El vuelco andaluz obliga a los partidos a replantear su estrategia en 2019
Pedro S¨¢nchez pide m¨¢s tiempo, la derecha ve que puede reconquistar el poder y Podemos se sume en el desconcierto. Los independentistas, obligados a elegir
Todos los an¨¢lisis saltaron por los aires el domingo 2 de diciembre, tras el recuento electoral en Andaluc¨ªa. Desde entonces, los laboratorios de prospecci¨®n que funcionan en La Moncloa y en los cuarteles generales de los partidos pol¨ªticos reconvierten a toda velocidad sus pron¨®sticos y previsiones. Esa noche del 2 de diciembre, el PSOE entr¨® en p¨¢nico, Podemos se sumi¨® en el desconcierto, el PP se consider¨® tocado por la fortuna y sabore¨® por anticipado las mieles del poder mientras Ciudadanos escal¨® casi a la cima, pensando en por qu¨¦ no aspirar al sorpasso?del PP en las pr¨®ximas elecciones generales. El terremoto andaluz, con la irrupci¨®n de Vox y la victoria de una derecha m¨¢s fracturada que nunca, condiciona desde entonces las estrategias de los partidos para enfrentar el nuevo puzle pol¨ªtico ante un a?o que se prev¨¦ convulso, trufado de citas electorales.
Los analistas ven que el PP, aun en franco retroceso, puede pintar de azul el mapa de Espa?a si suma su fuerza a las de Ciudadanos y Vox. Tambi¨¦n que, si la izquierda ha ca¨ªdo en Andaluc¨ªa, puede caer en todas las comunidades aut¨®nomas donde ahora gobierna. Y que puede ser tambi¨¦n desalojada del Gobierno de Espa?a. Ah¨ª coinciden los c¨¢lculos de los socialistas y de sus adversarios.
El electorado de izquierda dio la espalda al PSOE y a Adelante Andaluc¨ªa (la marca regional de Podemos). Ahora, las dos formaciones se disponen a volcarse en el centro, en el sentido m¨¢s amplio, donde sit¨²an a buena parte del electorado progresista, al que tratar¨¢n de persuadir de que abandonen su desencanto abstencionista. Hay un argumento de peso, piensan: alzar un dique frente a la alianza de PP, Ciudadanos y Vox, cooperadores necesarios para formar mayor¨ªas de poder. El objetivo para el a?o tormentoso que comienza el martes es no perder el poder (el que lo ostenta) o hacerse con ¨¦l si se est¨¢ en la oposici¨®n. Y sin miramientos ni complejos.
Esto qued¨® claro desde el pasado jueves, cuando qued¨® constituido el Parlamento de Andaluc¨ªa gracias al primer pacto efectivo entre el PP, Ciudadanos y Vox para hacerse con la mayor¨ªa de los miembros de la Mesa de la C¨¢mara aut¨®noma. ¡°La sonrisa ha cambiado de bando¡±, dice un dirigente de PP. En la izquierda, en efecto, desde primeros del mes de diciembre se sonr¨ªe poco. El Gobierno, por ejemplo, no acepta que los proyectos puestos en marcha en sus seis meses de andadura caigan en saco roto. La trasposici¨®n de 36 directivas europeas, ¡°que esperaban desde hac¨ªa meses e incluso a?os¡±, y el refuerzo de medidas a favor de la igualdad y seguridad de las mujeres, ¡°m¨¢s proyectos por la cohesi¨®n social en siete meses que en siete a?os de Rajoy¡±, seg¨²n c¨¢lculos del propio Pedro S¨¢nchez, constituyen parte del escaparate y son el bot¨®n de muestra de la acci¨®n de este Gobierno. ?Insuficiente? Tiempo: el presidente del Gobierno necesita, seg¨²n fuentes socialistas, algo m¨¢s de tiempo para terminar de llenar el muestrario.
Ahora, desde el susto andaluz, adem¨¢s de exhibir medidas concretas plasmadas en el BOE, el Gobierno a?adir¨¢ las alertas ante ¡°el peligro¡± de que las libertades retrocedan con la eventual llegada al poder de ¡°las derechas¡±. ¡°Mi intenci¨®n es agotar la legislatura¡±, concluy¨® S¨¢nchez el pasado viernes. En su entorno aseguran que es completamente sincero. Y a?aden que resultar¨ªa ¡°suicida¡± una convocatoria inmediata de elecciones en plena euforia del PP y Ciudadanos y a punto de investir presidente de Andaluc¨ªa al candidato popular Juan Manuel Moreno Bonilla.
