Mayor para ser protegido, menor para ser ¡®sintecho¡¯
Un c¨²mulo de errores deja a un menor inmigrante en la calle y sin poder entrar en un albergue de Jerez
Youssef Belfkih recordar¨¢ el a?o de su transici¨®n a la mayor¨ªa de edad como uno de los m¨¢s duros de su vida. Hace cinco meses, cuando a¨²n ten¨ªa 17 a?os, sinti¨® ¡°el sufrimiento y el miedo¡± de verse un d¨ªa y medio a bordo de una patera a la deriva en el Estrecho. Este 9 de enero, cinco d¨ªas despu¨¦s de cumplir los 18, volvi¨® a sentir terror, al verse de noche en las calles de una ciudad desconocida. Era considerado mayor para continuar en el centro de acogida, pero menor para ser atendido en un albergue para personas sin hogar en Jerez de la Frontera (C¨¢diz).
El centro de menores de La Luisiana (Sevilla), en el que este marroqu¨ª y extutelado de la Junta de Andaluc¨ªa hab¨ªa pasado los ¨²ltimos meses, le envi¨® a la calle con unos documentos que indicaban que segu¨ªa siendo menor, cuando ya no lo era. Eso le impidi¨® pernoctar en el albergue, un recurso destinado solo para mayores de 18. La instituci¨®n sevillana ¡ªperteneciente a la Fundaci¨®n Aproni una de las entidades con la que la administraci¨®n andaluza tiene concertada la atenci¨®n a los menores extranjeros no acompa?ados¡ª reconoce su ¡°error¡±, seg¨²n fuentes de la Consejer¨ªa de Igualdad y Bienestar Social de la Junta.
Para Michel Bustillo, responsable de la asociaci¨®n jerezana Voluntarios por otro Mundo, que atiende a migrantes extutelados, el fallo no es una an¨¦cdota y plantea diversas dudas. ¡°?Qu¨¦ documentaci¨®n se le ha tramitado en estos cinco meses? Se ha mandado a un chaval con los papeles equivocados en un autob¨²s. Una vez que ha cumplido los 18, ?cu¨¢les son los medios que se le han dado para que salga adelante?¡±, se pregunta el voluntario que este mi¨¦rcoles dio cobijo a Belfkih en una de las casas para j¨®venes migrantes que gestiona en Jerez.
El joven durmi¨® en el sof¨¢ de un piso de dos dormitorios en el que ya viven siete extutelados m¨¢s. Desde el pasado mi¨¦rcoles, apenas ha salido a la calle. ¡°Est¨¢ asustado¡±, le disculpa Bustillo a su lado. Encogido en su asiento, mira a su alrededor con una leve sonrisa desconfiada. Con la ayuda ¡ªy traducci¨®n¡ª de sus nuevos compa?eros de piso, se anima a hablar: ¡°Nac¨ª en un pueblo de Kenitra, soy el menor de cuatro hermanos. Vine a Europa como todos, lo ¨²nico que quer¨ªa era mejorar mi futuro¡±.
As¨ª fue como acab¨® embarcando desde una playa de T¨¢nger en una patera junto a otros 29 j¨®venes m¨¢s, todos menores, a finales del pasado julio. El padre de Belfkih tuvo que vender lo que pudo para reunir los 2.500 euros que la mafia le cobraba a su hijo por el peligroso viaje. Y a punto estuvo de acabar mal, como recuerda el joven: ¡°Sufrimos mucho. Estuvimos un d¨ªa y medio en el mar y pasamos mucho miedo. Yo sab¨ªa nadar solo un poco¡±.
Belfkih, que comenz¨® su periplo en Espa?a en un calabozo, pas¨® por cuatro centros de acogida en estos cinco meses. En el ¨²ltimo centro, seg¨²n la Consejer¨ªa, el entonces menor ingres¨® el 18 de octubre. All¨ª se qued¨® hasta que, cumplidos los 18 a?os el pasado 4 de enero, se vio obligado a marcharse. ¡°El d¨ªa 5 me avisaron de que me ten¨ªa que ir. Me asust¨¦ mucho y volv¨ª a pasar miedo¡±, relata Belfkih.
