M¨¢laga hornea uno de los panes m¨¢s caros del mundo: 192 euros

Pesa 400 gramos. Tiene forma redondeada y huele que alimenta. Parece un pan cateto m¨¢s, pero no lo es. Su receta incluye agua pura Islandia y masa madre de cultivo propio. Tambi¨¦n oro y plata en polvo, copos y escamas. Tres texturas que hacen brillar a una de las hogazas ideadas por Juan Manuel Moreno en su escondida panader¨ªa Pi?a en Algatoc¨ªn, M¨¢laga. Es el pan m¨¢s caro del mundo: su precio, 192 euros.

Los metales preciosos no aportan sabor, "pero s¨ª mucho glamour", afirma el panadero, que tambi¨¦n elabora otras tres variedades a base de oro y plata comestibles (el m¨¢s barato es de 98 euros). Recibe pedidos cada semana. Y ha encontrado su verdadero fil¨®n en la Costa del Sol. Es ah¨ª donde residen los empresarios y millonarios de origen ruso, ¨¢rabe y chino que componen el grueso de la clientela de su exclusiva l¨ªnea panadera. "A veces hay quien se quiere dar un capricho, pero es en las urbanizaciones m¨¢s ricas donde m¨¢s se venden estas piezas", dice Moreno que, eso s¨ª, las elabora solo bajo pedido.

El resto de sus propuestas est¨¢n lejos del lujo y cerca de la salud. Cuesta elegir. Entre las 170 variedades de su cat¨¢logo hay panes de espelta, trigo sarraceno, quinua, centeno, mijo, avena o ma¨ªz. Harinas que llegan regularmente desde B¨¦lgica, Holanda y Alemania, pero tambi¨¦n de molinos de C¨¢diz o Sevilla. Y que le sirven para elaborar las cerca de un millar de piezas al d¨ªa con la ayuda que cuatro mujeres del pueblo. Hay barras, chapatas, pi?as, bollos. Tambi¨¦n pan de pita, de lata, pay¨¦s o de hamburguesa. Aunque la mayor producci¨®n es la de molletes, una tradici¨®n andaluza que este panadero ha querido evolucionar m¨¢s all¨¢ de los blancos e integrales. Ahora tambi¨¦n investiga las posibilidades de la decoraci¨®n de la corteza con diferentes colorantes alimentarios y plantillas como las que usan los grafiteros.

Juan Manuel fue reconocido hace unas semanas con una estrella en la Ruta Espa?ola del Buen Pan 2018, pero hasta 2007 jam¨¢s hab¨ªa amasado ni una sola barra. Su trayectoria profesional se hab¨ªa desarrollado como repartidor a lo largo de la Costa del Sol. Primero para San Miguel y, despu¨¦s, transportando helados Frigo de un lado para otro. Pero en diciembre de aquel a?o la familia de su esposa decidi¨® cerrar la panader¨ªa que regentaban desde 1940. Y lo vio claro. "Llevaba tiempo queriendo montar un negocio, pero por mi trabajo ve¨ªa muchas empresas nacer con ilusiones y estrellarse pronto. Hasta que surgi¨® esta oportunidad", relata Moreno. ?l mismo resume por qu¨¦ ten¨ªa tanta confianza: "El pan se come todos los d¨ªas, hay una venta garantizada. Y si lo haces bien, se puede crecer mucho".

M¨¢s informaci¨®n

Un grafiti y la rocambolesca huida de dos estudiantes condenados a trabajos forzados en el Valle de los Ca¨ªdos

La Iglesia dejar¨¢ pagar con tarjeta

La estafa de sor ?ngela al convento de clausura

Dicho y hecho. Aprendi¨® el oficio gracias a su compa?era y decidi¨® que su negocio estar¨ªa basado en la tradici¨®n, en el pan de pueblo, "ese que se hace con tiempo, con los cinco sentidos y mucho coraz¨®n", relata mientras explica que tanto ¨¦l como su equipo dominan el lenguaje de la propia panader¨ªa. Conocen cada sonido de la masa al subir, los olores de las fases de fermentaci¨®n, los colores del horneado. Por eso les basta una mirada, un crujido o un aroma para saber cu¨¢l es el momento id¨®neo para extraer del horno cada pieza.

Su apuesta de conquistar el mundo desde Algatoc¨ªn, coqueta localidad de 800 habitantes desparramada por la monta?a malague?a, funcion¨®. La Serran¨ªa de Ronda se rindi¨® pronto a sus panes. Y el boca a boca hizo que los reclamaran desde otros muchos lugares de la geograf¨ªa malague?a. Hoy reparte hasta tres veces en semana en buena parte de las provincias de M¨¢laga y C¨¢diz y atiende diariamente pedidos de numerosas ciudades del pa¨ªs.

Inquieto, Juan Manuel Moreno prev¨¦ crecer pronto para ampliar su territorio de distribuci¨®n. En un plazo de dos a?os se ha propuesto invertir cerca de un mill¨®n de euros para crear unas nuevas instalaciones en Estepona y contratar a m¨¢s personal, ya que pretende seguir elaborando sus panes de manera artesanal. "No queremos perder la esencia", concluye con la ilusi¨®n de un nuevo proyecto dorado en el horizonte.