Un grafiti y la rocambolesca huida de dos estudiantes condenados a trabajos forzados en el Valle de los Ca¨ªdos
Nicol¨¢s S¨¢nchez-Albornoz y Manuel Lamana participaron en las protestas contra la dictadura y acabaron exiliados en Argentina. 43 a?os despu¨¦s se les homenajea en la Complutense
Unos amigos se re¨²nen en un restaurante vasco en Bleecker Street, en Nueva York. Durante la cena reciben una noticia que llevan tiempo esperando: Franco ha muerto. Los comensales, un grupo de espa?oles exiliados en Estados Unidos, piden champ¨¢n, pero los camareros se lo niegan. ¡°Ten¨ªa varias botellas en el frigor¨ªfico, as¨ª que fuimos a mi casa. Estuvimos tres d¨ªas celebr¨¢ndolo¡±, rememora Nicol¨¢s S¨¢nchez-Albornoz 43 a?os despu¨¦s. El historiador particip¨® en las reivindicaciones estudiantiles contra la dictadura, por las que fue detenido y condenado a trabajos forzados en el Valle de los Ca¨ªdos. Logr¨® escapar junto al ya fallecido Manuel Lamana. Ambos han recibido este martes un homenaje de los alumnos de la Universidad Complutense.
¡°Viva la Universidad Libre¡±, pintaron en 1947 unos estudiantes en la fachada de la facultad de Filosof¨ªa y Letras. No era m¨¢s que un gesto, pero el franquismo lo consider¨® un ataque. La acci¨®n fue ideada en su d¨ªa por la Federaci¨®n Universitaria Escolar (FUE), a la que pertenec¨ªa S¨¢nchez-Albornoz, que entonces ten¨ªa 19 a?os. ¡°Nos detuvieron a 14 personas en Semana Santa, cuando est¨¢bamos de vacaciones. Fue algo premeditado¡±, reconoce. Tras pasar por varios centros penitenciarios, el historiador lleg¨® a Cuelgamuros, donde protagoniz¨® una rocambolesca fuga en agosto de 1948.
Paco Benet, un antrop¨®logo espa?ol que estudiaba en Par¨ªs, alent¨® a dos j¨®venes estadounidenses (Barbara Probst Salomon y Barbara Mailer) a acometer un plan tan descabellado como eficaz. La idea inicial era rescatar al anarquista Manuel Amit y al pintor Juan Manuel D¨ªaz Caneja, condenados tambi¨¦n a trabajos forzados en el Valle de los Ca¨ªdos. Pero Amit no se fiaba del plan y Caneja fue trasladado a la c¨¢rcel de Oca?a (Toledo). Fueron sustituidos por S¨¢nchez-Albornoz y Lamana, que eligieron un domingo para escapar, ya que ese d¨ªa se prolongaban las horas de los recuentos. Salieron en coche campo a trav¨¦s hasta El Escorial y de ah¨ª rumbo a Barcelona, donde se ape¨® Benet. Las chicas prosiguieron su viaje solas en el veh¨ªculo, mientras los fugados cruzaron los Pirineos a pie sorteando un sinf¨ªn de dificultades: la intensa lluvia, el hambre, la desorientaci¨®n y el tobillo roto de S¨¢nchez-Albornoz. Tras unas semanas perdidos, llegaron a Par¨ªs. Y de ah¨ª, a Argentina.
¡°Un gesto simb¨®lico¡±
¡°La pintada fue un gesto simb¨®lico, aunque de una repercusi¨®n enorme. Si nos detuvieron es porque ven¨ªamos incordiando desde hac¨ªa mucho tiempo con propaganda de todo tipo¡±, explica S¨¢nchez-Albornoz. Y contin¨²a: ¡°Quienes realizaron la pintada fueron unos estudiantes de Qu¨ªmicas que ya no est¨¢n¡±. En 2017, la entonces presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes, declar¨® bien de inter¨¦s cultural la facultad, pero borr¨® la pintada (para evitar un "desfavorable efecto llamada").? Este martes, aniversario de la muerte de Franco, el grafiti ha sido reproducido en la facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa por dos estudiantes de Bellas Artes. El acto ha sido organizado por LUISA, una asociaci¨®n de estudiantes de Izquierdas en Somosaguas, y ha servido para homenajear a estos dos activistas y a ¡°todos aquellos que lucharon contra la dictadura¡±.