Apenas cuatro d¨ªas despu¨¦s del aviso, el joven se marcha, pese a que desde el centro explican que consiguieron que la Administraci¨®n autorizase su estancia ¡°algunos d¨ªas m¨¢s¡± para buscarle alojamiento en una ONG. Pero la ¨²nica soluci¨®n que encontraron para Belfkih fue enviarlo en autob¨²s al albergue de Jerez que no le permiti¨® la entrada.
En su equipaje, el adolescente portaba solo cuatro documentos: una ficha policial, un certificado de ingreso en el centro de menores, el resguardo de la petici¨®n de la carta nacional de Marruecos (similar al DNI espa?ol) y una solicitud de alta en el sistema sanitario andaluz con una nota que reza ¡°se han iniciado los tr¨¢mites pero no se han gestionado¡±. De ellos, los ¨²nicos que apuntan su fecha de nacimiento (ficha y certificado) dicen err¨®neamente que sigue siendo menor hasta mayo de 2020.
¡°Cuando llegu¨¦ le encontr¨¦ muy nervioso y asustado. No paraba de darme besos d¨¢ndome las gracias¡±, cuenta el voluntario Bustillo, a quien acudi¨® el joven cuando se vio a la intemperie. No fue hasta el d¨ªa siguiente cuando, desde La Luisiana, enmendaron el fallo y enviaron por WhatsApp una foto de la ficha policial correcta. ¡°El error viene motivado porque en el expediente hab¨ªa dos fichas policiales¡±, explican desde la Consejer¨ªa. Desde la polic¨ªa matizan que el error se debe a que, en una de las tres comparecencias que ha tenido en estos meses ante la Brigada de Extranjer¨ªa en Sevilla, el joven ¡°cambia su versi¨®n¡± y retrasa la fecha de nacimiento un a?o.
En sus cinco meses de idas y venidas por centros de menores, no consta que desde la Junta hayan comenzado a tramitar la documentaci¨®n necesaria para la residencia de Belfkih. El centro asegura que inici¨® el proceso para conseguir el pasaporte, pero el joven no porta resguardo alguno. A Bustillo ya no le extra?a: ¡°Deber¨ªan venir con la documentaci¨®n arreglada, pero desde hace un tiempo, ya no traen pr¨¢cticamente nada y se lo tenemos que arreglar nosotros¡±.
Este caso no es m¨¢s que el fruto del ¡°caos de atenci¨®n a las llegadas del pasado verano que se cristaliza ahora¡±, denuncia el voluntario jerezano. La historia de Belfkih es una muestra de ello, como abunda Bustillo: ¡°Si esto se est¨¢ haciendo en otros lugares, ?cu¨¢ntos j¨®venes quedar¨¢n en absoluta exclusi¨®n social?¡±, se indigna. Mientras, a su lado el reci¨¦n mayor de edad, sonr¨ªe con timidez. No tuvo tarta ni cumplea?os, pero s¨ª tiene deseo de futuro: ¡°Quiero quedarme en Espa?a para ser mec¨¢nico¡±.
Adolescentes, inmigrantes tutelados y sin papeles
El caso del marroqu¨ª Youssef Belfkih y de los otros 34 extutelados que Voluntarios por otro Mundo atiende en Jerez no es el ¨²nico. En la mayor¨ªa de los casos, los menores extranjeros no acompa?ados acaban cumpliendo la mayor¨ªa de edad o march¨¢ndose de los centros de menores sin que las comunidades aut¨®nomas hayan cumplido con su obligaci¨®n legal de tramitar su residencia.
A fecha del pasado 30 de septiembre, cuando se contabilizaban cerca de 11.100 menores inmigrantes acogidos, solo 395 solicitudes estaban siendo tramitadas, seg¨²n la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria del senador Jon I?arritu (EH-Bildu). El n¨²mero se antoja especialmente escaso si se tiene en cuenta que hasta esa fecha las comunidades hab¨ªan asumido la acogida unos 5.000 nuevos menores que migraban solos. De todas las regiones, solo Andaluc¨ªa atiende a la mitad de estos 11.100 ni?os (registrados a finales de septiembre), pero solo estaba tramitando 60 autorizaciones de residencia. El protocolo de atenci¨®n a los menores establece que tres meses es tiempo suficiente para que su responsable solicite el permiso de residencia, un plazo que dif¨ªcilmente se cumple.
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