en Marruecos? ¡°Los hay, pero son m¨ªnimos, una cifra insignificante. La inmensa mayor¨ªa respeta nuestra hospitalidad¡±, concluye Zeruali.
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