Cuatro veces m¨¢s ciberestafas
Los fraudes inform¨¢ticos pasan en ocho a?os de 21.075 a 88.854. Solo en 2018 aumentaron cerca de un 47% y son ya el s¨¦ptimo delito m¨¢s com¨²n
En los ¨²ltimos d¨ªas de enero, el correo electr¨®nico que la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Polic¨ªa Nacional tiene para recibir consultas de los ciudadanos comenz¨® a recibir un n¨²mero inusitadamente alto de mensajes. Hasta 140 en un solo d¨ªa, cuando habitualmente no llegan a 50. En muchos de ellos, sus emisores denunciaban alarmados que hab¨ªa recibido un amenazante email en el que les exig¨ªan m¨¢s de 200 euros en criptomonedas a cambio de no difundir a sus contactos im¨¢genes comprometedoras que supuestamente les hab¨ªan grabado desde sus propios ordenadores gracias a un programa troyano.
¡°Les intentamos tranquilizar. Se les explic¨® que no existen esas im¨¢genes y que todo es una estafa. Y, por supuesto, que no pagasen y denunciasen¡±. Quien habla as¨ª es el inspector jefe Roberto Fern¨¢ndez, responsable de la Secci¨®n de Redes de la unidad policial especializada en combatir la ciberdelincuencia. Desde su puesto, este mando policial ha sido testigo de como en los ¨²ltimos a?os las estafas por Internet han crecido de manera espectacular.
Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas del Ministerio del Interior, en 2011 fueron denunciadas en Espa?a 21.075 estafas por Internet o sistemas inform¨¢ticos. Ocho a?os despu¨¦s esta cifra se hab¨ªa elevado a 88.859, con un incremento especialmente llamativo en los ¨²ltimos doce meses, en los que han crecido un 46,8%. Es ya el s¨¦ptimo delito m¨¢s com¨²n ¡ªpor encima del tr¨¢fico de drogas, los robos con violencia o los maltratos familiares¡ª hasta suponer el 4% de los 2,1 millones de infracciones penales que se registraron en 2018 en Espa?a. De hecho, su aumento ha conseguido que las cifras de criminalidad, estabilizadas o con ligeros repunte de los ¨²ltimos a?os, hayan aumentado en m¨¢s de cuatro puntos en el ¨²ltimo ejercicio. ¡°Es un delito en el que muchas v¨ªctimas, por la escasa cantidad defraudada, no denuncian. La cifra de delitos ocultos es muy alta¡±, admiten desde el ministerio.
Del timo del CEO al falso alquiler vacacional
Las modalidades de ciberestafas van desde los fraudes millonarios ¡ªcomo el llamado timo del CEO o del directivo, en el que las v¨ªctimas son grandes empresas¡ª a las de poco m¨¢s de un euro pero con decenas de miles de v¨ªctimas, como la destapada en 2017 por la Guardia Civil en la Operaci¨®n Rikati. En ella, se desmantel¨® una trama que consigui¨® 30 millones de euros tras colar en los tel¨¦fonos de las v¨ªctimas una aplicaci¨®n que hac¨ªa llamadas autom¨¢ticas a n¨²meros de tarificaci¨®n adicional.
Los m¨¢s habituales son las falsas ventas por Internet, principalmente de productos tecnol¨®gicos que las v¨ªctimas nunca reciben. Estas se suelen disparar en Navidad o en campa?as como el Black Friday. A partir de marzo, son los falsos alquileres, en los que los afectados pagan la reserva de apartamentos para sus vacaciones que no podr¨¢n disfrutar porque o no existen o ya han sido alquilados por sus due?os reales.
Operaci¨®n Tel¨¦maco
Para frenar esta tendencia, Interior estudia reforzar las unidades de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil que luchan contra la ciberdelincuencia. La primera ha puesto en marcha el 27 de noviembre la Operaci¨®n Tel¨¦maco para intentar canalizar la informaci¨®n de todas las denuncias y, de este modo, ¡°obtener informaci¨®n¡± para poder combatir m¨¢s eficazmente a los grupos de ciberestafadores. En la circular en la que se activaba el operativo, se destacaba en varias ocasiones el ¡°incremento exponencial¡± de las denuncias por estos delitos. Un hecho que tambi¨¦n ha constatado la Fiscal¨ªa General del Estado, que en su ¨²ltima memoria, referida a 2017, se?alaba que las ciberestafas representan ya el 55% de los 6.600 procedimientos iniciados por criminalidad inform¨¢tica.
Responsables del Departamento de Delitos Telem¨¢ticos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se?alan un problema a?adido al aumento de las cifras: ¡°En la mayor parte de estos delitos no se llega a conocer nunca qui¨¦nes son los autores¡±. Los agentes hablan de un porcentaje de esclarecimiento del 5% frente a cifras cercanas al 90% de otros delitos como los homicidios. ¡°Las estafas inform¨¢ticas reportan a estas bandas especializadas grandes beneficios con muy pocos riesgos. Es muy dif¨ªcil detenerlos porque seguir su rastro nos lleva a pedir la colaboraci¨®n de otros pa¨ªses y, salvo la Uni¨®n Europea, EE UU y latinoam¨¦rcia, pocos Estados colaboran¡±, destaca un mando de la Guardia Civil, que pone como ejemplo una comisi¨®n rogatoria enviada hace dos a?os a Hong Kong: ¡°Acaban de responder, pero no para dar la informaci¨®n pedida, sino para pedir aclaraciones. As¨ª es casi imposible resolver muchas de estas estafas¡±.
Esta impresi¨®n es compartida por el inspector jefe Fern¨¢ndez, que destaca que esa ¡°rentabilidad¡± ha hecho que grupos que hasta ahora se dedicaban a otros tipos de delitos hayan decidido ¡°migrar¡± a la ciberdelincuencia: ¡°Las penas son menores que para un robo con fuerza y, adem¨¢s, consiguen mucho m¨¢s dinero. Sin moverse de un piso pueden estar cometiendo fraudes inform¨¢ticos en cualquier lugar del mundo¡±. A los investigadores incluso les sorprende la juventud de algunos estafadores. ¡°Hay adolescentes que perciben las estafas que cometen como un simple entretenimiento¡±, alerta un mando de la UCO.
El perfil de las v¨ªctimas tambi¨¦n ha cambiado. Si en 2011 el porcentaje de hombres estafados era casi el doble que el de mujeres (el 65,2% frente al 34,7%), ocho a?os la distancia entre ambos sexos se ha reducido de manera considerable. Tambi¨¦n ha ocurrido algo similar con la edad. De una mayor¨ªa de afectados comprendidos en la franja entre los 18 y los 40 a?os se ha pasado en 2018 a un equilibrio con el n¨²mero de mayores de esa edad. ¡°El uso de la inform¨¢tica se ha extendido a todas las franjas de edad y, con ello, tambi¨¦n las v¨ªctimas potenciales¡±, se?ala un guardia civil que destaca el uso que los delincuentes hacen de la llamada ingenier¨ªa social. ¡°En sus mensajes saben ganarse la confianza de la gente para enga?arle¡±, a?ade este agente, al que cuando se le pregunta por un consejo para evitar caer en estos fraudes utiliza solo dos palabras: ¡°Sentido com¨²n¡±.
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