El vuelco pol¨ªtico andaluz refuerza la hip¨®tesis del superdomingo electoral
S¨¢nchez quiere jugar a fondo la baza de los Presupuestos y recuperar aire para lanzarse a una campa?a con todo el PSOE movilizado
Fue un lunes tormentoso del que a¨²n no se ha recuperado el PSOE. Al d¨ªa siguiente a las elecciones andaluzas se roz¨® una nueva ruptura en una formaci¨®n partida en dos en 2017 pero recosida ahora por el inesperado regreso a La Moncloa. Susana D¨ªaz se hab¨ªa acostado el domingo derrotada y muy tocada, pero m¨¢s o menos tranquila en lo interno tras una conversaci¨®n con Pedro S¨¢nchez. Ambos coincidieron en que no pod¨ªan abstenerse y dejar gobernar a Ciudadanos. Hay que pon¨¦rselo dif¨ªcil a Albert Rivera para que sufra el coste de pactar con Vox, se conjuraron. Ni una palabra sobre un relevo en el PSOE andaluz.
Por la ma?ana del lunes, una declaraci¨®n de ?scar Puente, portavoz del PSOE, desat¨® la guerra. "Me sorprende la desmemoria. Al pueblo andaluz no se le ha olvidado que Susana D¨ªaz disput¨® el liderazgo a Pedro S¨¢nchez para irse a Madrid". Juan Cornejo, mano derecha de D¨ªaz, llam¨® a Jos¨¦ Luis ?balos antes de que este diera la rueda de prensa oficial. "La de Puente no ser¨¢ la posici¨®n del partido, ?no?". ?balos lo tranquiliz¨®. Pero poco despu¨¦s fue ¨¦l mismo quien pidi¨® "regeneraci¨®n" en el PSOE andaluz. D¨ªaz mont¨® en c¨®lera. Despu¨¦s de varias llamadas e incluso mediaciones de terceros, se logr¨® evitar la ruptura. Se concedieron una tregua. Pero solo de momento. Los sanchistas quieren acabar con D¨ªaz en cuanto ella pierda del poder. Los susanistas apelan al ejemplo del extreme?o Fern¨¢ndez Vara, que perdi¨® el poder, se qued¨® en la oposici¨®n y lo recuper¨® cuatro a?os despu¨¦s. "?Por qu¨¦ tiene que irse si ha ganado las elecciones?", se preguntan. "Susana se acab¨®. Tarde o temprano se dar¨¢ cuenta", resume un miembro del Gobierno.
En ese lunes est¨¢ todo lo que ha pasado en las siguientes dos semanas. Ese mismo d¨ªa, Alfonso Guerra, siempre atento a las encuestas, particip¨® en un acto del Consejo Asesor de las Cortes para la celebraci¨®n de los 40 a?os de la Constituci¨®n. Ah¨ª le escucharon dar datos precisos. Seg¨²n sus c¨¢lculos, de los siete puntos que hab¨ªa perdido el PSOE andaluz, cuatro eran por Catalu?a, uno y medio por el desgaste de 36 a?os y otro punto y medio por las encuestas, que eran tan buenas que desmovilizaron a la izquierda. Como Guerra piensan muchos barones y alcaldes del PSOE, que temen que la crisis catalana se lleve por delante al partido en las pr¨®ximas municipales y auton¨®micas. Si ha ca¨ªdo el basti¨®n andaluz, todo es posible, se asustan.
Sin embargo, en La Moncloa y la direcci¨®n del PSOE lo ven muy diferente, y apelan a sus datos internos y a una reciente encuesta de La Sexta que muestra que Catalu?a no fue ni de lejos el factor m¨¢s influyente en la ca¨ªda del PSOE. "Lo que pas¨® en Andaluc¨ªa no es por Catalu?a. Es una corriente de fondo, un voto protesta, no hay que analizarlo como izquierda o derecha", se?alan. La discusi¨®n ser¨¢ eterna. Para los sanchistas perdi¨® D¨ªaz, su campa?a de perfil bajo, su imagen desgastada tras su derrota en las primarias y el deterioro tras 36 a?os en el poder. Para los susanistas, fue S¨¢nchez y su alianza con los independentistas quien hundi¨® al PSOE andaluz y lo har¨¢ con los dem¨¢s.
Nada indica que los socialistas, con los recelos internos que nunca se fueron del todo tras una batalla tan cruenta como la de las primarias, vayan a resolver esta disputa en breve y de forma pac¨ªfica. Los barones presionan para que S¨¢nchez rompa con los catalanes y renuncie a los Presupuestos, y el presidente ha contestado esta semana con un endurecimiento de su discurso, pero siempre con una mano tendida al di¨¢logo.
Agotados por las tensiones separatistas
La m¨¢xima prueba es que en plena tormenta por el Consejo de Ministros en Barcelona, S¨¢nchez insiste una y otra vez en ofrecer una reuni¨®n a Quim Torra y acepta que el president quiera hablar de autodeterminaci¨®n, algo que horroriza a algunos barones. En el Gobierno siguen creyendo que la pol¨ªtica del Ibuprofeno, en palabras de Josep Borrell, es la ¨²nica salida para el problema catal¨¢n. Aunque ahora la combinan con palo y zanahoria cuando el independentismo sube el nivel de?agresividad y sobre todo con la vista puesta en las elecciones. En el Gobierno est¨¢n agotados de aguantar las tensiones internas de los independentistas. "La huelga de hambre est¨¢ dise?ada contra Oriol Junqueras, para arrebatarle el liderazgo moral", sentencia otro ministro. Nadie se f¨ªa de ellos. Pero tampoco ven otra salida que mantener el di¨¢logo.
