S¨¢nchez conf¨ªa en la movilizaci¨®n para frenar una ola de la derecha

La Moncloa ha invitado este lunes a la prensa espa?ola y extranjera y a un nutrido grupo de artistas y humoristas a la tradicional copa de Navidad. Es la primera que protagoniza S¨¢nchez y su equipo, el a?o pasado y los siete anteriores el anfitri¨®n fue Mariano Rajoy. Y en el ambiente de los corrillos con todos los ministros, adem¨¢s de la crisis catalana que lo ocupa todo, rondaba una pregunta inevitable: ?ser¨¢ la ¨²ltima Navidad de S¨¢nchez en La Moncloa? La alta probabilidad de que las elecciones sean en 2019 y el riesgo de que pase como en Andaluc¨ªa y la derecha sume m¨¢s esca?os que la izquierda y pueda volver al poder est¨¢ en la cabeza de todos, periodistas y pol¨ªticos. Al final, ya despidi¨¦ndose, S¨¢nchez se mostr¨® convencido de que el a?o que viene ¨¦l volver¨¢ a ser el anfitri¨®n. Pero sobre todo ofreci¨® un argumento pol¨ªtico por el que cree que lo de Andaluc¨ªa no se repetir¨¢ en toda Espa?a.

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Para el presidente, la clave de las elecciones andaluzas ha sido la desmovilizaci¨®n del centroizquierda, que ha perdido entre PSOE y Adelante Andaluc¨ªa casi 800.000 votos. Y el Gobierno de PP y Ciudadanos con apoyo de VOX, que da pr¨¢cticamente por hecho, una muy mala noticia para el PSOE, puede convertirse en el mejor instrumento para movilizar a los abstencionistas de izquierda.

Los ciudadanos, explica, van a ver c¨®mo gobiernan, cu¨¢les son sus prioridades, c¨®mo dependen de VOX y le hacen concesiones para "blanquearlo", y eso movilizar¨¢ al centroizquierda, que es lo que m¨¢s necesitan S¨¢nchez y Pablo Iglesias, conf¨ªa el presidente. Sin embargo, tambi¨¦n ha a?adido que con el miedo a la derecha no bastar¨¢ para ganar las elecciones, por lo que ha insistido en en jugar a fondo la baza de los Presupuestos y las medidas sociales que pueda aprobar por decreto en los primeros meses de 2019 para poder reivindicar su gesti¨®n en la campa?a de mayo, cuando est¨¢n previstas las elecciones auton¨®micas, municipales y europeas, a las que podr¨ªan a?adirse las generales en un superdomingo.

El Gobierno se prepara as¨ª para aprovechar el pacto de PP y Ciudadanos para colocar a Albert Rivera definitivamente en la derecha. Alguna mella est¨¢ haciendo ya esta idea porque este mismo lunes este partido ya aclaraba que lo de Andaluc¨ªa es un caso ¨²nico y que ellos est¨¢n dispuestos a pactar con el PSOE en otras comunidades para demostrar que siguen en el centro y no se han ido a la derecha. Pero el Gobierno s¨ª tratar¨¢ de usar esa idea de que vuelven las derechas.

En cualquier caso, el gran quebradero de cabeza para el Gobierno y el PSOE sigue siendo la crisis catalana. Aunque S¨¢nchez neg¨® que este asunto haya sido definitivo en Andaluc¨ªa, y apel¨® a una encuesta de La Sexta que lo coloca como el cuarto de los que m¨¢s han influido, el propio presidente s¨ª admite el coste por ejemplo de hacerse una foto el viernes con Quim Torra en Barcelona, despu¨¦s de la reuni¨®n del Consejo de Ministros. S¨¢nchez se?ala que no es lo ideal para sus intereses en este momento ¡ªaunque no la cit¨®, la presi¨®n de los barones para que rompa con el independentismo es muy fuerte¡ª pero insiste en que ¨¦l tiene que mantener la normalidad institucional y sobre todo es su obligaci¨®n buscar una salida dialogada al problema catal¨¢n sin pensar en el coste electoral.

El Gobierno est¨¢ muy inc¨®modo con la idea de tener que enviar 9.000 polic¨ªas, 1.000 de ellos nacionales, por una clara desconfianza en la Generalitat para proteger el Consejo de Ministros en Barcelona. Pero insiste en que hay mucha coordinaci¨®n con la Generalitat y conf¨ªa en que todo salga bien.

Divisi¨®n hasta en la huelga

S¨¢nchez cree que finalmente habr¨¢ reuni¨®n con Torra, aunque lo que m¨¢s le preocupa para buscar una salida es la divisi¨®n del independentismo. Como muestra de esas discrepancias record¨® que incluso la huelga de hambre solo la hacen algunos presos cercanos a Carles Puigdemont, pero no los que son de ERC, prueba del desacuerdo estrat¨¦gico.

S¨¢nchez ve al propio Torra muy aislado y cada vez encuentra m¨¢s dificultades para buscar una interlocuci¨®n, aunque insiste en que las reuniones bilaterales, con contenido de gesti¨®n, est¨¢n funcionando muy bien.

El presidente, en cualquier caso, est¨¢ muy atento al juicio del proc¨¦s, que determinar¨¢ todo lo que pase en Catalu?a en los pr¨®ximos meses. Y cree que ese juicio servir¨¢ para que todos puedan ver c¨®mo funciona la justicia de un pa¨ªs democr¨¢tico, porque ¡°Espa?a no es una dictadura y tiene una justicia garantista¡±, insisti¨® varias veces. Por eso se ver¨¢ durante las sesiones que los independentistas pueden exponer sus razones y sus defensas y se har¨¢n acusaciones ¡ª¨¦l no est¨¢ de acuerdo con la acusaci¨®n de rebeli¨®n aunque este lunes no insisti¨® sobre el asunto¡ª con argumentos jur¨ªdicos. Pero es consciente de que mientras haya juicio, no podr¨¢ haber un debate de fondo sobre la soluci¨®n al problema catal¨¢n. Y despu¨¦s se entrar¨¢ en fase electoral y se ver¨¢ si ¨¦l sigue en La Moncloa para buscar soluciones.