Urkullu, el mediador que propuso Puigdemont

El lehendakari no comparecer¨¢ en el juicio del proc¨¦s con una estrategia definida. Los reclamantes de su presencia como testigo, los abogados de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi S¨¤nchez, han declarado que pretenden demostrar c¨®mo la Generalitat busc¨®, a trav¨¦s de su mediaci¨®n, un acuerdo para frenar la aplicaci¨®n del 155. El lehendakari cree que el tribunal le preguntar¨¢ por los hechos que vivi¨® y no por sus opiniones sobre el reparto de responsabilidades del fracaso de su mediaci¨®n que nunca ha hecho p¨²blicas. ¡°?l se ha limitado a lamentarlo¡±, se?alan fuentes pr¨®ximas a Urkullu.

El lehendakari comparecer¨¢ hoy como actor en su fracasada mediaci¨®n entre la Generalitat y el Gobierno central. No logr¨® que el president Puigdemont convocara las elecciones catalanas ni que el presidente Rajoy renunciara a intervenir la autonom¨ªa catalana.

La historia de la mediaci¨®n de Urkullu se remonta a cuatro meses antes de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum del l-O, a la reuni¨®n de cuatro horas que mantuvo con Puigdemont en el Palau de la Generalitat el 16 de junio de 2017. Puigdemont, con quien sostuvo una relaci¨®n intensa desde esas fechas, se lo pidi¨® porque manten¨ªa buenas relaciones con el presidente Rajoy, al que su partido, el PNV, hab¨ªa apoyado sus Presupuestos; con el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, as¨ª como con numerosos dirigentes pol¨ªticos y sociales catalanes e, incluso, con el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker.

Rajoy, que carec¨ªa de interlocuci¨®n directa con Puigdemont, no le requiri¨® oficialmente como mediador, pero le trat¨® como tal, especialmente en los d¨ªas previos a la intervenci¨®n de la autonom¨ªa catalana por el Estado. ¡°El papel del lehendakari como mediador consisti¨® en procurar que Puigdemont convocara elecciones auton¨®micas y no declarara la independencia y Rajoy no interviniera la autonom¨ªa catalana. Pero tambi¨¦n formul¨® propuestas de di¨¢logo para desbloquear la situaci¨®n¡±, se?alan fuentes pr¨®ximas al lehendakari.

El momento cumbre de Urkullu se produjo los d¨ªas 25 y 26 de octubre de 2017, v¨ªsperas de la intervenci¨®n de la autonom¨ªa catalana, cuando los puentes entre el Gobierno central y la Generalitat se hab¨ªan roto. El d¨ªa 25 Urkullu recibi¨® en Ajuria Enea a una representaci¨®n empresarial catalana, que una semana antes hab¨ªa despachado con Puigdemont. Seg¨²n aseguran en Ajuria Enea, ese d¨ªa el lehendakari intensific¨® los contactos con Puigdemont y mand¨® mensajes a Rajoy que, a su vez, habl¨® con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con la pretensi¨®n de ¡°evitar el choque de trenes¡±. E, incluso, formul¨® una propuesta concreta de mediaci¨®n a ambas partes: no declaraci¨®n de independencia, convocatoria de elecciones auton¨®micas del president, no intervenci¨®n de la autonom¨ªa por el Estado y posterior constituci¨®n de una mesa de di¨¢logo entre la nueva Generalitat, salida de las elecciones, y el Gobierno central.

El d¨ªa 26, Urkullu recibi¨®, a primera hora de la ma?ana, un mensaje de Puigdemont en el que le notific¨® que hab¨ªa decidido convocar elecciones. Esa ma?ana, Puigdemont se reuni¨® con consellers de la Generalitat, parlamentarios de ERC y PDeCAT. Muchos cuestionaron su decisi¨®n y pusieron en duda que Rajoy no intervendr¨ªa la autonom¨ªa aunque Puigdemont convocara elecciones.

Al mediod¨ªa envi¨® otro mensaje a Urkullu en el que le pregunt¨® si era verdad el rumor de que La Moncloa iba a aplicar el 155. Seg¨²n Ajuria Enea, Urkullu, tras contestarle que no segu¨ªa los medios porque estaba en el pleno del Parlamento vasco, le inform¨® de que Rajoy no saldr¨ªa p¨²blicamente a decir que no aplicar¨ªa el 155, pero que estar¨ªa muy atento a su intervenci¨®n y que valorar¨ªa la convocatoria electoral. A?adi¨® que Rajoy no querr¨ªa aplicarlo en tal caso y el PSOE, tampoco. ¡°Vamos a confiar¡±, termin¨® Urkullu, que desconoc¨ªa el grado de oposici¨®n interna que durante la ma?ana cosech¨® la pretensi¨®n del president de zanjar la crisis con la convocatoria electoral.

Poco despu¨¦s, Puigdemont envi¨® otro mensaje a Urkullu en el que le inform¨® de que no cumplir¨ªa su compromiso de convocar las elecciones porque estaba muy presionado por su gente. A partir de ah¨ª, se desencaden¨® el drama: no hubo convocatoria electoral de Puigdemont y, al d¨ªa siguiente, el Senado, con apoyo del PP y PSOE, aprob¨® intervenir, por vez primera, la autonom¨ªa catalana.

Urkullu perdi¨® la relaci¨®n con Puigdemont. No ha vuelto a hablar con ¨¦l desde aquel d¨ªa. Hasta el pasado noviembre, no recuper¨® la relaci¨®n con la Generalitat, ya con Quim Torra como presidente, con motivo de su visita al Palacio de Ajuria Enea. En el encuentro qued¨® clara la distancia estrat¨¦gica entre ambos. Mientras Torra mantiene la v¨ªa unilateral a la independencia, Urkullu defendi¨® la pol¨ªtica de pactos transversales internos y con el Ejecutivo central para avanzar en el autogobierno. Todos los puentes no est¨¢n rotos entre ambos nacionalismos porque el PNV ha mantenido, durante este tiempo, relaciones con los sectores moderados del PDeCAT.