La Brigada Lincoln: el c¨®mic que homenajea a los voluntarios americanos que lucharon contra Franco
El autor recupera la figura de Oliver Law, el primer afroamericano en dirigir una unidad militar integrada por blancos
Un coronel estadounidense que visit¨® Espa?a durante la Guerra Civil pregunt¨® al comandante Oliver Law si no le daba verg¨¹enza lucir un uniforme con galones. ¡°Yo era artillero en el ej¨¦rcito norteamericano porque era negro. Aqu¨ª los galones se obtienen por m¨¦ritos, no por el color de la piel¡±, respondi¨® Law. Una bala perdida termin¨® con su vida el 9 de julio de 1937, mientras lideraba el asalto al Cerro Mosquito en la batalla de Brunete. En ese escenario comienza La Brigada Lincoln, un c¨®mic que recupera la figura del primer afroamericano en dirigir una unidad militar integrada por blancos y homenajea a los voluntarios norteamericanos que se alistaron a las Brigadas Internacionales para combatir el auge del fascismo.
Los primeros voluntarios del Batall¨®n Lincoln zarparon del puerto de Nueva York en las navidades de 1936, meses despu¨¦s de que comenzara la Guerra Civil. Lo hicieron desobedeciendo las recomendaciones de su Gobierno, motivados por la utop¨ªa sovi¨¦tica y las ideas socialista. Su bautismo de fuego se produjo en febrero de 1937, durante la batalla del Jarama. Los republicanos trataron de recuperar el Cerro Pingarr¨®n el 23 de febrero. Al mando de las operaciones estaba el general L¨ªster. Le auxiliaba un grupo de norteamericanos reci¨¦n llegados, todos j¨®venes con escasa experiencia militar. Con el frente estancado, el comandante Gal les orden¨® lanzar un ataque temerario en el que perdieron la vida muchos de sus hombres, convertidos en aut¨¦ntica carne de ca?¨®n.
Por las filas del Batall¨®n Lincoln, adscrito a la XV Brigada Internacional, pasaron 3.000 combatientes, la mayor¨ªa estadounidenses, pero tambi¨¦n canadienses, irlandeses y cubanos. Estos voluntarios participaron en los combates m¨¢s cruentos de la guerra: Jarama, Brunete, Belchite, Teruel y el Ebro. Solo la mitad de ellos volvieron a casa con vida. El guionista alicantino Pablo Dur¨¢ refleja en su novela gr¨¢fica la dureza de los enfrentamientos. Para ello se ayuda de las recreaciones que hace el dibujante Carles Esquembre. El libro comienza con un Law a punto de morir. De ah¨ª, su autor emprende un salto atr¨¢s para tratar de comprender qu¨¦ impulsa a una persona a luchar por unos derechos que ni siquiera tiene en su pa¨ªs, donde impera la segregaci¨®n racial.
Caza de brujas
La obra surgi¨® por casualidad. Dur¨¢ estudiaba Historia, pero abandon¨® la carrera. Hace unos a?os, un antiguo compa?ero de universidad que s¨ª acab¨® los estudios le habl¨® de las Brigadas Internacionales, j¨®venes llegados de todo el mundo para defender la II Rep¨²blica de forma altruista. ¡°Comenc¨¦ a leer sobre ellas y sent¨ª la necesidad de recuperar las vivencias de aquellos activistas casi desconocidos¡±. Se sinti¨® atra¨ªdo por Law desde que tuvo conocimiento de su existencia. Sin embargo, no comprende por qu¨¦ su figura ha pasado casi desapercibida durante d¨¦cadas. La clave quiz¨¢s es pol¨ªtica. ¡°Mi padre fue juzgado por sedici¨®n y condenado a 20 a?os de c¨¢rcel cuando volvi¨® a EE UU¡±, afirma Josephine, hija de Steve Nelson, comisario pol¨ªtico del Batall¨®n Lincoln y uno de los responsables de la promoci¨®n de Law.
La Corte Suprema determin¨® a?os m¨¢s tarde que la legislaci¨®n por la que le detuvieron estaba abolida, por lo que qued¨® en libertad. Nelson y otros como ¨¦l pagaron los pecados de haber luchado junto a los republicanos. En 1947, el Departamento de Justicia de EE UU comenz¨® una caza de brujas. Para ello elabor¨® una relaci¨®n de organizaciones subversivas. La Brigada Lincoln aparec¨ªa dos veces y muchos de sus miembros, calificados de comunistas, se quedaron sin trabajo. ¡°Mi padre qued¨® f¨ªsicamente marcado por las heridas que recibi¨® en Belchite, pero nada le afect¨® tanto como la muerte de sus amigos, entre ellos la de Oliver Law¡±, cuenta Josephine, que prologa el c¨®mic de Dur¨¢, un proyecto que comenz¨® gracias a una campa?a de crowdfunding. El guionista alicantino espera ahora que su libro acerque las Brigadas Internacionales al gran p¨²blico: ¡°Los dem¨®cratas tenemos mucho que agradecerles. Una deuda que nunca podremos pagar¡±.
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