En nombre de Lamana, que muri¨® en 1996 en el exilio argentino, ha acudido su hija Maruja, que ha recordado que, pese a la distancia, no pod¨ªan "hablar de todo" lo que quer¨ªan cuando escrib¨ªan por carta a su abuela, que viv¨ªa en Madrid. La mujer ha rememorado ¡°la historia de pap¨¢¡±, que el propio protagonista cuenta en Diario a dos voces. ¡°En el libro describe que lo hab¨ªa perdido todo, su vida normal y a su familia, que se qued¨® ac¨¢. ?l nunca pudo volver¡±, ha insistido Maruja, que regres¨® a Espa?a a finales de los a?os setenta huyendo de la dictadura de Videla. La hija de Lamana ha pedido a los j¨®venes que sigan luchando por la dignidad, la justicia y la memoria: ¡°No quiero olvidar ni que nada de esto se olvide. Ustedes son la conciencia de lo que implica el fascismo, que a¨²n no est¨¢ erradicado¡±. Luego se ha fundido en un abrazo con S¨¢nchez-Albornoz, visiblemente emocionado, mientras un centenar de adolescentes le aplaud¨ªan y le daba las gracias por resistir al franquismo.
Memoria hist¨®rica
¡°La memoria hist¨®rica no son solo los huesos, son tambi¨¦n las trayectorias olvidadas. Los j¨®venes tenemos un pacto con el pasado para recuperar los testimonios que quedaron atrapados bajo las losas del dolor y el terror¡±, ha destacado la estudiante Paula Turri¨®n durante la lectura de un manifiesto. Le ha secundado su compa?ero David Luce?o: ¡°A los j¨®venes se nos ha negado el derecho de conocer nuestra propia historia¡±. A unos metros, con los ojos llorosos, S¨¢nchez-Albornoz, asent¨ªa. Luego acert¨® a decir: ¡°Veo que el germen de la rebeli¨®n no ha muerto, contin¨²a¡±.
Hijo de Claudio S¨¢nchez-Albornoz, ministro durante la II Rep¨²blica y embajador en Lisboa cuando estall¨® la Guerra Civil, Nicol¨¢s ha vivido m¨¢s de media vida fuera de su pa¨ªs. Pas¨® su infancia entre Portugal y Francia y, de mayor, tuvo que exiliarse primero en Argentina y, con la llegada de Videla al poder, en Estados Unidos. No volvi¨® a Espa?a hasta 1991, cuando fue nombrado primer director del Instituto Cervantes. Una lucha que rememora en su libro C¨¢rceles y exilios y que Fernando Colomo llev¨® al cine en 1998 con Los a?os b¨¢rbaros.
Emilio Silva, presidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica (ARMH), ha recalcado que los homenajeados ¡°se jugaron la vida para que ahora pudi¨¦semos estar aqu¨ª¡±. Ha comparado su b¨²squeda de la dignidad con el viaje que hace el ¨¢nade salvaje y que explica en su discurso de jubilaci¨®n don Gregorio, el profesor de la pel¨ªcula La Lengua de las mariposas: ¡°En primavera, el ¨¢nade salvaje vuelve a su tierra para las nupcias. Nada ni nadie lo podr¨¢ detener. Si le cortan las alas, ir¨¢ a nado. Si le cortan las patas, se impulsar¨¢ con su pico. Ese viaje es su raz¨®n de ser¡±.
Ahora esperan que la pr¨®xima fuga del Valle de los Ca¨ªdos sea la de los restos del dictador.
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