¡°El Supremo ha dado la imagen de que la justicia toca a rebato por los bancos¡±
El presidente de la secci¨®n que dict¨® la sentencia del impuesto de las hipotecas considera positivo hacer autocr¨ªtica y lamenta la imagen ofrecida por el alto tribunal
En los 19 a?os que lleva en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo Nicol¨¢s Maurandi (Villena, Alicante, 1950), no hab¨ªa vivido una situaci¨®n tan inc¨®moda como la que le ha tocado gestionar con la pol¨¦mica del impuesto hipotecario. Preside la secci¨®n segunda, autora de la sentencia que el 16 de octubre estableci¨® que el pago del impuesto corresponde al banco, no al cliente. Tres semanas despu¨¦s, el pleno de la sala rectific¨® esa decisi¨®n. Maurandi considera positivo hacer autocr¨ªtica para evitar que se repitan errores y lamenta la imagen ofrecida por el tribunal.
Pregunta. Una vez que se ha zanjado la pol¨¦mica por el impuesto de las hipotecas, ?qu¨¦ balance hace?
Respuesta. Para el Tribunal Supremo el balance es muy negativo. Por dos razones. Hemos ofrecido datos que justifican una desconfianza de la ciudadan¨ªa a la actuaci¨®n de lo que debe ser un tribunal de justicia y, sobre todo, del Supremo. Y por otra parte, porque no hemos sabido hacer el ejercicio de contenci¨®n y de transigencia que corresponde a un tribunal cuando aborda problemas de esta envergadura.
P. ?En qu¨¦ medida ha afectado a la imagen de independencia de la justicia y del Supremo?
R. S¨ª ha afectado. Pero hacer una autocr¨ªtica seria de lo que ha pasado puede ayudar a que situaciones similares no se repitan.
No hemos actuado con la transigencia que corresponde a un tribunal
P. ?La rectificaci¨®n de jurisprudencia en tres semanas quiebra la confianza en la justicia?
R. S¨ª. Ha quedado quebrantada por eso y por algo m¨¢s. Se ha dado una imagen de que cuando lo que est¨¢n en juego son intereses econ¨®micos que afectan a entidades financieras la justicia toca a rebato para replantearse sus actuaciones. En julio se vio el tema de las plusval¨ªa, que tiene una dimensi¨®n econ¨®mica muy parecida a la de las hipotecas, se dio una respuesta contraria a los intereses de muchos ciudadanos y no se le ocurri¨® a nadie convocar un pleno para revisar esa soluci¨®n. Pero ahora los afectados eran las entidades financieras y esto es lo que ha trasladado la imagen de que lo que justifica que se re¨²na le pleno no es el montante econ¨®mico del problema sino qui¨¦n es el afectado. Esa idea es muy negativa para la imagen de la justicia.
P. ?Considera que algunos magistrados se dejaron llevar por presiones externas?
R. No lo s¨¦. Algunos leg¨ªtimamente han entendido que la afectaci¨®n que ten¨ªa esto en el mundo financiero justificaba replantear el problema para ver si era correcta la decisi¨®n de octubre o hab¨ªa que revisarla.
P. ?Ten¨ªa que haberse convocado el pleno desde el principio?
Si los partidos deben intervenir en elegir al Consejo, que se haga con transparencia
R. Creo que s¨ª. Habr¨ªa sido mucho mejor.
P. ?Se plante¨®?
R. No.
P. ?Ni cuando se estaba deliberando y se vio que pod¨ªa cambiarse la doctrina?
R. Lo que ocurri¨® es que se hab¨ªa se?alado una vista y, una vez finalizada esta, lo ¨²nico que cabe es deliberar y dictar la sentencia. Tras la vista ya no se puede trasladar el asunto al pleno.
P. El presidente de la Sala Tercera, Luis D¨ªez-Picazo, dijo que se hab¨ªa enterado por la prensa del cambio de criterio. ?Le hab¨ªan avisado de que se pod¨ªa modificar la jurisprudencia?
R. ?l conoc¨ªa la existencia del asunto porque forma parte de la sala que decidi¨® admitir estos recursos. Y tambi¨¦n se le hizo llegar durante la deliberaci¨®n que ve¨ªamos complejo el tema. Cuando se admite un recurso de casaci¨®n, salvo que entiendas que la admisi¨®n es un puro teatro, tienes que entender que solo cabe estudiar el tema y tomar una decisi¨®n.
P. ?C¨®mo valora el papel que ha tenido D¨ªez-Picazo?
R. Ten¨ªa potestad para elevar el asunto al pleno. Pero las circunstancias fueron inoportunas porque gener¨® esa imagen que hemos comentado. Y no comparto c¨®mo abord¨® el debate en el pleno sobre los efectos que pod¨ªa tener el cambio de jurisprudencia. Lo simplific¨® demasiado, hac¨ªa falta una an¨¢lisis m¨¢s profundo, pero no dio esa posibilidad.
