¡°Franco, en una tumba con flores. Y mi padre, escondido¡±
Familiares de v¨ªctimas del franquismo acceden a la cripta del Valle de los Ca¨ªdos y reciben una reparaci¨®n moral del Gobierno
A Mercedes Abril, de 85 a?os, le da mucha rabia no poder acordarse de su padre, Rafael. Acababa de cumplir tres a?os cuando se lo llevaron para fusilarlo, en 1936. El pasado 26 de febrero, el Ministerio de Justicia organiz¨® una visita para que ella y otras cinco familias de represaliados del franquismo entraran en la cripta del Valle de los Ca¨ªdos donde fueron llevados los cuerpos, sin su consentimiento. ¡°Por primera vez he sentido a mi padre cerca¡±, relat¨® a este diario. ¡°Me pareci¨® horrible ver tantas cajas de tantas personas inocentes, unas encima de otras. Pero las vi y pens¨¦: ¡®Ah¨ª est¨¢ pap¨¢¡±.
Este martes, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, le ha entregado un documento que pretende ser una ¡°reparaci¨®n moral¡± para su familia. Mercedes volvi¨® a su casa, en Calatayud (Zaragoza), con el escrito en el que el Estado acredita que Rafael Abril fue una v¨ªctima del franquismo y con la esperanza de poder recuperar pronto sus restos. Fuentes del Ministerio admiten que el tiempo se echa encima y no ser¨¢ f¨¢cil proceder a las exhumaciones en el Valle de los Ca¨ªdos antes de las elecciones, pero lo van a intentar. De momento, siguen pendientes del informe t¨¦cnico sobre el estado y la mejor forma de operar en el interior de las criptas del mausoleo.
¡°Primero los mataron, luego los enterraron donde quisieron, los sacaron sin decirnos nada y los llevaron al Valle de los Ca¨ªdos para que Franco los siguiera vigilando. Mi padre est¨¢ en una caja escondida, y ¨¦l, en una tumba que siempre tiene flores¡±, lamenta Mercedes. ¡°A m¨ª me mataron a mi padre y a mi hermano, porque al d¨ªa siguiente de que se lo llevaran, mi madre dio a luz a un ni?o que solo vivi¨® diez d¨ªas¡±, a?ade.
Junto a Mercedes, visitaron la cripta del Valle de los Ca¨ªdos otras cinco familias de hombres que, como record¨® este martes el director general de la Memoria Hist¨®rica, Fernando Mart¨ªnez, fueron secuestrados y ejecutados de manera extrajudicial. Entre ellos, los descendientes de los hermanos Manuel y Antonio Lape?a, tambi¨¦n de Zaragoza, que en 2012 iniciaron de manos del abogado Eduardo Ranz, una larga batalla judicial contra la Administraci¨®n para que los restos de estos republicanos no tuvieran que yacer junto a los de su verdugo. Su denuncia fue archivada y recurrida ante la Audiencia Provincial de Madrid, el Tribunal Constitucional, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Finalmente, en 2016, les dieron la raz¨®n.
¡°Permanecen tirados, no enterrados¡±, declar¨® la ministra Delgado tras entregar a 11 familiares un certificado de reparaci¨®n y reconocimiento. ¡°La fosa m¨¢s grande de Espa?a es la del Valle de los Ca¨ªdos, donde yacen los restos de 33.800 personas, 18.000 de ellas republicanos. Reclaman un entierro digno¡±.
El traslado de cuerpos desde fosas comunes comenz¨® en 1958 (11.329 v¨ªctimas). El Ministerio de Justicia ha tomado muestras de ADN a los familiares para tratar de identificar los restos una vez exhumados. Las familias de Calatayud tienen m¨¢s suerte que otras, porque en algunas de las criptas, filtraciones de agua destruyeron las cajas de madera y mezclaron los restos que conten¨ªan.
¡°Mi madre estuvo llorando toda la vida por mi padre. Nunca se quit¨® el negro¡±, explica Francisca Gonz¨¢lez, con el certificado del Gobierno en una mano y la fotograf¨ªa de su padre en la otra. ¡°Solo quiero enterrarlos juntos. Y yo despu¨¦s. Nunca he estado con ¨¦l. A ver si ahora puedo¡±.
El Gobierno contin¨²a una batalla, ya contrarreloj, con la familia Franco para trasladar los restos de Franco a otro lugar, primer paso para que el Valle de los Ca¨ªdos deje de ser un monumento al dictador. El Supremo ha admitido a tr¨¢mite el recurso de sus nietos. La familia ya ha anunciado que utilizar¨¢ todos los recursos legales a su alcance para impedir la exhumaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.