El af¨¢n de mantenerse pese a todo esconde mucho de decisi¨®n est¨¦ril si solo se cuenta con 84 diputados. Incluso sumando los parlamentarios de Unidos Podemos, sin los partidos independentistas, ERC y PDeCAT, no se llega a nada. ?Quieren elecciones estos partidos? ?O prefieren prolongar esta legislatura con Pedro S¨¢nchez ante la probabilidad de que tras las pr¨®ximas elecciones generales cojan el tim¨®n PP y Ciudadanos con la s¨®lida muleta de Vox? Nadie responde a esta pregunta con un monos¨ªlabo. Todo est¨¢ lleno de matices.
En busca de ox¨ªgeno
El Gobierno tratar¨¢ de que estos partidos apoyen los Presupuestos del Estado, una forma de dar a S¨¢nchez el ox¨ªgeno suficiente hasta 2020. Pero no ser¨¢ f¨¢cil. ¡°Nosotros hablamos de autogobierno y un nuevo Estatuto y ellos de refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n y mediadores internacionales; nosotros de autonomismo, ellos de independencia. As¨ª es imposible cualquier entendimiento¡±, sostienen fuentes gubernamentales. Y a?aden, poni¨¦ndose en el lugar del otro: ¡°Con presos, huidos y con el juicio al proceso secesionista en breve es imposible que el independentismo afloje sus posiciones¡±. A pesar de la propia divisi¨®n secesionista ¡ªm¨¢s duros los de Carles Puigdemont y Quim Torra, menos los de Oriol Junqueras¡ª el quebranto emocional que supondr¨¢n en Catalu?a las semanas del juicio a los l¨ªderes encarcelados, cuyo inicio est¨¢ previsto para finales de enero, no propicia acuerdos con el Gobierno central, seg¨²n coinciden pol¨ªticos catalanes de todos los partidos.
Y eso lo sabe S¨¢nchez. Tambi¨¦n que el independentismo tiene la imperiosa necesidad de mantener alta la moral de sus dos millones de seguidores. Hay desencuentros entre el Gobierno y los independentistas. Incluso ¡°trampas¡±, seg¨²n fuentes gubernamentales, entre los presidentes del Gobierno y de la Generalitat. Desde el otro lado de la trinchera, PP y Ciudadanos no lo ven as¨ª. El l¨ªder del PP, Pablo Casado, es expl¨ªcito: ¡°S¨¢nchez es un t¨ªtere de los independentistas, permite la degradaci¨®n institucional, la quiebra de la Constituci¨®n y la humillaci¨®n de Espa?a¡±. La frase la remata siempre con el grito de que se convoquen elecciones ya.
Visto lo ocurrido en Andaluc¨ªa, la decisi¨®n del l¨ªder del PP de no salirse de la l¨ªnea argumental de que el Gobierno ha cedido a las demandas independentistas resulta acertada, aunque no haya medidas concretas que lo avalen. El Ejecutivo ha comenzado a pagar esto con la misma moneda tras el acuerdo de PP y Ciudadanos en Andaluc¨ªa con Vox. En buena parte de la sociedad andaluza, y fuera de ella, seg¨²n varios estudios demosc¨®picos, ha tomado carta de naturaleza que S¨¢nchez ha debilitado la idea de Espa?a y de la identidad nacional.
El Gobierno contraatacar¨¢ aireando que Pablo Casado y Albert Rivera est¨¢n ya vinculados con Vox, que el pacto andaluz de legislatura es el primer jal¨®n en sus relaciones con la extrema derecha. ¡°Los pactos de Casado y Rivera con Vox deben servir en teor¨ªa para movilizar al electorado progresista, ya que buena parte de ¨¦l se ha abstenido¡±, sostienen fuentes socialistas. Es decir: el tiempo puede jugar a favor del Gobierno para ayudarle a hacerse con el espacio de la moderaci¨®n y del centro, que Ciudadanos podr¨ªa abandonar al sentirse arrastrado por el PP y Vox hacia la derecha. En esta confianza se va a mover la estrategia socialista, seg¨²n distintas fuentes gubernamentales. Adem¨¢s, para conseguir el poder no habr¨¢ duda: los pactos con Unidos Podemos ser¨¢n una realidad en Ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas si las sumas de mayor¨ªas de gobierno lo permiten. Esta misma din¨¢mica se mantendr¨¢, adem¨¢s, ante las elecciones generales. Es m¨¢s: S¨¢nchez apelar¨¢ a los partidos independentistas, a pesar de todas las discrepancias, para que decidan si prefieren que ¨¦l contin¨²e de presidente o que lo sustituya en La Moncloa Pablo Casado o, por qu¨¦ no, Albert Rivera.
En el ¨®rdago, S¨¢nchez no les ofrecer¨¢ un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en Catalu?a. Pero s¨ª ¡°una mirada amplia a la Constituci¨®n¡±, sin precisar m¨¢s.
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