Precisamente por esa tensi¨®n interna entre el Gobierno y los barones, cada vez se abre paso con m¨¢s fuerza la opci¨®n del superdomingo (generales, europeas, auton¨®micas y municipales juntas el 26 de mayo). La rechazan los barones que gobiernan. "Es una estafa democr¨¢tica y un riesgo enorme. Tienen que dejarnos intentar salvar lo poco que puede quedar del PSOE con esta ola de derecha. Que dejen las generales para octubre y nosotros en mayo intentamos frenar esto. Si la campa?a es nacional Catalu?a se lo lleva todo y nos mata", resume uno de ellos. Pero los barones que est¨¢n en la oposici¨®n no lo ven tan mal. A ellos les arrastra mucho m¨¢s el voto nacional.
En La Moncloa insisten en que a¨²n no est¨¢n en eso, que ellos est¨¢n concentrados en dar la batalla de los Presupuestos en enero y despu¨¦s se analizar¨¢ c¨®mo est¨¢n las cosas. Pero en el partido empiezan a darlo por hecho, aunque la otra gran alternativa es esperar a oto?o. La decisi¨®n se tomar¨¢ en enero. La gran ventaja a la que apelan los defensores del superdomingo es la movilizaci¨®n. Si en Andaluc¨ªa el drama ha sido la abstenci¨®n de la izquierda?¡ªcasi 800.000 votos menos entre PSOE y Adelante Andaluc¨ªa¡ª en un superdomingo todos los cargos se estar¨ªan jugando el puesto. En un partido dividido, nada une m¨¢s que la b¨²squeda conjunta de una victoria electoral. "Los barones que no se pongan detr¨¢s del presidente van a sufrir", resumen en su entorno. Habr¨ªa un empuj¨®n clave tanto dentro como fuera, porque ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil implicar a los votantes.
Mientras, en Unidos Podemos, donde hace semanas se ve¨ªan en el poder con Pablo Iglesias de vicepresidente y ahora temen que la derecha vuelva a La Moncloa, se consuelan pensando que es mejor que este golpe haya llegado ahora. "Si ten¨ªa que pasar, mejor que sea ahora y no en las generales", resumen. La irrupci¨®n de Vox va a provocar una gran movilizaci¨®n de la izquierda, conf¨ªan, porque ahora todos los electores saben lo que se est¨¢n jugando.
Es la idea del "si t¨² no vas, ellos vuelven", la eficaz campa?a del PSOE en 2008 que se acompa?aba de una foto de ?ngel Acebes y Eduardo Zaplana. En La Moncloa a¨²n conf¨ªan en que tienen cinco meses para "recuperar el estado de ¨¢nimo posterior a la moci¨®n de censura, la sensaci¨®n de que es posible el cambio sin tragedia, que se puede respirar un clima normal".
PP y Ciudadanos, por el contrario, est¨¢n convencidos de que con Catalu?a han encontrado el punto d¨¦bil del PSOE. Van a aumentar cada d¨ªa el ataque y est¨¢n estableciendo una especie de reparto, seg¨²n analizan varios diputados. Ciudadanos se concentra en disputarle el centro al PSOE ¡ªpor eso le inquieta tanto la imagen del pacto con Vox, del que trata de huir Rivera pidiendo la abstenci¨®n imposible de Susana D¨ªaz¡ª y consolidar a los votantes que ya ha logrado, mientras el PP se centra en la derecha y Vox puede entrar en sectores m¨¢s alejados de la pol¨ªtica. Nadie ha pactado este reparto, todos compiten entre s¨ª.
Pero Andaluc¨ªa ha demostrado que la ruptura de la derecha, contra todo pron¨®stico, puede servir para ampliar su espacio si la izquierda se abstiene en masa. Todos est¨¢n ya en campa?a. "La pol¨ªtica es un estado de ¨¢nimo", dicen los de S¨¢nchez. Y ahora necesitan cambiarlo. "Nuestro momento llega en el primer trimestre. Con el Presupuesto y medidas progresistas. Vivimos en una democracia del minuto. Cambia cada semana". Nadie niega que las dos ¨²ltimas han sido muy malas para el Ejecutivo despu¨¦s del golpe de las andaluzas. Ahora viene otra muy dif¨ªcil con el Consejo de Ministros en Barcelona. Pero a¨²n conservan la pieza m¨¢s importante en pol¨ªtica: el Bolet¨ªn Oficial del Estado, el gran s¨ªmbolo del poder para hacer reformas. De momento, en Barcelona subir¨¢n el salario m¨ªnimo a 900 euros. Y as¨ª seguir¨¢n hasta tratar de girar el eje, de Catalu?a a las pol¨ªticas sociales. De su capacidad de lograrlo depende qui¨¦n gobernar¨¢ Espa?a en unos pocos meses.
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