¡°No puedo ya, estoy ronca¡±

Fr¨ªo y tembleque de madrugada frente al Tribunal Supremo, donde nunca se reuni¨® tanta gente para ver amanecer. ?Qu¨¦ amanecer? De momento el del 12 de febrero de 2019, que ya fue bastante.

El primer sobresalto lo protagonizaron dos voces que gritaron "fascista" a Quim Torra, presidente de la Generalitat. Hab¨ªa llegado Torra en un coche gris bastante discreto si no fuese por otro de una escolta que baj¨® antes y le abri¨® las puertas, algo que puso sobreaviso al p¨²blico. Los primeros espont¨¢neos del d¨ªa ¡ªel espont¨¢neo ser¨¢ una figura a tener en cuenta durante este juicio; es un term¨®metro andante¡ª se hicieron notar.

Pocos minutos despu¨¦s, en la calle General Casta?os, donde se acumulaba el p¨²blico, hubo gritos de "viva Espa?a" y ovaciones espont¨¢neas; hacia all¨ª corrieron c¨¢maras y micr¨®fonos. La imagen de esas carreras, las de los periodistas, ten¨ªan algo de inercia imposible de detener. Pero all¨ª estaba Javier Ortega Smith, abogado de la acusaci¨®n popular que ejerce su partido,Vox, recogiendo el clamor popular de sus seguidores y la atenci¨®n de todas las c¨¢maras y tel¨¦fonos m¨®viles.

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Cuando Ortega Smith se introdujo en el recinto acotado por las vallas, dos mujeres con las acreditaciones de prensa se salieron de la cola con las c¨¢maras de sus m¨®viles. "Javier, gracias a ti. Gracias a ti. Gracias por todo". Una de ellas ten¨ªa apenas un hilo de voz y una bandera espa?ola doblada en la mano: "No puedo, ya estoy ronca". Una agente de la Polic¨ªa Nacional las invit¨® a meterse otra vez en la cola. "Es el segundo aviso", les dijo. "T¨² no sabes cu¨¢nto os defendemos en Catalu?a", respondi¨® una de ellas. "?Y qu¨¦ dif¨ªcil es, qu¨¦ dif¨ªcil es hacerlo!". Dialogaron unos segundos en tono afable hasta que las mujeres volvieron a la cola, que llevaba parada unos 45 minutos.

En ese momento, cuando faltaban 10 minutos para las diez (hora prevista para el inicio del juicio, que se retras¨® media hora) un funcionario pidi¨® a los periodistas con pase a la sala que se adelantasen. Se empez¨® a aligerar la fila de gente, tambi¨¦n la del p¨²blico, y por all¨ª aparecieron unos minutos despu¨¦s los lideres del grupo neonazi Hogar Social con su bandera y un cartel: "No nos enga?an, Catalu?a es Espa?a". Fueron desalojados por la polic¨ªa. Para entonces no hab¨ªa remitido el fr¨ªo y se hab¨ªa quedado desangelada la plaza de la Villa de Par¨ªs, donde quedaban en pie ¨¢rboles y c¨¢maras, y empezaron a llenarse los bares de los alrededores mientras en la sala hablaba ya Andreu Van den Eynde, abogado de Junqueras y Romeva. Las teles de esos bares emit¨ªan el juicio; la clientela, muchos de ellos polic¨ªas, tomaban el caf¨¦ y las tostadas hablando del derbi madrile?o del pasado s¨¢bado.