Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart | Vaya par de gemelos
El nombre, la causa, los presuntos delitos y hasta el aspecto juntan el destino de los activistas
La coincidencia del nombre, la fervorosa comuni¨®n de la causa soberanista y hasta la barba c¨¢rdena han convertido a Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart en un binomio indivisible. Son como el Hern¨¢ndez y el Fern¨¢ndez del relato independentista. Se los llama los Jordis, como si fueran una variante subversiva de los Javis. Y como si no hubiera matices ni diferencias en sus biograf¨ªas, en sus destinos pol¨ªticos o en las circunstancias judiciales que los amenazan.
Ambos son pasajeros de ese minib¨²s descapotable con asientos de terciopelo al que asemeja su emplazamiento en la sala noble del Tribunal Supremo. Una barcaza de 12 plazas que conduce Junqueras en el primer asiento de la izquierda. Y que separa a los Jordis en filas distintas. S¨¤nchez est¨¢ en la segunda. Cuixart en la tercera. Ambos responden al mismo delito, el de rebeli¨®n. Y los dos se exponen a la misma pena, 17 a?os, pero han escogido abogados distintos.
A Jordi S¨¤nchez lo representa Jordi Pina, el mismo letrado de Jordi Turull y de Josep Rull. A Jordi Cuixart lo defiende Benet Salellas, exdiputado de la CUP, aunque la apertura del juicio y las cuestiones preliminares redundan en un nuevo paralelismo estrat¨¦gico: el Estado espa?ol ha abierto una causa general al independentismo, trata de purgarse el derecho a una patria libre.
El problema es que tanto un Jordi como el otro Jordi, otra vez juntos, la reivindicaron pisoteando el techo de un veh¨ªculo de la Guardia Civil aquella ma?ana del 20 de septiembre de 2017, en la sede de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa. La versi¨®n exculpatoria consiste en que colonizaron el coche para lanzar mensajes de serenidad a los manifestantes. La posici¨®n de la Fiscal¨ªa concluye que la toma y profanaci¨®n del blindado implica un acto de intimidaci¨®n y de violencia. Empezando por la incolumidad de los guardias civiles mismos, protagonistas de un registro en las dependencias financieras de la Generalitat a instancias de un juzgado de instrucci¨®n barcelon¨¦s.
Los Jordis interpretaron que la iniciativa judicial era una provocaci¨®n. Y se desquitaron con una convocatoria popular de 40.000 personas gracias la fuerza capilar de sus respectivas plataformas de activismo. Jordi S¨¤nchez era el presidente de la Asamblea Nacional de Catalu?a. Jordi Cuixart lideraba la constelaci¨®n de ?mnium. Y los dos reunieron sus respectivos ¡°ej¨¦rcitos¡±, ignorando, sabiendo o subestimando que la protesta adquirir¨ªa la proporci¨®n de un delito de rebeli¨®n.
La tipificaci¨®n t¨¦cnica, jur¨ªdica, fue transformada por la propaganda soberanista al espacio de una persecuci¨®n de ideas. Jordi & Jordi adquirieron la reputaci¨®n de presos pol¨ªticos. Se la han dado Pablo Iglesias y Arnaldo Otegi. Se las han concedido otras personalidades internacionales desde el exotismo y pintoresquismo, como Noam Chomsky.
Los Jordis han proporcionado al movimiento indepe un mito fundacional y aspiran a convertirse en los Dioscuros de la cosmogon¨ªa catalana a imagen de C¨¢stor y P¨®lux. Ya era una se?al inequ¨ªvoca el linaje sagrado del patr¨®n de Catalu?a. Jordi & Jordi, clonados en la kriptonita victimista, luchan contra el feroz drag¨®n de Espa?a y aspiran a sojuzgarlo, no ya con la capacidad movilizadora de sus movimientos sincronizados ¡ªANC y ?mnium¡ª, sino con la propaganda de su tormento carcelario?y de su escarmiento judicial. Otegi se comparaba con Mandela. Los Jordis?pueden hacerlo con Marcos y Marceliano, gemelos de la Iglesia primitiva que prefirieron la lanza en sus carnes antes que concederse a la aberraci¨®n del paganismo.
Noticias, im¨¢genes, v¨ªdeos, reportajes, an¨¢lisis, opini¨®n... toda la informaci¨®n sobre el juicio a los l¨ªderes independentistas catalanes en el Tribunal Supremo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Jordi S¨¤nchez
- Jordi Cuixart
- Juicio al Proc¨¦s
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Autodeterminaci¨®n
- Generalitat Catalu?a
- Refer¨¦ndum
- Catalu?a
- Casos judiciales
- Elecciones
- Gobierno auton¨®mico
- Madrid
- Comunidades aut¨®nomas
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidad de Madrid
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Sociedad
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Justicia