P. Esta pol¨¦mica ha coincidido con el pacto entre los partidos para renovar el Consejo General del Poder Judicial y situar en la presidencia a Manuel Marchena, que ha acabado renunciando. ?C¨®mo valora esta situaci¨®n?
R. La ley dice que primero se eligen los vocales y estos eligen al presidente. Pero no me preocupa tanto que se pueda pensar previamente qui¨¦n sea el presidente. Y que incluso los parlamentarios que quieren intervenir en esa decisi¨®n lo hagan. Pero deber¨ªa ser en un proceso transparente, en un debate parlamentario en el que se discutiera qui¨¦n pod¨ªa ser presidente y se examinaran trayectorias. Lo que no me parece bien es que se haga en secreto. Si se piensa que las fuerzas pol¨ªticas deben intervenir, que se haga con luz y taqu¨ªgrafo.
P. ?Usted cree que tienen que intervenir los partidos o que los miembros del consejo deben ser elegidos por los jueces?
R. Yo creo que la justicia es de la sociedad, no es de los jueces. Y que debe nombrarlo el Parlamento. Lo que ocurre es que el criterio no debe ser partidario sino jur¨ªdico y obedecer a trayectorias profesionales. Y habr¨ªa que evitar corporativismos. Yo ser¨ªa partidario de que los jueces design¨¢ramos a los candidatos juristas no jueces. Y los juristas propusieran a los candidatos jueces.
P. En los pr¨®ximos meses el Supremo afronta el juicio del proc¨¦s. ?C¨®mo se devuelve la confianza en la instituci¨®n?
R. Todos tenemos la obligaci¨®n de contribuir a que se respete la libertad del tribunal mientras juzga. Que se desarrolle en un clima de serenidad. Y que cuando salga la sentencia se la juzgue con par¨¢metros de legalidad, no de otro tipo.
P. Los jueces han convocado varias movilizaciones contra el Gobierno. ?Participa de ellas?
R. Entiendo la situaci¨®n de los compa?eros que deciden dar ese paso. La justicia en Espa?a tiene unos componentes muy buenos: gran independencia, honradez y dedicaci¨®n profesional de los jueces. Pero no hemos sabido definir una burocracia judicial moderna que permita trabajar con los mismos medios t¨¦cnicos que otras organizaciones p¨²blicas o privadas. El problema no es solo aumentar los fondos o el n¨²mero de juzgados, sino tambi¨¦n de dise?o.
P. ?Habr¨ªa que abordar la reforma de la Constituci¨®n?
R. Es un marco de convivencia muy bueno. Pero acusa el paso del tiempo porque surgen problemas nuevos. Yo definir¨ªa como derechos subjetivos lo que hoy son meros principios rectores de pol¨ªtica social. Y es importante tambi¨¦n la organizaci¨®n territorial. Es evidente que no satisface a todos y ha creado tensiones. Habr¨ªa que plantarse c¨®mo se podr¨ªa modificar para que todo el mundo se encuentre c¨®moda en ella.
¡°Los votos particulares son una respuesta al tono airado de la sentencia¡±
Pregunta. La sentencia de las hipotecas y los votos particulares suscritos para discrepar de ella intercambian reproches en tono muy duro. ?Deber¨ªan haberse evitado?
Respuesta. No me ha gustado. El pleno tom¨® una decisi¨®n y al acabar se dijo que la sentencia se har¨ªa en t¨¦rminos respetuosos. La sorpresa ha venido al ver que se expresa en t¨¦rminos bruscos y hasta despectivos. Habla de una decisi¨®n inopinada y radical. Me parece percibir una cierta irritaci¨®n de que la decisi¨®n votada fuera descalificada de forma casi inmediata social e institucionalmente, con el real decreto ley promovido por el Gobierno. Y que esto les ha llevado a que, ya que no pueden meterse con el Parlamento, se meten con la secci¨®n segunda
P. Tambi¨¦n hay tono elevado en los votos particulares.
R. Ha sido una repuesta al tono airado de la sentencia.
P. ?C¨®mo se resta?an esas heridas?
R. Haciendo un esfuerzo por llegar a la armon¨ªa.
P. ?La ley del impuesto era confusa? ?Debi¨® aclararse antes?
R. La ley no concretaba quien deb¨ªa pagar el impuesto de actos jur¨ªdicos documentados en las hipotecas. Se limitaba a una regla general que dec¨ªa que deb¨ªa pagar el adquiriente y una subsidiaria que indicaba que pagara la persona a cuyo inter¨¦s se expide el documento notarial. El Supremo estableci¨® que pagara quien pide el pr¨¦stamo, pero los recursos que estudiamos alegaban que es dif¨ªcil determinar "el adquiriente" y que quien tiene mayor inter¨¦s en inscribir la hipoteca es el acreedor porque as¨ª puede ejercer los privilegios de la garant¨ªa hipotecaria. Consideramos que esos argumentos eran jur¨ªdicamente m¨¢s consistentes que los de la jurisprudencia anterior y justificaban su cambio.
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